Me desperté a la mañana siguiente por el zumbido de la puerta, no me encogí de dolor como solía hacerlo ya que el dolor de mi cabeza había disminuido. Eso era lo bueno de los avances medicinales. Habían creado una droga durante la guerra para el dolor que el paracetamol común no lograba aliviar. Fue creado para las migrañas, heridas en la cabeza y otras cosas, el efecto era rápido, curando las células dañadas y disminuyendo el dolor. Era una droga interna, una que no podía disminuir el dolor en la superficie de mi espalda.
Giro mi cabeza y veo a Max y a otro soldado entrar a la celda, trato de alejarme cuando Max se acerca, levantándome poniéndome de pie haciendo que suelte un grito. El otro soldado, que era mucho más joven, frunce el ceño preocupado al ver mi espalda.
— Oh por dios. — Susurra y Max deja de moverme y lo mira fijamente, alzando una ceja.
— ¿Has dicho algo? — Max le gruñe haciendo que el joven soldado en entrenamiento se haga hacia atrás con miedo antes de darse cuenta lo que hacía y avanza, su cabeza en alto como un soldado perfecto.
— No señor. — Dijo como un robot. Sus ojos endureciéndose. Max entrecierra sus ojos hacia él.
— No sientas lástima por este rebelde. Pertenece a Charlotte. Te clavaria un cuchillo si yo no estuviese aquí asegurándome de que no lo haga. — Max tiró de mí hacia afuera de la celda sin mirar al soldado, quien solo suspiró y sostuvo la puerta para que Max pudiera sacarme.
Nada de eso era verdad e hizo que mi sangre hirviera. Solo quería asustar al soldado. Ni siquiera tenía la misma fuerza que antes, si peleara con él, seguro me vencería. Estaba demasiado débil.
Estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta que Max giró por un pasillo diferente. Uno que no conocía. Entré en pánico y me removí queriendo soltarme.
— Ya basta. — Susurra colocando su mano en el centro de mi espalda haciéndome gritar de dolor antes de sollozar débilmente. Hacía eco por el silencioso pasillo. Lo dejé llevarme por el pasillo y me empujó hacia un cuarto que parecía ser un baño. Un espejo roto y una ducha al costado con una cortina era todo lo que había.
Dejo salir un suspiro de alivio al ver esto antes de que Max me empuje rudamente hacia la ducha. Me giro hacia él sorprendido. El soldado joven lo miraba aterrado cuando Max levanta su espada apuntándome. Trago duro cuando sus ojos me miran con diversión.
— Desnúdate. — Ordena y mi corazón se acelera. Esperaba que ellos se fueran, pero no se movían, queriéndome verme mientras lo hacía, mi estómago se encogió del asco que sentía antes de girarme. Con manos temblorosas tomo el borde de mi camiseta subiéndola tratando de que no duela mucho.
Estaba por la mitad, la sangre seca despegándose de mi cuerpo mientras lo hacía, haciendo que la sangre fresca manche mi piel. Mi respiración se escuchaba por todos lados y sentía que me iba a desmayar del dolor que me estaba causando. Me estaba debilitando rápidamente.
— Ay por dios. — Max murmura con furia antes de acercarse a mí y quitar el resto de mi camiseta.
— ¡Aaah! — Jadeo, el dolor que esperaba no era tanto como cuando lo estaba haciendo lentamente. Max me la quitó como si fuese una curita.
Baja mis pantalones, dejándome en bóxer, y tiemblo. Esperando que sus manos me toquen pero no lo hicieron y sentí alivio. Quita sus manos pero antes me empuja hacia la ducha.
— Apúrate. — Dice firme antes de girarse hacia la puerta, probablemente parándose delante custodiando para que no escape. Solo quedamos yo y el joven soldado en el baño, el cual me miraba con miedo y su mano en su espada todo el tiempo.
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Bravado (Larry Stylinson)
FanfictionDurante una rebelión en el año 2047, un pequeño líder rebelde guía a su equipo en una misión que sale muy mal y a Harry lo confunden por ser mucho más importante de lo que ya es. "Lo malo proviene del abuso de la libertad de expresión." -CS Lewis "...