Capítulo 1. Desencuentro

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Siempre me he sentido atraída por el arte en toda su forma de expresión; la música, el teatro, el cine, la fotografía; pero últimamente, mis noches estaban siendo ocupada por un arte relativamente nuevo para mí, la pintura

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Siempre me he sentido atraída por el arte en toda su forma de expresión; la música, el teatro, el cine, la fotografía; pero últimamente, mis noches estaban siendo ocupada por un arte relativamente nuevo para mí, la pintura.
La galería era de esas a la antigua, con el piso de mármol pulido, con las paredes arrugadas por el tiempo y sus lámparas clásicas destilando el oro viejo. Las obras básicamente eran noches estrelladas en diferentes partes del mundo, combinando colores cálidos y diferentes formas en las estrellas.

El sito se llenaba, toda la ciudad quería culturizarse, un pintor cuya firma era Kv que hasta ahora no había revelado su identidad, y había alcanzado la fama internacional por sus trabajos, exponía sus obras sólo después de la medianoche, era un detalle más para el misterioso artista, simplemente por ser después de la medianoche era una idea que a mi me encantaba, el silencio y la inmensidad de la noche era lo que me envolvía cada vez más a la hora de apreciarlas.

Altavoz: Cinco minutos para cerrar

Miro mi reloj y ya son las 2:30 a.m

Otra noche más donde las ideas volaban y la imaginación andaba por el cielo gracias a "Kv".
Mi casa estaba a diez minutos de la galería y la ciudad es muy tranquila, vivo en una casa de tres plantas, con una pastelería en la primera, pequeña sucursal de la cadena de dulcerías y pastelerías que están expandidas por todo el país, de la cual mi tía es dueña, y que supuestamente soy heredera.
Desde abajo, ya puedo ver en el segundo piso a mi tía (con quien vivo junto a mi hermana Ashley), con su mirada nerviosa, esperando mi llegada para recordar el discurso de todos los días, diciendo que debo ser un buen ejemplo para mi hermana entre otras cosas. Margaret Maverick, es de las personas que no deseas ver cabreadas. Yo hacía la que escuchaba todos los regaños y cuando ella terminaba, le daba un beso y me iba a mi cuarto, que era el tercer piso, salía a la gran terraza con una manta, un libro, un pedazo de pastel, y desde ahí terminaba de contemplar la noche estrellada.

Llevaba más o menos una semana así, semana desde que había comenzado la exposición.
Trabajo en una librería y un día a casi al cerrarla, llega un chico que nunca había visto, piel blanca como la nieve que se aproximaba a caer, de ojos color miel y unos rizos perfectos como resortes, que caían pegándose a su frente. Observando fijamente y con detalle todas las estanterías, como si buscara un libro en específico, después de recorrer toda la librería se acercó con dos libros

—Me llevo estos —me sonríe

—Buena elección, son € 7,89 por favor —le devuelvo la sonrisa

—Ya lo creo... tú eres nueva aquí verdad?

—Tan nueva como los libros que te llevas

Hablaba en inglés, y en un dialecto que se me hacía familiar por lo que percibí inmediatamente que el que era nuevo en el lugar era él.

—¿Te gusta la pintura? —pregunta arrastrando las palabras

—Últimamente sí

—Te invito a una exposición hoy en la noche -mirándome directamente

Seré tu Media Noche ©  ️[EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora