CAPÍTULO 24

459 50 9
                                    

Maratón 10/12

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maratón 10/12

Sam: Oye hermano —llamó a Hyunjin en medio de la tarea colaborativa que el profesor les había mandado, esperando a que los demás chicos terminasen de cortar su propia leña, en medio de una enorme fila, teniendo una leña propia en una de sus manos y unos guantes rojos sobre la otra.

Hyunjin: ¿Sabes que tengo un nombre, no?

Suspiró. No estaba en sus casillas en ese mismo instante. No cuando recordaba a Felix tan cerca y esos labios tan deseosos que no lo dejaban ir a concentrarse en sus verdaderos deberes.

Sam: Lo sé hermano gruñón —negó y suspiró en un intento de no llamar la atención de los demás chicos de su cabaña— pero no quiero llamar la atención de los demás para que escuchen lo que voy a decir 

Negó acercándose un poco más, colocando una de sus manos de lado cerca del oído del mayor para dialogar en un susurro. Este último sólo pudo retroceder un poco hacia atrás con la única intención de no sentir el calor aliento de su único hermano.

Osea. Iugh.

Hyunjin: ¿De qué se trata Sammie? —suspiró.

Sam: Es sobre Lixie. Felix es el problema.

Mencionó, provocando en ese mismo momento que el mayor se aleje casi tosiendo un poco rojo, recordando todo de golpe.

Pero si el menor dijera que es torpe es muy poco, porque no lo es. Cuando se trata de lo que le pasa tanto a su hermano como a la persona que le gusta, es muy hábil en descifrar todo.

Sam: está actuando muy raro. Hoy me vio pero ni me saludó, sólo huyó cubriéndose con un balde. ¿Qué sucedió? ¿Fue por lo que te conté y ya no me quiere ver?

Aún así bajó la mirada. 

Se sentía extrañamente solo y un tanto abrumado por el menor. Llegando al punto de pensar que él era el problema en ese momento. Él hacía que su pequeño niño se complique. 

Que mala idea había sido el confesarle sus verdaderas emociones y reacciones que el menor le provocaba.

Ahora lo había ahuyentado.

Vaya día.

Aún así, el menor había aceptado ir despacio como el llegar a intentarlo. ¿Eso era una mentira para no hacerle sentir mal?

Pero si él había aceptado, ¿por qué ya no quería mirarlo a la cara de frente y huía cada vez más? 

Eso lo hacía sentirse muy apenado y triste a la vez, por lo que quería en ese momento un lápiz artístico, acuarelas, sus pinturas y un lugar libre en el bosque para desfogarse con una de sus mejores pasiones, el arte. 

GEMELOS HWANG [Hyunlix | Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora