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Había un gran silencio en el lugar. No nos lo esperábamos para nada. No todos los días te enteras de que tu novia es la hermanastra de tu jefe o que tu hermanastro es el jefe de tu pareja.
- ¿Mikey? - Me dijo para contestarle con un sonido de afirmación. - A la madre... Mi padre se la rifó... - La escuché atentamente para reír.
- Pues ahora hay varios problemas que arreglar ¿no? - Dije dejándola en una silla del lugar y buscando un botiquín. - Sobre tus demás hermanastros lo que te puedo decir es que están muertos.
- Que bien... Me toca ser hermanastra de mi enemigo y ni siquiera tengo a otro hermanastro o hermanastra que me ayude. - Dijo acariciando su cara. - Ahora tendré que arreglar lo que he provocado...
Encontré un botiquín en un cajón, así que me acerqué a ella escuchando lo que decía para soltar una risita mientras le curaba.
- Mira el lado bueno linda... Si Mikey se lo toma a bien podré decirle que tiene a su cuñado cerquita de él. - Sin poder aguantarnos más empezamos a reír.
Sabíamos perfectamente que esto iba a ser un problema pues había una guerra entre pandillas y como que irle a tu rival diciendo que eran hermanos era un poco de cine. Pero lo lindo era que pasase lo que pasase yo me quedaría con ella y ella conmigo.
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Había pasado una semana, el conflicto estaba tranquilo pues Mikey buscaba el topo que teníamos y T/N buscaba alguna manera de arreglar el problema.
- Te veo muy animado. - Comentó Koko entrando a la cocina viéndome cocinar. - Desde hace una semana estas así... Pareces un adolescente. - Me giré para verle y solo le regalé una sonrisa.
- Sí, es que me siento más feliz. - Contesté para seguir cocinando.
- ¿Acaso ya no necesitas ayuda para lo del...? - Él se quedó en silencio y yo lo miré esperando a que terminará la frase. - ¿Canibalismo?
- No, no, sigo necesitando para ciertas cosas, pero no es nada, casi lo tengo dominado.
Rindou y Sanzu se habían asomado por la puerta nada más escucharon como Koko dijo "La palabra maldita de Kaku" como ellos lo decían, pues siempre se alteraba cuando se le mencionaba. Cuando me escucharon sus ojos y boca se abrieron como platos.
- ¿Kaku está drogado? - Preguntó Sanzu al Haitani, pues hicieron un círculo junto a Kokonoi para discutir este serio problema.
- Eso parece - Dijo el de pelo blanco.
- Se llama amor, idiotas. - Dijo Rindou para separarse y dirigirse a mí. - ¿Quién es la afortunada Kakucho?
Entonces entró Mikey a la sala encontrándose el alboroto que había formado sus queridos compañeros.
- Ella simplemente es perfecta. - Dije sonriendo embobado. - Pero no nos podemos ver últimamente. - Mikey me miró atentamente. - Pero todo hay que confesar y he de decir que el último encuentro que tuve con ella se va a quedar en mi memoria por siempre. - Iba a seguir hablando hasta que Rindou me tapó la boca.
