5. Me temo que no puedo dejarte ir

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El guardia vigilaba en la torre desde el este, con su linterna brillante alumbrando el alambrado como siempre lo hace, moviendo la luz hacia la cantina para ver la entrada. Sin saber sobre el agujero bajo la cafetería donde muchos rebeldes se juntaban jugar cartas o fumar. O en caso de Harry, tratando de hacer algo que podría costarle la vida.

Cuando el guardia movió la luz de la puerta para alumbrar el alambre, pensó que vio movimiento, pero no había nada.

De repente las luces del lugar se apagaron y la electricidad se cortó. Las defensas del lugar desaparecieron, permitiendo que cualquier rebelde se escape, ahora era la oportunidad.

El guardia rápidamente bajó por la escalera de donde estaba en su puesto y alumbró la luz alrededor de él, enfocando en las esquinas oscuras del lugar.

-Sé que alguien está aquí, sal y no dispararé. - El guardia exclamó apretando la alarma que tenía en su muñeca enviando una señal para pedir refuerzos.

El guardia oyó pasos que se le acercaban rápidamente desde atrás pero fue demasiado lento, uno de los rebeldes lo atacó por atrás haciendo que su linterna se caiga al suelo. El rebelde lo sostuvo, pero éste hizo un sonido parecido a un silbido.

Salí corriendo atravesando el patio en la oscuridad hacia el alambrado que ahora no tenía electricidad. Me detuve y me quité el collar. Era especial para mí. Leah lo había marcado con una piedra y lo había limado por semanas antes de dármelo como regalo de cumpleaños. Tenía miedo de deshacerme de él, pero sabía que era la única manera de enviar un mensaje a los otros, para decirles que estoy vivo.

El guardia luchó mientras observaba a donde alumbraba su linterna caída y sus ojos se abrieron grandes al ver que uno de los rebeldes trepaba por la pared escapándose. Empezó a revolverse en los brazos del rebelde que lo sostenía queriendo ir hacia el generador donde no solamente iba a volver la luz sino que también la electricidad al alambre. El alambre que Harry estaba por atravesar.

El sonido de los soldados rápidamente llegando de la vuelta a la esquina pareció alertar al rebelde el cuál empezó a entrar en pánico. El guardia tomó la oportunidad de derribar al rebelde, haciendo que éste salga volando hacia atrás sorprendido. El guardia se levantó y corrió hacia el generador cuando el rebelde salió corriendo algo mareado.

Rápidamente trepé hasta que estuve por la mitad de la pared y tiré el collar por encima del alambrado. Suspiré de alivio cuando escuché el ruido cuando se cayó al rio. Mi trabajo estaba terminado.

-¡Harry bájate de ahí! - Tom gritó haciendo que mire hacia abajo justo a tiempo cuando Tom y el guardia peleaban por bajar la palanca del generador. Una luz de repente brilló sobre mi haciendo que casi me caiga y de la nada estaba rodeado de soldados, sus armas apuntándome. Empecé a bajar lentamente pasando mi pierna por el alambre pero aun sosteniéndome de él.

Tom de repente voló a mi lado golpeándose la cabeza y por un momento quedó inconsciente.

El lugar se iluminó y no estaba ni a 5 metros del suelo cuando lo sentí. La electricidad quemando mis manos.

Jadeé mientras mis manos se alejaban del alambre, el cosquilleo del shock pasando por mi cuerpo sabiendo que si me hubiese sostenido por más tiempo, me hubiese matado. Sentí que caía en el aire, cuando mi pie se deslizó y mi cuerpo cayendo hacia el suelo, el alambre se hacía cada vez más chiquito y mis ojos se agrandaron sabiendo que probablemente muriera.

Mi espalda se golpeó contra el piso con un ruido seco y mis ojos automáticamente se cerraron, moviéndome abriendo mi boca para gritar pero solamente salió un gruñido.

Los soldados se acercaron, apuntado sus armas hacia mi rostro. Lentamente mis ojos se abrieron y pestañee hacia ellos. De repente alguien se les acercó gritando que se alejaran y lo hicieron, luego el rostro de Max apareció frente a mis ojos sonriéndome de lado.

Bravado (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora