Huyendo de los mercenarios (Terminada)

CAPÍTULO 1

-Es hora de despertarse-me dice Ana(una criada) vístase rápido que sus padres la esperan en la sala.

Dicho esto Ana sale por la puerta y yo comienzo a vestirme preguntándome que querrán decirme mis padres. Ellos normalmente no hablan conmigo, siempre están trabajando y buscando maneras para tener mas terrenos y por lo tanto más dinero. Cuando acabo de vestirme me dirijo a la sala y me encuentro a mis padres sentados en el sillón.

-Hija, que bueno que hayas llegado-dice mi padre cuando me ve-hemos estado hablando con la familia de al lado y hemos llegado a la conclusión de que deberíamos juntar nuestros terrenos y por lo tanto tú te casarás con uno de sus hijos.

-No, padre. Me niego. Yo solo he querido a una persona en la vida y no me casaré con el primero que pase por delante.

-Alejandra- dice mi madre- sé que te gustaba Sergio pero era un pobretón. Y además te recuerdo que murió, ya no puedes hacer nada. Te vendrá bien casarte con..

-¿¡Que me vendrá bien dices!? Os vendrá bien a vosotros porque a mi no me importa nada los terrenos. Además paso de casarme con uno que no conozco. Podría ser un violador o cualquier cosa parecida.

Mis padres me miran con cara indiferente, hay veces que no les soporto. No puedo estar en la misma casa que ellos a si que me dirijo a la puerta y me voy de allí. Me pongo a andar por las calles sin rumbo fijo. Paso por delante del orfanato. No puedo evitar que se me salten las lágrimas. Se que los hermanos Sergio con otros muchos niños están ahí dentro muriéndose de sed. Sorprendiendome a mi misma entro y me voy a hablar con la que dirige todo esto. Me la encuentro sentada en su despacho y se me queda mirando con los ojos muy abiertos.

-Quiero ayudarles-digo antes de que pueda ella abrir la boca- estoy harta de que esos pobres niños se mueran de sed. Y por eso todos los días intentaré traeros agua.

-Pero señorita- me dice ella- ¿sus padres están de acuerdo con esa decisión?

-No creo-le digo sinceramente. Y añado con una sonrisa. -A partir de ahora me alejaré de ellos todo lo que pueda.

-¿y como conseguirá el agua?- me pregunta ella extrañada

-La robaré-le confieso