9. Campanario 🔥

415 40 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- Mierda - Murmuré apoyando mi cabeza en el hombro de mi novio.

- ¿Qué pasa? - Me preguntó intrigado al ver mi actitud.

- Pone una norma, pero no lo llegó a leer bien pues está la página rota. - Contesté levantándome fijándome en que los lobos ya no estaban.

- Seguro no es importante. - Dijo levantándose para tomarme de la mano y seguir subiendo.

Entonces llegamos a nuestro destino principal. Me quedé sorprendida al ver que todo estaba colocado como si no hubiera estado abandonado este lugar. Antes que un campanario parecía una pequeña anotación, las campanas no estaban, en su lugar había unas ventas antiguas con unos almohadones para sentarse. Las paredes con ligero musgo quedaban perfectamente con la alfombra del suelo roja que iba a juego con los cojines. Farolillos iluminaban la sala con sus velas de cera, causando un ambiente más agradable.

- Que pasada. - Comentó mi pelinegro.

- Ya ves, pero no comprendo cómo se ha mantenido esto así... Supuestamente solo conocemos esto nosotros. - Comuniqué para abrir una de las ventanas y contemplar la luna llena que se ubicaba esta noche en nuestro cielo.

Narra Kakucho

La observé atentamente sonriendo anonadado. Se veía como una diosa con la luz de la luna en su rostro y en la postura en la que estaba me dejaba más que fascinado. No quería arruinar el momento, pero no me pude resistir y avancé a dónde ella estaba. La tomé de la cintura pegándola a mi cuerpo mientras que con mi otra mano la tomé del mentón.

- Así te ves tan hermosa que te me haces irresistible. - Solté para que, antes de que me respondiera, besarla con sentimiento y poco a poco profundizar dicho convirtiéndolo en uno húmedo y caliente.

- Kaku... - Dijo ella al separarnos mientras que acariciaba mi pecho.

Esta chica me había cautivado y se podía decir que la anhelaba como si de una droga se tratase, ella era mi adicción, y ahora necesitaba consumir.

Para mi sorpresa, ella me volvió a besar mientras que iba quitando los botones de mi camisa, uno a uno, dejando mi torso a su vista. Comenzó a palpar dicha parte de mi cuerpo, como si se tratase de una cosa frágil que en cualquier momento se pudiera romper. Mi abdomen ejercitado se sentía magnífico bajo las yemas de sus dedos suaves como las uvas que provocaban en mí una mayor agitación.

Cuando nos separamos del beso ambos teníamos nuestras respiraciones agitadas, pero eso no me impidió cogerla de los muslos para colocar su espalda contra la pared. Para no caerse, mi linda novia, enrolló sus piernas alrededor de mi cintura provocando que nuestras intimidades sintieran la del contrario encima de la ropa. Por mi parte le quité la vestimenta de arriba que llevaba hoy para después seguir besándola fogosamente a la vez que le desvestía. Ni ella ni yo nos resistimos más estábamos necesitados después de la primera vez que lo hicimos.

La tumbé en la alfombra roja y, mientras ella acariciaba mi espalda, empecé a dejar un camino de mordidas por todo su cuerpo desde su cuello hasta sus gemelos. Luego me dirigí a sus pechos para empezar a lamerlos y succionarlos dejándole marcas que serían las pruebas de que él había estado allí. Ella solo podía gemir por la sensación que le estaba brindando, hasta que ya no hubo más piel que marcar provocando que mis marcas y besos bajasen con la intención de llegar a su parte íntima pero solo llegué hasta su cintura pues sus traviesas manos se metieron en mis pantalones empezando a acariciar el bulto que tenía escondido dentro la prenda.

Al sentir su tacto me senté en la alfombra dejando que ella se pusiera encima mía. Pasaba su mano lentamente, pero presionando con delicadeza, a veces solo pasaba su dedo índice juguetonamente, pero siempre provocaba que mi cabeza mirara al techo de aquel campanario, sumado a los gruñidos que salían de mi garganta.

Cuando sentí su mano adentrarse en mi ropa interior y empezar a satisfacer a mi amigo, no pude evitar soltar un gemido de lo bien que se sentía provocando que su excitación aumentara al igual que su ritmo. Podía observar de reojo con sus fluidos caían poco q poco por sus piernas al estar arrodillada frente a mí.

☔︎ 𝐀𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐬 ❦︎  ᵏᵃᵏᵘᶜʰᵒ ʰⁱᵗᵗᵒ ˣ ᵗⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora