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Por fin el día miércoles había llegado y con él el festival del día del padre. Habían niños por doquier disfrazados de lo que les correspondía, algunos de ratones, otros de árboles, otros de granjeros, de nubes, etcétera.

Pero habían dos niños en especial que llamaban la atención de todos los presentes por dos razones.

1. Sus trajes de ratoncitos perfectamente hechos.

2. Su ligero pero muy notorio parecido.

-¡Yeonjun!

-¡Soobin!

Los dos niños se miraron entre sí y murmurando un "Mi papá me llama" fueron corriendo hacia estos.

Ambos padres quedaron paralizados sintiendo un vacío profundo en sus pechos al gritar los nombres de sus hijos, pues ambos hombres reconocieron la voz del otro en cuanto gritaron por sus pequeños retoños llenándolos de recuerdos, palabras, sentimientos y sensaciones.

Los dos giraron sus cabezas lentamente para comprobar que la persona que escucharon en verdad fuera la persona que estaban pensando.

"No puede ser" pensaron.

-H-Hobi -habló Jungkook tratando de sostenerse de alguna parte-. ¿Q-Qué hace T-Taehyung aquí?

Su lengua hormigueo al pronunciar aquel nombre que al igual le hizo tanto daño en el pasado lo llenó de todas las formas existentes, aquel nombre que pronunció, gritó, gimió y lloró.

En su tiempo, al pelinegro le costó mucho tiempo recuperarse y el estar embarazado de aquella persona que solo lo usó como regalo de despedida de soltero -al menos eso es lo que pensaba- y el verlo aquí justo cuando es el día del padre, justo cuando su vida está más que bien, justo cuando había dejado de llorar en las noches por él,  lo estaba destrozando por dentro.

Y el castaño tampoco la está pasando de maravilla, pues al regresar de ese grandioso viaje con un sentimiento horrible en su pecho entró en una profunda depresión, nada ni nadie lo había podido sacar de ahí hasta que nació su hijo, ahí fue cuando se dio cuenta de que debía de levantarse y hacer algo con su vida, pidió el divorcio y se dedicó a buscar a Jungkook, tratar de disculparse y por supuesto recuperarlo, sin embargo, no fue fácil y se rindió dejándolo ir después de un año de búsqueda, decidió aprovechar el tiempo con su hijo guardando esos recuerdos en su corazón y mente hasta ahora.

Seguían sin apartar la mirada aunque sus hijos les jalaban el pantalón para que les hicieran caso.

-Sana -habló el castaño-. Ahí está Jungkook -dijo apenas audible con una ligera sonrisa.

-No mames, ¿dónde?

-Ahí en frente tonta.

Sana dirigió su vista hacia donde la tenía su hermano atragantándose con las galletas de animalitos al ver que si era el antiguo amor de su hermano. 

¿Qué pasará ahora?

Weekend | Taekook M-PregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora