Huyendo de los mercenarios (Terminada)

CAPÍTULO 7

Narra Alejandra.

Me desperté con un dolor de cabeza horrendo. Giré mi cabeza hacia la izquierda para ver la hora de mi despertador de la mesilla. Pero no estaba allí. Me incorpore y caí en la cuenta de que no estaba en mi habitación, si no en pleno desierto.

De repente una mano salida de la nada me tapa la boca y escucho:

-Yo que tu no gritaría-me giré y era Blas- No conseguirás nada, salvo despertar a mis amigos y a las tuyas y que se enfaden contigo.

Observo mi alrededor y veo al resto de los chicos como uno dos metros más para allá y a las chicas cerca de mi.

-Voy a quitarte la mano de la boca y no vas a gritar ¿de acuerdo?-me dice Blas y la quita.

-¿Qué hacemos aquí?-le pregunto-lo último que recuerdo es que estaba discutiendo con vosotros y luego todo se volvió negro.

-Se llama cloroformo princesa-dice Blas.

-Se llama no me vuelvas a decir princesa si no quieres que haga filetes con tus pelotas-le digo enfadada- el que avisa no es traidor

-¡Uy! Qué agresiva te veo princesa-dice él haciéndome rabiar.

-Te lo dije-le grito y segundos después me lanzo sobre él.

Le pilla de sorpresa y antes de que pueda reaccionar le tengo inmovilizado en el suelo. Me mira con rabia.

-¡Se puede saber que está pasando!-dice una voz. Me giro y me encuentro a Laura mirándonos con una sonrisa pícara-¡Lo sabía, es que lo sabía, sabía que ibais a acabar juntos!

Se despertaron todos los demás por los gritos de Laura. Nos miraron con cara de amargados.

-Perfecto Laura-la regaño- mira lo que has conseguido con tus chillidos.

Ella pone los ojos en blanco.

-Mejor, ya que estáis todos despiertos. ¿Qué hacemos aquí?

-Cuando fuisteis a sacar a Natalia. Os grabaron las cámaras y sacamos unas cuantas fotos de vosotras. Luego se las enseñamos a nuestro jefe y nos mandó a buscaros-explica Dani-y ya que estamos todos despiertos, vamos a ponernos en marcha y así llegaremos antes.

Nos ponemos a andar. Nosotras vamos delante y los chicos detrás. A esa distancia no pueden escuchar lo que decimos pero sí nos pueden observar, cosa que me pone nerviosa.

-¿Qué estabais haciendo Blas y tu?-me pregunta Laura alzando una ceja.

-No hacíamos nada de lo que tu piensas. Simplemente me llamó princesa y le dije que no lo volviera a hacer. Y como el tío este parece masoquista me volvió a llamar así. Yo me enfadé y le inmovilicé contra el suelo. Fin

Laura no se lo cree. En cambio Natalia parece que si. El resto del camino lo pasamos en silencio, cosa extraña ya que nosotras siempre vamos hablando y haciendo bromas. En mi opinión, a todas nos preocupa lo que nos pueda pasar y por eso no hablamos.

-Es aquí-grita Carlos.

Delante nuestro hay un edificio gris de varias plantas. Me resulta extrañamente familiar, pero no consigo recordar de qué. Las tres nos miramos entre nosotras con miedo. Cuando llegan loa chicos ponemos cara neutra, no vamos a dejar que ellos sepan que tenemos miedo. Ya todos juntos entramos por la puerta principal, algo me dice que no me va a gustar nada lo que vamos a encontrar ahí dentro. Los chicos nos guían hacia una sala de espera. Nadie habla y pasados cinco minutos una puerta se abre. Veo la silueta de un hombre al que conozco bastante bien que me mira fijamente. Caigo en la cuenta de qué él sabía que ibamos a venir.

-Mierda-suelto sin pensar. Intento darme la vuelta para salir de allí, pero Blas me lo impide.

-Cuanto tiempo-dice el hombre- pensaba que no te volvería a ver.

-¿Os conocíais?-pregunta Álvaro

-Claro que si-dice él-es mi hija.

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Holiiii. Aquí tenéis un capítulo más. Hay muchos lectores que no votan :( Votar please, que si no, no sé que opináis sobre la historia. Xao.
Ale