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--Jackson, Ryunjin, Jun, vámonos –habló parándose de su asiento dispuesto a irse pero una mano en su muñeco lo detuvo.

-Espera, por favor, no quiero dejar las cosas así –habló el castaño con mirada suplicante-. Sana, llévate a Yeonjun al carro por favor.

La chica asintió y cargó en brazos al pequeño llorón de Yeonjunnie, quien sufría porque Soobin había llorado.

-¿Qué quieres?

-Sólo quiero decir la verdad, porque está claro que aquí hay un malentendido.

Hoseok lo pensó un poco, lo primero que s ele vino a la mente fue mandarlo a la mierda, pero también estaba la opción de quedarse y saber qué fue lo que realmente pasó.

-Bien, pero rápido.

-Gracias...Hoseok, ¿Cierto? –asintió-. Bueno, por dónde empiezo.

-¿Por qué no empiezas por la parte en donde utilizaste a mi hermano como regalo de despedida de soltero?

-Rayos, como les encanta repetir eso.

-Olvídalo, nos vamos –dijo levantándose de su asiento fastidiado dispuesto a irse.

-¡No! Lo siento, por favor quédense, es que no encuentro la manera de explicarlo pero si de algo estoy seguro es de que no utilicé a Jungkook.

-¿Entonces? ¿Qué fue lo que dejó a mi hermano deprimido por tanto tiempo?

El castaño se sorprendió por lo antes dicho. Tomó un sorbo de agua que desearía que fuera vodka y continuó.

-Créeme que él no fue el único que la pasó mal, antes de conocerlo me iba a casar con mi ex mejor amiga. No la amaba, la quería como amiga pero ella se enamoró de mí y como el idiota que soy le propuse ser mi novia y después matrimonio. Te preguntarás "¿Por qué?" y la verdad es que no lo sé, supongo que me sentí con la obligación de estar con ella, parte nuestras familias estaban muy felices y no tuve de otra –hizo una pausa tomando otro sorbo de agua para tranquilizarse y siguió-. En fin, unos días antes de que me casar decidí irme de fin de semana a la casa de mi primo y casualmente ahí se encontraba Jungkook. Recuerdo que nos encontramos varias veces de camino para allá –dijo mirando hacia la nada con una sonrisa-. Al descubrir que tendríamos que estar ahí todo el fin de semana me molestó, ya que yo estaba ahí para llorar por la estúpida decisión que tomé pero al mismo tiempo estaba feliz porque estaría con un chico bonito como Jungkook. Lo que hicimos no tengo porqué contártelo, supongo que ya lo sabes –al ver que Hoseok asintió un poco más relajado decidió continuar-. El lunes era mi boda, sin embargo, yo seguía en la cama con Jungkook, recuerdo que esa mañana ha sido una de las más difíciles de mi vida, ya que tenía que decidir si quedarme con Jungkook el tiempo que restaba y ser feliz o ir a mi boda y ser infeliz por siempre. Estaba decidido a quedarme con Jungkook y mandar todo a la mierda pero me llegó un mensaje de mi prometida diciendo que estaba embarazada. No pude hacer nada, así que dejando mi corazón y mi alma en la cama me levanté, recogí mis cosas y me fui. Le dejé una nota a Jungkook, obviamente no me creyó y ahora me odia.

Hoseok tenía los ojos cristalizados al igual que su esposo quien se había quedado a escuchar el relato.

-¿Y te casaste?

-Sí, me case pero no duró mucho, pues después de casarme me dediqué a buscar a Jungkook sin embargo, no lo logré, lo único que sabía de él era su nombre.

Cuando nació mi hijo toda mi atención se centró en él y me rendí con m búsqueda, me divorcié y ahora estoy aquí.

-Diablos –habló Hoseok-. No sé qué decir, todo este tiempo creí que eras un idiota que embara- digo, que usó a mi hermano.

-Tranquilo, sé que Soobin es mi hijo.

-¿Qué?

-Yeonjun me dijo que Soobin lo invitó a su fiesta de cumpleaños, es cuestión de hacer cuentas y no sabes cómo me siento ahora que sé que es mi hijo.

La mesa quedó en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos y arrepentimientos hasta que uno por fin habló.

-¿Puedo pedirles un favor?

-Depende –respondió Jackson recibiendo un golpe de parte de su esposo.

-Dinos.

-Quisiera reunirme con Jungkook y poder explicarle todo esto.

-¿Quieres...?

-Su número de teléfono, por favor.

-Oh no, eso sería la tercera guerra mundial, ¿por qué no te esperas a la fiesta de Binnie? Sería un encuentro por casualidad, de nuevo.

-De acuerdo, en ese caso, ¿me darías el tuyo? No sé dónde vive y...

-Claro.

Después de pasarse sus números de teléfono se despidieron y se fueron cada quien a sus respectivos automóviles

"Por favor que funcione, te perdí una vez, no dejaré que pase de nuevo".

"Por favor que funcione, te perdí una vez, no dejaré que pase de nuevo"

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Gracias por leer, votar y comentar, espero que les haya gustado.

¿Qué quieren que pase en el segundo reecuentro? Lxs leo.

Nos leemos 💓

Weekend | Taekook M-PregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora