❝𝗣𝗲𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗗𝗲 𝗠𝗲𝗺𝗼𝗿𝗶𝗮❞ 【Takemichi Hanagaki】-Yandere-

12

Te habías quedado sola en aquella gran casa. 

No tenías nada que hacer o como salir, ya que antes de que Takemichi se fuera te dejo una advertencia.

Si bien. No te iba a dar total libertad en aquella casa, podías pasearte por ella, claro, pero si cruzabas las rejas de dos metros que rodeaban la casa iba a haber consecuencias.

Esas rejas tenían censores que detectaban el movimiento, claro estaba configurado para que detectara el movimiento de personas, ya que sería un problema si detectaría cualquier movimiento.

Y si tú cruzaras aquella reja, ya sea por arriba o por un túnel bajo tierra, lo detectaría y mandaría una señal al teléfono de Takemichi.

Este de inmediato sabría que estabas tratando de huir, mandarías a su personal para regresarte a la casa. Tenía todo calculado.

— Que aburrido... — murmuraste mientras seguías pasando los canales de la televisión.

Tu único entretenimiento era ese, además de que te habían quitado el teléfono, no podías salir de esa casa, era todo una cárcel.

Caminaste por la casa en busca de algo con lo que pudieras entretenerte, no había además que habitaciones vacías.

La cocina de igual modo, Takemichi había dicho que después traería la comida entre más cosas para que pudieras tener una vida cómoda.

Saliste al gran patio que estaba enfrente de la casa, viste que habían flores plantadas en el frente de la casa, parecía ser que querían hacer un jardín.

Decidiste mejorar el jardín con solo lo que tenías, solo necesitabas una pala, fuiste hasta al cobertizo que estaba en la parte trasera de la casa, allí habían cosas de jardinería.

Las llevaste contigo, amarraste tu cabello y empezaste con tu trabajo, estuviste trasplantando llevando de un lugar a otro las plantas y dejarlas bien plantadas. Cuando acabaste fuiste a darte un baño.

Esperando a que llegara Takemichi, si ibas a estar encerrada, le pedirías algo con que entretenerte.

Estabas en la entrada de la casa, abrazando tus piernas esperando señales del pelinegro que llegara.

Cuando visite su auto llegar, alzaste la mirada, el estaciono su auto y empezó a caminar hacia la casa, lo viste su rostro de enojo y junto con el traía un sobre.

Cuando lograste verlo más de cerca te percataste de que tenía una mejilla más de cerca, lo que bien parecía que le habían golpeado ahí.

Te acercaste lo más rápido al ver tomando su rostro en tus manos verificando su era un golpe, y efectivamente si lo era.

— ¿Que te paso? — Preguntase de inmediato — ¿Con quién te golpeaste?

El chico soltó una pequeña risa, te percataste de que también tenía el labio rojo e hinchado.

— ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? — dices de mala gana

— Te preocupas por mi~ —canturreo — Vamos adentro ¿sí?

— Te hice una pregunta antes, ¿Cómo te hiciste eso?

El chico ignoró tu pregunta y camino hacia el frente entrando a la casa, sentándose en el sofá, aflojando la corbata de su traje.

— Takemichi, te estoy hablando... — dijiste de brazos cruzados frente a él.

— Te lo diré si me das un beso~ — dice el con burla, hizo incrementar tu enojo

— No estoy jugando Takemichi

— ¿Y yo cuando dije que era un broma? — replica el

Le gustaba hacerte enojar, el peli negro te toma de la cintura acercándote a el, como estaba sentado en el sofá, te pone sobre él, haciendo que Takemichi este entre tus piernas.

De inmediato te pusiste nerviosa, trataste de huir, pero sus manos se aferraban a tu cintura.

—Takemichi! Déjam-

No lograste terminar tu frase cuando junto tus labios con los suyos uniéndolos en un beso, te quedaste estática, hasta que empezaste a seguirle el beso, el finalizo jalando levemente tu labio inferior.

—Podría volverme adicto a esto... — murmura enterrando su cabeza en tu pecho, a veces lo podías odiar, tanto como lo amas.