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Dos años después...
las cosas están peor.

las cosas están peor

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— Oye... ¿Te gustaría tener otro hijo? — Maggie habló mientras terminaba de hacer la cena.

Thomas estaba limpiando sus armas en una mesa cercana a donde ella se encontraba.

— ¿Otro hijo? No. — Contestó bastante concentrado en lo que hacía.

— ¿Seguro? Es decir... Louis ya está grande y un nuevo bebé nos alegraría más. — Lo miró aunque él no lo hacía.

Amor... no se trata de si nos alegraría o no, lo cual no creo, nos traería muchas desgracias. Si podemos evitarnos problemas, mejor hacerlo. — Le brindó una sonrisa antes de comenzar a guardar sus armas, así podían comer.

— Si, eso creo. — Susurró ella.

La noticia que estaba embarazada la golpeó duramente esa mañana, más cuando se notó más subida de peso y un vientre bastante duro para ser solo grasa.

— Iré a buscar a Louis... ¿Estás bien? — Thomas se le acercó colocando su mano en su mejilla así cruzar miradas.

— Si, lo estoy. Todo bien. Me duele un poco la cabeza, no más. Ve a buscarlo, yo terminaré de servir. — Él le dio un beso en la frente y fue al "cuarto" de su hijo.

Suspiró y comenzó a buscar los platos junto a los vasos y cubiertos que tenían para después colocarlos en la mesa.

Les puso fideos a cada uno y ni bien terminó, llegaron Tommy y Louis riéndose. El niño, antes de acomodarse al lado de su madre, le dio un beso en la mejilla.

— ¡Terminé de colorear! Papá me ayudo a elegir el color porque no me podía decidir y... — Este pequeño de cinco años comenzó a relatar todo lo qué pasó en esos minutos junto a otras cosas.

Maggie por más que quisiera escucharlo, se sentía en otra galaxia, recordando lo que había dicho previamente su pareja.

— ¡Mami! No me estás escuchando. — Louis hizo un puchero que hizo sentir culpable a su mamá.

— Lo siento bebé, me siento un poco mal. — Le acarició su pelo.

— ¿Qué tal si te vas a acostar? Lou y yo nos encargamos. — Thomas agarró su mano. Maggie asintió levemente y, luego de pedir unas disculpas, se fue a su "habitación" que compartía con su pareja. — Hey... no te pongas triste. Cuando mami se sienta mejor le encantará oír tus historias. — Tomó en brazos al niño que se había quedado cabizbajo para colocarlo en su regazo. — Sabes que ella ama escucharte.

— Si, pero hace días esta muy mal. Vomita o se marea. — Eso dejó confundido a Tommy. Ella nunca le comentó sobre algún malestar. — ¿Mami se va a convertir en un zombie? — El morocho rápidamente negó.

— Mami estará bien.

•••••

Una vez todo ordenado y limpiado, Thomas le leyó a su hijo un cuento para dormir, este mismo cayó rendido enseguida.

El morocho apagó la vela luego de verificar que este bien arropado, se dirigió a dejar la misma en donde sería el comedor de su casa, para luego ir con su pareja.

La cual se encontraba sollozando intentando no hacer tanto ruido.

Él se cambió por solamente un pantalón gris, ya que comenzaba a hacer calor, para luego proceder a acostarse.

— Hey, por más que intentes calmar tu llanto. Sé que estás mal. — Se puso lo suficientemente cerca para hablar en susurros. — Louis me dijo que te vienes sintiendo pésimo hace días. ¿Por qué no me dijiste? Tengo que ir a buscar medicamentos o algo para eso. — La atrajo contra su pecho para acariciar su pelo.

— Porque no es algo que se solucione con simples medicamentos... o bueno, tal vez. — Exclamó ella luego de un rato más calmada.

— Maggie... deja ya el misterio y dime que sucede.

— Estoy embarazada Thomas.

Thomas quedó en blanco. Las caricias que le estaba dando a su novia pararon.

¿Embarazada?

"Louis ya está grande y un nuevo bebé nos alegraría más."

Las palabras que dijo su pareja hacía un largo rato le llegaron a la mente.

Ella está embarazada.

— ¿Tommy? — Mags se reincorporó y se sentó en la cama. — Dime algo por favor. — El morocho estaba serio.

— Es hora de dormir.

— Thomas.

— No Maggie, ya hablé. Hay que irnos a dormir. — Y sin más se colocó bien en su lado dándole la espalda a ella.

Actuaba muy seco para ser él.

Mags estaba perpleja, sabía que Tommy no quería más hijos, pero... ¿Era necesario actuar así?

Al día siguiente, 10k salió sin tomar ni siquiera algo de agua como desayuno así como ni la saludó al despertarse, solamente le dio un beso en la frente a Lou, por lo que Maggie estaba cada vez más angustiada.

¿Debería abortar?

Tenía mucho miedo de eso.

Ya habían pasado muchos años y, casi seguro, los medicamentos estaban más que vencidos.

¿Y si se tomaba uno y el bebé se convertía en Z dentro de ella? ¿Y si ella moría de noche y atacaba a Lou? ¿Y si...?

Dejó de pensar cuando escuchó un ruido de voces y sintió como alguien subía, se apresuró a agarrar un arma, colocó a su pequeño (que estaba coloreando) detrás de ella y apuntó a la entrada, sin embargo, el golpeteo que habían practicado fue oído, era Tommy... junto a Doc.

— ¡Doc! — Gritó Lou y se abalanzó contra el viejo.

— ¡No puede ser! Estás enorme... ¿Cuánto creciste ya? — El peliblanco comenzó una charla con el menor, a lo que Mags sonrió e inconscientemente se puso una mano en su vientre.

Ella empezó a imaginar a Lou con su hermanito o hermanita, cómo le sonreiría, abrazaría e incluso cómo jugarían juntos.

El problema... es que ella ya no se veía con Thomas.

No me malinterpreten, Maggie esta enamorada de él, lo ama con todo su corazón. Pero... entre sus hijos y él, estaba claro a quien elegiría.

Eran más los riesgos de aborto que los de nacer, además, podría estar más tiempo con Louis y prevenir el asunto del nacimiento.

Iba a tener el bebé, quiera o no su pareja.

O mejor dicho... ¿Ex-pareja?

𝙵𝚊𝚖𝚒𝚕𝚢 𝟺  | Z Nation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora