Adam
Estaba tranquilo en mi departamento cuando escuché que llamaban a la puerta, al abrir vi a Alicia. Estaba temblando.
-¿Qué te pasa? -La escuché sollozar, mierda, no podía estar llorando. -Lis di algo.
Noté una presión en mi pecho al verla llorar, se acercó un poco más a mí y yo le aparté el pelo de la cara.
-Ali por favor, me estás asustando. ¿Por qué lloras? -Ella respiró hondo y trató de secarse las lágrimas, yo me adelanté y pasé mi pulgar por donde estaban cada una de sus lágrimas. Quitándolas de su rostro.
-No me llames Ali, sabes que lo odio. -Dijo, lo que hizo que sonriera.
-¿Alguien te ha hecho daño? -Pregunté cogiéndola de la barbilla, para que me mirara.
-Mis padres me han echado. -Me quedé mirándola perplejo.
-No pueden hacer eso. -Ella rodó los ojos.
-Claro que pueden, de hecho lo acaban de hacer. -Me pasé los dedos por el puente de la nariz y al notar que sus ojos volvían a cristalizarse la envolví con mis brazos. Alicia era realmente pequeña.
-Pasa, te prepararé algo caliente. -Fui a apartarme pero no me dejó, miré su pelo negro todo alborotado y pasé una mano por él, tratando de peinarlo.
-Tengo que irme, solo no sabía a quién contárselo. -Dijo separándose.
-¿Irte a donde?
-Estoy en un motel. -Le miré con el ceño fruncido.
-Estás loca si piensas que dejaré que te quedes en un motel. -Ella me miró extrañada.
-No puedo irme a otro lado, ya gasté parte de mis ahorros ahí.
-Entra, te quedarás aquí. -Ella me miró cómo si acabara de decir la mayor tontería del mundo.
-No puedo quedarme aquí. ¿Sabes lo que pensarían mis padres de esto? -Dijo ella, mirándome con horror.
-¿Y qué más da lo que tus padre piensen?, te han echado Alicia, tienes que buscarte donde quedarte hasta que todo se resuelva. -Dije haciéndola entrar. -Dime donde te quedas, en un poco volveré con lo que dejaste en el motel y tu dinero.
Me lo dijo a regañadientes y tras indicarle donde se encontraba todo cogí el coche y me fui camino del motel. Tuve que discutir un poco con el del motel para que me devolviera el dinero, pero tras darle la llave y darle a entender que me iba, me devolvió todo.
En apenas 1 hora estaba allí de vuelta, Alicia estaba tal y como la dejé. Sentada en el sofá, mirando al suelo. Cuando me vio volver con las cosas se incorporó.
-Adam no tienes que hacerlo. -Respiré hondo. El problema era que sí quería hacerlo.
-Ali, te han echado. Mi casa es tu casa ahora. -Dije llevando sus cosas a mi habitación. -Dormiré en el sofá.
-No es necesario. -Dijo ella. -Puedo dormir yo ahí.
-Eres bien terca Alicia. -Dije acercándome a ella. -Dormirás en mi cama te guste o no.
-Tú también puedes dormir ahí. -En cualquier otro momento me lo habría tomado como una propuesta indecente, pero viniendo de ella sabía que no iba con esas intenciones.
-Está bien. -Dije con una sonrisa. -Ahora cuéntame que ha pasado.
Nos sentamos en el sofá y ella tomó aire.
-Hoy llegué a casa y decidí plantarles cara a mis padres. Les dije que no quería estudiar medicina, que prefería ser escritoria y estudiar filología inglesa. Les dije que estaba harta de vivir bajo sus normas, y que no iba a hacerles caso más. Comenzaron a decir que sería una muerta de hambre y que no tendría ni para pagarme un triste trozo de pan. -Ella miraba sus manos, entrelazadas a la altura de sus rodillas. - Les dije que al menos yo sería feliz. Mi padre me dio una bofetada y tras 15 minutos mi madre apareció con unas maletas en la puerta. Creí que se iba ella pero no, me iba yo.
-Espera, ¿Te pegaron? -Le giré un poco la cara, noté la rojez en su mejilla y la acaricié, notando cómo ella se entremecía. -Lo siento mucho Alicia.
-Metí currículum en una cafetería. Con un poco de suerte tendré trabajo en poco y podré devolverte el dinero que te costará que viva aquí.
-Alicia no puedes trabajar y estudiar a la vez. -Dije pasándome las manos por la cara. -No te va a cundir el tiempo.
-Hay mucha gente que estudia y trabaja a la vez. -Contraatacó. -Tengo una cuenta con dinero a mi nombre, pero es dinero para la facultad. Si con un poco de suerte retiro algo y trabajo, puedo tenerlo ahorrado de nuevo...
-Ali, que no vas a pagar nada. - La corté. -Tómalo como lo que te llevas a cambio por haberme ayudado a subir la media.
Ella asintió, yo me levanté y ella hizo lo mismo. Parecía mi sombra y eso me divertía.
-Te daré una copia de las llaves. -Dije yendo al cajón de la cocina y lanzándoselas. -Usa los dos cajones de la cómoda y la mitad del armario porque están sin usar. Susan viene 2 veces a la semana a hacerme la colada y limpiar, pero sé poner lavadoras por si necesitas algo. -Ella asintió lentamente, tratando de procesar todo lo que le decía. -Cuando termine el instituto vente a casa, yo llegaré sobre las seis y si necesitas comida hay cualquier cosa en el frigorífico.
-Gracias. -Dijo ella con apenas un hilo de voz.
-Gracias a ti por ayudarme con el instituto. -Contesté revolviéndole el pelo.
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El Primer Día Del Resto De Mi Vida
Roman d'amourAlicia la típica chica mala que no dejaría que nadie la corrompiese. Con padres extremadamente estrictos, intenta llevar la vida que toda adolescente desearía. ¿Qué pasará cuando Adam, el chico más guapo del instituto, le pida ayuda con un tema? Des...