Parte 15

64 2 2
                                    

Adam

Estaba tranquilo en mi departamento cuando escuché que llamaban a la puerta, al abrir vi a Alicia. Estaba temblando.

-¿Qué te pasa? -La escuché sollozar, mierda, no podía estar llorando. -Lis di algo.

Noté una presión en mi pecho al verla llorar, se acercó un poco más a mí y yo le aparté el pelo de la cara.

-Ali por favor, me estás asustando. ¿Por qué lloras? -Ella respiró hondo y trató de secarse las lágrimas, yo me adelanté y pasé mi pulgar por donde estaban cada una de sus lágrimas. Quitándolas de su rostro.

-No me llames Ali, sabes que lo odio. -Dijo, lo que hizo que sonriera.

-¿Alguien te ha hecho daño? -Pregunté cogiéndola de la barbilla, para que me mirara.

-Mis padres me han echado. -Me quedé mirándola perplejo.

-No pueden hacer eso. -Ella rodó los ojos.

-Claro que pueden, de hecho lo acaban de hacer. -Me pasé los dedos por el puente de la nariz y al notar que sus ojos volvían a cristalizarse la envolví con mis brazos. Alicia era realmente pequeña.

-Pasa, te prepararé algo caliente. -Fui a apartarme pero no me dejó, miré su pelo negro todo alborotado y pasé una mano por él, tratando de peinarlo.

-Tengo que irme, solo no sabía a quién contárselo. -Dijo separándose.

-¿Irte a donde?

-Estoy en un motel. -Le miré con el ceño fruncido.

-Estás loca si piensas que dejaré que te quedes en un motel. -Ella me miró extrañada.

-No puedo irme a otro lado, ya gasté parte de mis ahorros ahí.

-Entra, te quedarás aquí. -Ella me miró cómo si acabara de decir la mayor tontería del mundo.

-No puedo quedarme aquí. ¿Sabes lo que pensarían mis padres de esto? -Dijo ella, mirándome con horror.

-¿Y qué más da lo que tus padre piensen?, te han echado Alicia, tienes que buscarte donde quedarte hasta que todo se resuelva. -Dije haciéndola entrar. -Dime donde te quedas, en un poco volveré con lo que dejaste en el motel y tu dinero.

Me lo dijo a regañadientes y tras indicarle donde se encontraba todo cogí el coche y me fui camino del motel. Tuve que discutir un poco con el del motel para que me devolviera el dinero, pero tras darle la llave y darle a entender que me iba, me devolvió todo.

En apenas 1 hora estaba allí de vuelta, Alicia estaba tal y como la dejé. Sentada en el sofá, mirando al suelo. Cuando me vio volver con las cosas se incorporó.

-Adam no tienes que hacerlo. -Respiré hondo. El problema era que sí quería hacerlo.

-Ali, te han echado. Mi casa es tu casa ahora. -Dije llevando sus cosas a mi habitación. -Dormiré en el sofá.

-No es necesario. -Dijo ella. -Puedo dormir yo ahí.

-Eres bien terca Alicia. -Dije acercándome a ella. -Dormirás en mi cama te guste o no.

-Tú también puedes dormir ahí. -En cualquier otro momento me lo habría tomado como una propuesta indecente, pero viniendo de ella sabía que no iba con esas intenciones.

-Está bien. -Dije con una sonrisa. -Ahora cuéntame que ha pasado.

Nos sentamos en el sofá y ella tomó aire.

-Hoy llegué a casa y decidí plantarles cara a mis padres. Les dije que no quería estudiar medicina, que prefería ser escritoria y estudiar filología inglesa. Les dije que estaba harta de vivir bajo sus normas, y que no iba a hacerles caso más. Comenzaron a decir que sería una muerta de hambre y que no tendría ni para pagarme un triste trozo de pan. -Ella miraba sus manos, entrelazadas a la altura de sus rodillas. - Les dije que al menos yo sería feliz. Mi padre me dio una bofetada y tras 15 minutos mi madre apareció con unas maletas en la puerta. Creí que se iba ella pero no, me iba yo.

-Espera, ¿Te pegaron? -Le giré un poco la cara, noté la rojez en su mejilla y la acaricié, notando cómo ella se entremecía. -Lo siento mucho Alicia.

-Metí currículum en una cafetería. Con un poco de suerte tendré trabajo en poco y podré devolverte el dinero que te costará que viva aquí.

-Alicia no puedes trabajar y estudiar a la vez. -Dije pasándome las manos por la cara. -No te va a cundir el tiempo.

-Hay mucha gente que estudia y trabaja a la vez. -Contraatacó. -Tengo una cuenta con dinero a mi nombre, pero es dinero para la facultad. Si con un poco de suerte retiro algo y trabajo, puedo tenerlo ahorrado de nuevo...

-Ali, que no vas a pagar nada. - La corté. -Tómalo como lo que te llevas a cambio por haberme ayudado a subir la media.

Ella asintió, yo me levanté y ella hizo lo mismo. Parecía mi sombra y eso me divertía.

-Te daré una copia de las llaves. -Dije yendo al cajón de la cocina y lanzándoselas. -Usa los dos cajones de la cómoda y la mitad del armario porque están sin usar. Susan viene 2 veces a la semana a hacerme la colada y limpiar, pero sé poner lavadoras por si necesitas algo. -Ella asintió lentamente, tratando de procesar todo lo que le decía. -Cuando termine el instituto vente a casa, yo llegaré sobre las seis y si necesitas comida hay cualquier cosa en el frigorífico.

-Gracias. -Dijo ella con apenas un hilo de voz.

-Gracias a ti por ayudarme con el instituto. -Contesté revolviéndole el pelo.

El Primer Día Del Resto De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora