20. No dejaré que te lastime

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— No te ha afectado. — Louis suelta un suspiro.

Lo miro, sin poder registrar sus palabras.

— ¿De qué estás hablando? — Susurro confundido, el pensar que él no podía matarme, estaba muy confundido por ello y asustado.

— No, no... no puede ser. Debe haber algún error o algo. — Empiezo a alejarme lentamente, de repente aterrorizado. Sin entender lo que decía pero Louis toma mi mano, me toca sin los guantes y jadeo. Me mira frunciendo el ceño, sus ojos llenos de emoción. — Eres... no sé cómo es posible pero... esto no puede ser una coincidencia Harry. Me estás afectando de manera diferente a como te estoy afectando a ti. — Afirma seriamente luciendo preocupado.

Él no quiere saber en qué manera me afecta. Estoy asustado de cómo me hace sentir, y sé que está mal. Me pregunto si la manera en que yo le afecto es lo contrario, pero no podía ser. Me había besado hace unos días. Eso significaba que le atraía ¿verdad? Debe estar sintiendo lo mismo que yo he estado sintiendo por él.

De repente tomo su rostro y lo miro fijamente.

— ¿Cómo te sientes ahora? ¿Sientes un cosquilleo? ¿Tu corazón se acelera cuando te toco? — Pregunto rápidamente y sus ojos se agrandan asintiendo hacia mí. Entendiendo cada palabra. Muerdo mi labio inferior. — También lo siento. Incluso cuando no estoy contigo. Y duele. — Confieso y el rostro de Louis hace una mueca que nunca había visto antes, con un sentimiento que el todavía no conocía, parecía no ser consciente de sus acciones. Jadeo al ver esto y quito mis manos tapando mi boca con sorpresa.

Louis cierra los ojos y se sienta en el escritorio sobando su pecho. Recuerdo que lo había hecho ante mí el día de ayer pero no presté atención. Ahora estoy tratando de entender que le sucedía. Su pecho le dolía, pero no era su pecho. Recordé experimentar un vacío cuando me dijo que Leah estaba muerta.

Él estaba sufriendo. Su corazón se estaba rompiendo.

De repente, fue como si el cielo no tenía las tormentosas nubes que nos nublaban los días pasados. Todo lo que Louis hizo, fue por miedo, confundiendo su corazón dolorido con puro enojo, siendo cruel, pensando que iba a pasarle. Solo empeoraba, hasta que finalmente esté completamente roto.

Louis emite un sonido de dolor y confusión, y todas las emociones que podía pensar me atravesaron, mis ojos lo miran, estaba prácticamente inclinado sobre el escritorio adolorido. Me mira casi sin aire.

— Por favor. — Exhala. — Haz que se vaya. — Su voz se rompe mientras lagrimas aparecen en sus ojos y corro hacia él preocupado, sostengo su rostro en mis manos y lo observo. No sabía cómo ayudarlo, como podía quitar su dolor. No tenía su don. Él no podía curarse si mismo porque esto era incurable. Esto requería de mi ayuda.

— N-No sé qué hacer. — Susurro cerca de sus labios y él jadea mientras lo siento temblar. Me mira pidiendo piedad.

— Si sabes. — Jadea. — Sabes exactamente que hacer. — Me observa. No pude evitar mirar sus profundos ojos azules, viendo todas las emociones juntas. Me estaban atravesando y hacia que mi interior ardiera.

Trago duro, sabiendo que era lo que me quería decir, y lentamente acerco mis labios hacia los suyos.

Louis gime en el beso y pasa su lengua por mi labio inferior pidiéndome permiso para entrar. Abro mi boca dejando que la explore a su gusto. Los recuerdos de la última vez pasan por mi mente.

Mis manos se colocan en sus mejillas y luego hacia su pelo, enredándolos en su suave cabellera como la última vez. Me acerca hacia él, con sus manos en mi cintura mientras lo hace, y lo dejo. Su toque mandando electricidad al mío.

Es cuando lleva sus manos a mi espalda que me separo dejando salir un grito, agachándome del dolor que sentía. Los ojos de Louis se agrandan y rápidamente quita sus manos mirándome con una expresión preocupada en el rostro.

Lagrimas hacen picar mis ojos mientras escondo mi cabeza en su pecho, mis manos tomando el borde del escritorio a su lado. Pestañeo varias veces para detener el llanto.

— ¡Harry! — Jadea sin entender lo que pasaba, acercándome a él, siendo cuidadoso de no tocar mi espalda que tenía los cortes causados por el látigo. Su cabeza pasa por encima de mi hombro mirando hacia abajo mientras con sus manos toma el borde de mi remera subiéndola despacio, revelando las múltiples cicatrices y cortes que adornaban mi espalda. Jadea al ver eso y luego frunce el ceño.

Rápidamente coloca su mano bajo mi mentón levantándolo para que lo mire. Su rostro era una mezcla de enojo, preocupación, confusión, y sus ojos apenas nubosos. Estaba petrificado al sentir tantas emociones al mismo tiempo.

— ¿Quién te hizo esto? — Susurra con dolor en su voz. Lo miro con una mueca de dolor.

— Max lo hizo. — Aprieta sus dientes al pensar en el soldado. — Le ordenaste que lo hiciera...— Termino de decir confundido, y Louis me mira boquiabierto.

— No, no lo hice. Nunca le dije que haga eso. — Louis afirma negando con su cabeza. Bajo mi rostro al oírlo. Louis nunca quiso torturarme. Max lo hizo por su cuenta, sin decirle a Louis. Asegurándose que no haga nada delante de él, por eso me ayudó a sentarme, haciendo que me duche para sacar el hedor a sudor y los restos de sangre. Niego la cabeza con asco al pensarlo. — Nunca me ha desobedecido de esta manera. — Louis continúa luciendo herido. — Sabe que nunca te lastimaría de ninguna manera.

Cierro fuertemente mis ojos, una lágrima cae por mi mejilla. Louis la atrapa y la quita, con miedo a lastimarme, nota que había algunas pequeñas cicatrices en mi rostro donde el látigo me dio y se acerca besando cada una de ellas.

Mi corazón se acelera cuando lo hace y me relajo cuando su dedo las toca, dejando un leve cosquilleo cuando las cura.

Antes de quitar su mano, abro mis ojos y lo miro mordiendo mi labio.

— Eso no es todo...— Empiezo lentamente y Louis me mira con el ceño fruncido, quitando otra lagrima que cae de mis ojos y coloca su mano en la mejilla. — Le dijo a Lucy que le ordenaste que no me diera pastillas para aliviar el dolor. Dijo que si se enteraba lo que ella hizo, la matarías. — Louis empalidece ante esto. — La amenazó, Louis. — Muerdo mi labio inferior nuevamente para evitar llorar. — Me merecía lo que hizo-

Para. — Louis dice firme con una mueca de dolor. Pasa su mano por mi pelo y me relajo ante su toque. Me da un pequeño beso en los labios antes de mirarme seriamente. — Nunca más digas eso. Te lo prometí, que nunca pasarías por algo así otra vez. No dejare que te lastime, nunca más. — Afirma y quiero llorar de alivio pero trato de no hacerlo. Parecía entender lo que me sucedía, por lo que me acerca besando mi frente suavemente.

Luego de un momento de estar abrazados, se aleja.

— ¿Te duele ahora? — Pregunta preocupado y no dudo en responderle.

Sinceramente... — Empiezo y suspiro. — No lo sé. Me duele tanto que no puedo saber de dónde proviene, mi espalda, mi cabeza o mi corazón. Todo mi cuerpo... lo siento como dormido.

Louis deja salir un suspiro algo tembloroso mirándome, su mirada seria ahora era una de preocupación pasando una mano por mi brazo confortándome.

— Bueno. — Susurra. — Veré que puedo hacer.


BASTA, son muy tiernos ahora.

TAL VEZ, suba otro capítulo hoy, veré que puedo hacer ;)

Bravado (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora