Seré tu Media Noche © ️[EN PROCESO]

Capítulo 16. Todo es mentira

— Por qué te sorprende tanto? —pregunta Oliver lanzando una de esas miradas juguetonas

— Sabes cuantas noches he tratado de ponerle cara al tan nombrado Kevvo?

— No lo sé, por qué no me lo cuentas?

— En realidad eres tú el pintor o estás representando a alguien que no quiere dar la cara? —una carcajada sonora sale de su boca y por un momento las miradas recaen en nuestra dirección

— Tengo algo para ti —dice al mirarme fijamente y tomar mi mano haciendo que lo siga atravesando la multitud de la galería

Fuera del asentamiento aglomerado de las personas, estamos en el inicio de un largo pasillo, se ven en la distancia varias puertas, a medida que seguimos caminando Oliver se queda parado frente a una puerta blanca con un círculo azul en el medio y uno amarillo más pequeño en el centro de este. Abre la puerta y al adentrarnos quedo totalmente fascinada con el interior, cada detalle es hermoso, es un ambiente totalmente estrellado obviamente por proyectores que lo hacen ver así, en el centro de la habitación hay un sistema solar flotante cuyo centro es el sol, que brilla e irradia luz igual que el verdadero. En el fondo hay lo que parece ser un cuadro con una tela blanca que lo cubre, cruzo de la mano de Oliver en esa dirección y de un solo tirón la tela es levantada cuando quedo aún más sorprendida todavía.

— Es para ti —pronuncia reparando mi rostro que está únicamente apreciando la obra de arte que tengo delante

— Oliver, es hermoso —me acerco para realmente sumergirme en el lienzo que tengo ante mis ojos

Está reflejada la noche que estuvimos en el campamento cuando estábamos en las aguas termales, recuerdo perfectamente ese cielo estrellado, miré hacia él muchas veces porque la mirada inquietante de Oliver hacia mí, me ponía demasiado nerviosa y hacía desviar la mía hacia arriba.

— Esa soy yo? —pregunto curiosa al ver a una chica de cabello rojo en la pintura

— Es Alan  —contesta sarcásticame y me hace reír ante el comentario

— Sí claro lo observaste mucho esa noche

Mi dedo índice recorre sutilmente el dibujo pintado y por unos segundos recuerdo las sensaciones que viví aquella noche.

— Gracias —me doy vuelta y lo miro fijamente a los ojos

Oliver se acerca sin cambiar el rumbo de su mirada y acuna mi cara entre sus dos manos, el toque es suave y delicado, sentir su piel junto a la mía es una de las cosas que más me gustan últimamente. Se inclina hacia mí y deposita un beso corto sobre mis labios, se queda expectante, su mirada camina por todo mi cuerpo pensando en algo para decirme, y ahí, en el silencio más escandaloso de nuestros ojos, vuelve a besarme, esta vez lo hace cargado de deseo y yo le correspondo igual, me parece fascinante el hecho de que haya pintado una de mis noches favoritas y mucho más saber que me incluyó en la pintura, me hace sentir doblemente especial.