Capítulo 1:

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La venda que cubría mis ojos se había deslizado un poco. Estaba en una camioneta negra. Los vidrios eran oscuros, pero aun así pude distinguir varias casas a mi alrededor. El sujeto que estaba a mi lado desató el nudo y pude ver un poco mejor, aunque no por mucho tiempo.

A empujones, me bajaron del auto rápidamente y me abandonaron en la puerta de la casa. Miré hacia atrás mientras se marchaban, pero el reflejo de la luz molestaba mis ojos sensibles por largos días en la oscuridad.

—Bienvenida, sígueme —ordenó el hombre que abrió la puerta frente a mí.

Mi cuerpo acongojado y mi mano intentando tapar la luz no me impidió sentir repulsión por la manera en que el sujeto me miraba, pero no podía arrepentirme ahora.

Mi cabeza palpitaba y mi estómago crujía, aunque ya no estaba segura de lo que había comido en los últimos días.

Me llevó hasta el tercer piso de la casa y entramos en una de las ocho habitaciones. Todo relucía, no había ningún rastro de polvo, ningún objeto roto o desgastado.

—Prepárate, ahí tienes ropa. Y baja a las ocho, hoy llega el jefe —soltó.

Observé lo que había tirado en la cama, pero no era más que un conjunto de traje de baño que apenas tapaba lo necesario.

Al mirarme en el espejo sentí miedo, no me reconocía a mí misma. Me había metido en algo demasiado grande para mí y no sabía si lograría pasar tan desapercibida como quería.

La conversación se repetía en mi cabeza una y otra vez. Aquel día, en donde pude haber hecho algo al respecto, me iba a perseguir por siempre.

—Me voy de vacaciones por un tiempo —confesó. Mis manos, que moldeaban la arcilla, se detuvieron.

—¿De vacaciones?, ¿me puedes decir qué te ocurre? Siempre hemos ido de vacaciones juntas —volví a la figura, ahora estropeada. El torno no esperaba a nadie.

Hace varios días Jo había empezado a actuar de manera extraña y en el fondo sabía que esto era solo una excusa más.

—Solo necesito estar un tiempo a solas Bianca, lejos de Roger y toda esta mierda —se quejó.

Quise debatirle, pero debía hacer un esfuerzo por entenderla. La recaída que había tenido con aquel imbécil finalmente la había destruido y lo más sano para ambos era que se alejaran el uno del otro.

—¿Cuándo volverás? —pregunté, enjuagando la arcilla de mis manos.

—No lo sé, ¿un mes?

—¿Me lo estas preguntando Jo? —me crucé de brazos. Se suponía que, de las dos, ella solía tener más seguridad en sus decisiones.

Los golpes en la habitación contigua me devolvieron a mi realidad. Eran golpes secos, y continuos, contra la pared. Caminé, intentando disipar mis nervios, pero los golpes se volvieron cada vez más constantes.

—¿Te molesta el ruido? —salté, provocando que se burlara de mí. Seguramente parecía un perrito asustado e indefenso —Lo siento, a Ivanka le gusta así de fuerte. Estas perfecta así, ponte estos —lanzó un par de plataformas —Te traerán más ropa mañana.

Mientras hablaba por última vez, se encargó de recorrer cada esquina de mi cuerpo con su mirada. Podía sentir los latidos de mi corazón en mi garganta y su sonrisa triunfadora me decía que él lo había notado.

Si debía cumplir con mi parte del trato, esperaba que no fuera con él.


**

¡Hola! Bienvenidos a mi historia, espero que hayan disfrutado del primer capítulo

Estoy actualizando STOCKHOLM a la versión Post-Edición y algunas pequeñas cosas han cambiado; los invito a descubrir qué 😱

La novela esta completa y tiene una segunda parte; ICELAND 🥶

Dejen sus opiniones e impresiones en los comentarios, me encanta leerles 🤎

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