CAPÍTULO 26

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Narra Alejandra

Llegamos a casa de los chicos y llamamos al timbre. Esperamos y esperamos, pero nadie nos abre la puerta. Estefi vuelve a llamar, esta vez nos abre la puerta María, al vernos nos sonríe de una forma muy falsa y luego nos cierra la puerta en la cara

-¡Ábrenos la puerta, so zorra!- grita Laura dando puñetazos a la puerta

Ella vuelve a abrir la puerta y mira con cara de ofendida a Laura

-¿Zorra yo?- pregunta María asombrada

-No- dice Natalia- la vecina

-Pero si no hay vecinos por aquí- contesta ella totalmente en serio mirando a su alrededor

-Se os olvidó decirme que también es tonta- comenta Natalia

-¿Y tu quien eres?- pregunta Mária mirando a Natalia de arriba a abajo con cara de asco

-Tu mayor pesadilla- contesta ella

Antes de que María pueda decir algo más, Laura la aparta de la puerta de un empujón y entramos a la casa de los chicos

-¿Donde están?- pregunto

-Arriba- contesta la plástica

Una vez arriba nos ponemos a buscarlos, poco después los encontramos. Se encuentran en una habitación Carlos sujeta a David y Dani sujeta a Blas, Álvaro está en el medio. David y Blas tienen la cara manchada de sangre, ambos se miran fijamente como si se fuesen a matar

-¿Se puede saber qué está pasando aquí?- pregunto

Por primera vez desde que entramos los chicos nos miran.

-Pues nada- contesta Álvaro muy serio, nunca antes lo había visto así. Da un poco de miedo- que David y Blas se han liado a puñetazos

-¿Qué haces aquí Sara?- pregunta David muy borde

-A venido con nosotras- dice Laura- ¿Tienes algún problema con eso?

-No- contesta él apartando a Carlos de un empujón y yéndose de la habitación

-No le hagas caso- le dice Carlos a Sara- Está enfadado, y cuando está así tiende a dañar a todo el mundo que se le acerque

-¿Blas puedo hablar contigo a solas?- le pregunto

-Claro- contesta él tumbándose en la cama

Los demás salen de la habitación

-¿Por qué os habéis peleado?- pregunto cerrando la puerta cuando se han ido todos

-Porque María se ha metido con vosotras y él la ha defendido- explica Blas sin mirarme

-No hagas caso a la tía esa- lr digo sentándome a su lado- no merece la pena

Por fín él alza la cabeza y consigo verle la cara. La tiene hinchada y llena de sangre

-Mira como has quedado- digo tocándole una parte de la cara donde no tiene ninguna herida

-El condenado pega bien- comenta Blas haciéndo una mueca

-¿Te duele mucho?- pregunto preocupada

-He estado peor- contesta él

-Eso no responde a mi pregunta- digo- ¿Te duele?

-Un poco- contesta

Conociendo a Blas le tiene que doler bastante para que admita que le duele un poco

-¿Dónde guardáis el botiquín?- pregunto

-En el baño- me dice- al final del pasillo a la derecha

-Ahora vuelvo- digo saliendo de la habitación- no te muevas

Narra Blas

Alejandra sale de mi habitación y me quedo solito. Cinco minutos después regresa con un bote de agua oxigenada, algodón y un trapo

Primero me limpia la sangre de la cara con el trapo. Luego se gira y coge el algodón, y lo moja con agua oxigenada

-Ni se te ocurra rozarme con eso- la digo cuendo se acerca más a mi

-¿Con esto?- pregunta Alejandra enseñándome el trozo de algodón mojado del líquido infernal ese. Yo asiento- Oh, venga. No seas crío

-Que no- vuelvo a decirle- que escuece mucho

-No sabía que fueses tan miedica- me dice- Vas haciendo creer a los demás que eres un machote y luego no se te puede ni curar una herida porque te "escuece"- dice haciendo unas comillas con los dedos

-Me da igual lo que digas- digo- No me vas a curar con eso

Ella pone los ojos en blanco y se me queda mirándo fijamente

-Blas o por las buenas o por las malas- dice- tu eliges

-Por las buenas no- digo provocándola y besándola en la boca

Ella me sigue el beso. La empujo suavemente hacia la cama, de tal forma que quedamos los dos tumados en la cama. Alejandra se sube encima mio y me coge de los brazos y me los pone detrás de mi cabeza inmovilizándome

-Estás tonto- me dice riéndose 

Coge el algodón y me lo pasa por el labio, que lo tengo roto. Mientras lo hace, me dedico a tocar su pelo

-Tienes el pelo muy suave- susurro en su oido, haciendo que se estremezca

-Para- me dice- me desconcentras

-Pero si yo no estoy haciendo nada- digo haciéndome el inocente 

-Que mentiroso eres -me dice soltando el algodón

-¿Me has llamado mentiroso?- pregunto cogiéndola de la cintura

-Si- dice Alejandra poniéndose nerviosa

-No deberías haberlo hecho- digo

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Holiiiii!!!!! Me han preguntado que cuantos capítulos va a tener la historia, pues la verdad es que no lo se :) Ya veré. Este capítulo es un poco más corto de lo normal aun así, espero que os guste.

Xao. Alejandra

Huyendo de los mercenarios (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora