La nueva coreógrafa, Con Kim Taeyung

14-Enfermo

Luego de una extensa plática con Suga hyung sobre mis sentimientos, le pedí que me cubriera con los chicos, no podía verla, debía alejarme porque no sería capaz de tratarla de la manera más educada posible, así que le pedía que inventara una excusa, que me encontraba enfermo o que algo pasó con mi familia.

Y esa misma madrugada me fui con mis padres.

Apague mi celular y me desconecté por 5 días, en los que solo me dedicaba a fingir sonrisas en el día y llorar en las noches.

Al día 6 fue mi representante junto con uno de los manager a buscarme, ya se habían tardado.

No me sentía listo para verla y hacer como si nada, pero quien debía esconder la cara de vergüenza era ella y no yo.

Así que me arme de valor, me despedí de mis padres y volví a Seoul, el trayecto fue en silencio y a pesar que que no quería pensar en ella era lo único que hacía.

Era una porquería.

Me llevaron a la casa y los chicos aún estaban ahí, así que lo primero que hicieron fue abordarme a preguntas sobre lo que pasaba, en esos momentos agradecía que quien me haya encontrado esa noche era Suga hyung, era frío como el hielo, pero sabía guardar secretos.

Les dije que estaba todo bien y algunos lo tomaron como lo que quería, que me dieran espacio, en cambio Jimin me veía molesto desde el sillón.

Era lógico, era de suponer que mi mejor amigo supiera que me pasaba o al menos el motivo por que que me fui, pero no era así.

Entre al cuarto seguido de RM, el cual me lleno de sermones estupidos sobre la confianza y sobre la familia sin lazos de sangre, hasta que entro Suga y con un movimiento de cabeza el primero salió del cuarto, aveces odiaba cuando ejercía su poder de hyung con migo, pero hoy me convenía que lo haya usado en mi beneficio.

Hablamos de trivialidades, de nuestra ciudad, de mis padres, pero notaba que tenía algo que decirme, porque veía claramente su pelea interna por saber que hacer.

Luego de haber conversado y asegurarle que ya me encontraba mejor, aunque no fuera así, se puso de pie y tomó la perilla de la puerta, pero se detuvo, entonces habló.

-Ella se fue-, dijo y no pensé que tres palabras me dolieran tanto, aún más que el hecho que tenía a alguien, -Dejó esto para ti,- dijo sacando un sobre blanco de su chaqueta, -Yo que tú lo botaría-, siguió mientras lo colocaba en la mesita que se encontraba al lado de la puerta y salía de la habitación.

Ellos irían a la empresa a practicar, y yo me quedaría por hoy para recuperarme del viaje según RM.

Pero ahora deseaba ir con ellos, no quería estar con la tentación de leer lo que sea que escribió ahí, quería odiarla, pero no podía.