Love and Bullets

27. Final

Tomy Márquez parece de la altura de sus hermanos mayores, pero a penas les llega por los hombres, lo que lo hace ver alto es su cuerpo atlético pero bien preparado físicamente, el entrenamiento militar lo había vuelto así, nada que ver a las fotos que he visto de él cuando era un adolescente, delgado pero con ese toque de niño bueno en su mirada.
Ahora él era diferente, ya no tiene esa mirada de niño bueno, ahora puedo ver que ser militar te cambia y mucho. Rostro perfectamente afeitado, cabello corto, brazos marcados pero no demasiado y sus ojos, son los de su madre, esos ojos marrones con una mezcla café y miel.

Ni bien nos presentaron Tomy me dio la bienvenida, ahora entiendo ese complejo de ser el pequeño de la familia, esta claro que él no quiere sentirse así, se nota a leguas que lo sobre protegen como si él fuera a romperse en cualquier momento, sobre todo en Ángeles y en Dante.
Durante su charla interrogatorio de donde estuvo desplegado todos estos meses, Tomy se encargó de responder a sus preguntas con respuestas cortas y sin mucho detalle, Líbano, Kandahar, Beirut, son algunos de los sitios a los que fue, según explico, y eso era todo, sobre lo que estuvo haciendo allí con su unidad no dijo nada, tampoco es que podía hacerlo.

En cuanto a Nicolás, si bien se abrazaron se podía notar la tensión entre ambos, su padre actuó medio reticente y apenas intercambió palabras durante la cena. Ángeles esa feliz de tener a su pequeño en casa después de meses, todos lo están.
Durante el postre me disculpe al levantarme de la mesa para ir a cambiarme de ropa, me sentí extraña alrededor de ellos, como si estuviera fuera de sitio o quizás sólo sea porque mi padre había decidido entregarse a la justicia y asumir sus culpas, que mi madre estuviera a resguardo lejos de la ciudad y aunque ella me aseguró de que estaba bien a pesar de estar preocupada por papá, no dejó de pensar en como se debe estar sintiendo, de todos modos Román quedó en ir a verla.

Bajé a la cocina por un vaso con agua antes de ir a mi encuentro con Danna, por la ventana vi a los cuatro hermanos reunidos en el jardín, sentados sobre las almohadas en el cesped, bebiendo cerveza y charlando, mientras bebía Tomy se levantó para volver a la cocina por otra cerveza.

-Me alegra mucho que mi hermano halla encontrado a alguien como tú en su vida- me dice cuando aparece y saca de la heladera una lata.

Se había sacado el uniforme militar para ponerse ropa de civil.

-Gracias- contesto lavando el vaso-. Tu familia esa feliz de que estés aquí.

- Y yo, pero es la calma antes de la tormenta- dice serio apoyándose contra la columna.

Tomy es cuando mucho, muy distinto de sus hermanos mayores.

-¿Por qué lo dices?- tengo curiosidad.

-Dentro de tres días despliego con mi unidad de nuevo- confiesa.

-¿Tres días?, es poco tiempo.

-Lo sé, por eso lo decía- hace una mueca- mis padres empezarán con que ya he tenido suficiente con mi acto de rebeldía, ya te habrá dado cuenta de que mi familia tiende a protegerme demasiado.

- Es porque se preocupan por ti y tienen miedo por lo de tu problema de corazón.

-Mi corazón esta bien, hace mucho que lo esta, si no lo estuviera el ejército no me hubiera aceptado o cada seis meses hacerme los dichosos controles- revolea los ojos.

-No te sientes cómodo por como te tratan a pesar de que estás bien- concluyo.

-Si, no pueden evitarlo, es por eso que decidí alistarme sin su consentimiento- admite- una de las muchas razones por las que lo hice- suspira con pesar- intentan darme su apoyo pero esta claro que siguen molestos conmigo sobre todo Dante y Elías, Denis es un poco más comprensivo, él no me trata como si fuera una débilucho que necesita ser cuidado.