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- ¿Q-Qué? - Me preguntó sonrojado saliendo de su escondite.
- Kaku, quiero que hagamos el amor. - Dije tomándolo del mentón viendo miedo en sus ojos.
- Pero te haré daño, no quiero eso, eres dem- No continuó porque notó como empecé a rozar nuestras zonas íntimas.
- Confía en ti~ Yo sé que no me matarás~ - Pronuncié para juntar nuestras frentes y suspirar pesadamente. - Ahora bésame mi rey~
Entonces él empezó a besarme con desesperación, le seguía el beso mientras pasaba mis manos por su trabajado cuerpo, mientras que él se dedicaba a dar apretones en mi trasero. Poco a poco la temperatura subía y al tener que coger aire, me separé quitando la camisa que llevaba bajo la atenta mirada de Kaku. Cuando ya no tenía la camisa le dejé ver esa lencería roja que había decidido ponerme. Me daba vergüenza levemente pues se quedó contemplándome, parecía que se le iba a caer la baba.
- ¿Qué pasa lindo? ~ - Dije para darle un sentón provocándole un gruñido.
- Te ves hermosa~ - Soltó para empezar a besar mi cuello y a acariciar cada vez más mi figura.
- Gracias~ - Tiré levemente de su cabello escuchándolo gruñir.
Entonces noté como sus manos se fueron frenando hasta llegar a mi espalda baja, empezando a meterlas por dentro de mi ropa interior provocándome un escalofrío.
- Tienes una piel suave~ - Me susurró en el oído sensualmente. - Me encanta~ - Entonces mordió el lóbulo de mi oreja provocando que me mojara más.
Poco a poco bajé mis manos por su pecho hasta llegar a su pantalón. Él en cambio bajaba sus besos hasta llegar al inicio de mis pechos, en ese momento sacó sus manos de mi trasero, las subió para quitarme el sostén y nada más observo mis pechos sin nada que los tapase, empezó a lamer uno como un bebé, pero mordisqueando. Por mi parte, al sentir su atención y como volvían sus manos a mi trasero, desabroché el cierre del pantalón y metí una mano adentro de su bóxer empezando a acariciar su problemita, mientras mi otra mano pegaba más a Kakucho a mi pecho.
- Ah~ lo haces muy bien cariño~ - Pronuncié mientras lo miraba enternecida pues tenía los ojos cerrados y succionando mi pecho con un bebé. - Pareces un tierno bebé~
Él al escuchar eso se separó escuchándose un "pup" y me miró con una sonrisa coqueta.
- Este bebé es de todo menos tierno~ - Soltó, para volver a repetir su acción, pero en el otro pecho.
Cuando terminó de jugar con mis pechos pude observar que ambos tenían marcas de mordidas bastante profundas alrededor de los pezones provocándome una leve risa. Vi como echó la cabeza para atrás, porque sin querer apreté su paquete, y pude escuchar un gemido ronco que se le escapaba de la garganta. Me pareció tan bueno que repetí mi acción intencionadamente varias veces, sin saber que estaba en la boca de la bestia que recién despertaba.
