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Mientras que todos daban por hecho que Dazai estaría flotando en algún río de la ciudad, Dazai en realidad se encontraba prisionero por Mori.

— Y... ¿cuándo me dejarás ir? — preguntó ya cansado el castaño.

— Se paciente Dazai-kun. —

— Para ti es fácil, no llevas atado dos semanas consecutivas. —

Si, Mori había secuestrado a Dazai comprando la ayuda de Fyodor, prometiéndole a este que lo mataría. De las 4 semanas que llevaba faltando solo dos fueron obligadas a hacerle perder sus jornadas.

Mori sacó uno de sus bisturí, dejando al castaño hipnotizado.

— Tienes solo dos opciones Dazai; vuelves a la Mafia o te mataré. —

Dazai se echó a reír, mientras que eso solo sorprendía a Mori cada vez más.

— ¿De verdad me capturaste para esto? Ahh... Sabes que no volveré a la Mafia. —

— Si esas tenemos, mi querido Dazai-kun — Dazai interrumpió quejándose de ese trato repentino. Mientras Mori se acercaba cada vez más a Dazai. — Me temo que tendrás que morir. —

— No me matarás. Sigo siendote útil y además me necesitas para sacar el mayor potencial de Chuuya sin pérdidas. —

— ¿Y qué te asegura que siga siendo así? —

El castaño cambió su rostro a uno más serio y deductor, haciendo a Mori soltar una leve risa.

— Dime, ¿qué te asegura que no acariciaré tu cuello con este bisturí? —

La cara de Mori empezó a dar miedo, una cara de un verdadero psicópata, algo que a Dazai no le sorprendía, no es la primera vez que la veía.

Mori continuó.

— ¿Crees que no me he enterado de tus intentos con Chuuya-kun? Qué intentas con eso, ¿sacarlo de la Mafia? —

— Imposible, Chuuya es muy leal a ustedes. —

— Veo que lo sabes bien, si no es eso, estás interviniendo en su trabajo, lo sentimientos solo son una pérdida de tiempo, creí habértelo enseñado hace tiempo Dazai-kun, pero veo que sigues igual de rebelde, pero me niego a que Chuuya-kun sea como tú, asi que te mataré. —

— Perderás corrupción de Chuuya. —

— ¿Y? Nada que un par de entrenamientos puedan solucionar, Chuuya-kun sigue siendo increiblemente fuerte. — Mori hizo una breve pausa y continuó — Pero me temo que no te mataré yo, lo harás tú mismo. —

— Genial, prefiero hacerlo yo a morir por tus sucias manos. — contestó el castaño sacando de él una sonrisa notoriamente fingida. — Siempre deseé morir, ¿será que hoy se me dará esta oportunidad? —

Dazai empezó a cambiar su cara a una placentera y relajada. La idea de morir aún se le hacía agradable.

— Entonces Dazai-kun — tiró el bisturí al suelo mientras que con su otra mano sacaba una pistola de su bolsillo trasero — Lo haces tú, o lo hago yo. —

Dazai se soltó de las cadenas en solo un chasquido. Sus planes no fueron intervenidos, más bien sabía que algo así pasaría y estaba listo para esto, para dejar a Chuuya y a todos atrás y poder descansar eternamente. Aunque en el fondo dolería un poco.

Agarró el bisturí y lentamente lo acercó a su cuello, justo en un punto mortal, antes de rozar su cuello en un movimiento rápido, Chuuya entró en aquella habitación, aparentemente estaba buscando al jefe.

— Bos-, ¿qué? ¿qué es esto? — dijo sorprendido y confuso el pequeño pelirrojo. — Boss, ¿por qué Dazai está aquí? —

— Sólo llegó su final Chuuya. Esto pasa cuando los sentimientos interfieren en el trabajo. —

— Mierda Dazai te dije que no, ¡¿qué mierda hiciste?! —

— Chuuya tranquilizate. —

— ¡¿Cómo me voy a tranquilizar maldito imbécil!? ¡ESTÁS A PUNTO DE MATARTE JODER! — Chuuya aceleró su paso hacia Dazai para arrebatarle el bisturí y así hizo.

— Alto Chuuya-kun, ¿qué haces? ¿Mmh? ¿Defiendes al enemigo? No solo al enemigo, al enemigo más odiado de la Mafia, ¿es esto una traición? —

— No Boss, perdoneme. — seguido de esto se arrodilló ante Mori, algo enfadado, ¿qué demonios estaba pasando?

— Me alegra que no me traiciones Chuuya-kun. Hazme un pequeño favor. — hizo una pausa en la que Chuuya se levantó y se acercó a su jefe. — Mata a Dazai. —

Los ojos de Chuuya se abrieron lo máximo posible mientras que su pupila encogía a un tamaño increiblemente pequeño.

Mori le ofreció la pistola a Chuuya, este la agarró lentamente, se sentía confuso, ¿por qué mierda no le ponían en situación antes que nada?

Chuuya se dio vuelta y apuntó la cabeza de Dazai con aquella pistola.

— Nada mejor que la persona que amo me mate~. —

— Cállate maldita sea Dazai. Pero Boss, ¿cómo usaré corrupción entonces? —

— No la usarás, entrenarás para ir sacando tu potencial poco a poco. —

— Per- — Mori interrumpió a Chuuya.

— Mátalo, estás tardando mucho. —

Chuuya volvió a concentrarse en matar a Dazai, la persona que hace poco descubrió que amaba. Su mano temblaba levemente y el castaño al darse cuenta de esto subió sus manos hasta el gatillo arrebatándole la pistola a Chuuya, pero sin dejar de apuntarse a él mismo.

— Te haré mi último favor Chuuya. —

Chuuya no dijo nada, pero se podía apreciar como pequeñas lágrimas salían de sus hermosos ojos color océano, ahora inundados en dolor y sufrimiento.

— Mierda Dazai te dije que esto saldría mal. — dijo entre sollozos.

— Tenia que intentarlo. Te amo, Chuuya. —

— ...También te amo, Dazai. —

— Ojalá pudiera besarte antes de esto. —

Aprovechando que Mori estaba de espaldas esperando a escuchar el disparo, y que ellos estaban hablando a un volumen donde no les escucharía, Chuuya acercó su rostro hacia el de Dazai juntando sus labios de una tierna y amorosa manera, dando a entender en aquél beso todo el amor que sentía, un beso cálido de 5 segundos era mejor que mil palabras. Chuuya se alejó del castaño ahora aún más dolido.

Una vez que Mori escuchó a la pistola quitar el seguro que llevaba puesto dijo.

— ¿Últimas palabras Dazai-kun? —

Un suspiro tranquilo de Dazai salió de su boca, se sentía feliz, morir sabiendo que Chuuya le amaba, y que cumplió su objetivo de hacer sentir a Chuuya el amor, ¿qué más puede decir? Algo simple pero, significativo.

[ Era de día pero. ]

— Buenas noches, Chuuya. —

[Todo se oscureció de repente. ]

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Histoire terminée. 

- Meredith.


Bonne Nuit, ChuuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora