En otoño.

Capitulo 04 "Juegos"

Mis pensamientos eran opuestamente, no sabía si estaban en mi apoyo o en contra de mi misma, tenía un nuevo amigo con el cual podía desahogarme; Alex era mi ángel personal por que tan solo llevaba 1 semana y el ya sabía toda mi vida y yo la de él.

-Alex………. – grite saltando contra él.
- Jadiss – me tomo en brazos y me hizo girar.
-Ya detente...me mareo – patalee
- Jajajajaja – solo se limito a reír.

Corrí hasta un árbol que se encontraba a unos metros de distancia de mí y comencé a escalarlo, mientras Alex me miraba con cara de “estás loca”.

-Vamos sube – lo alenté.
-No – dudo con la cabeza, pero la adrenalina le gano – está bien.
- Loco, sube más rápido – grite.
-Hey – rio 
-Vamos, vamos ya subes.

Sentados en una de las ramas del árbol nos pusimos a conversar, el tiempo pasaba cada vez más rápido sin darnos cuenta habíamos estado 2 horas en aquel lugar.

-AHHHHHHHHHHHHH – grite sin parar.
- ¿Qué pasa? – grito conmigo
- No se – respondí moviendo los hombros.
- Loca, casi me haces caer del árbol. – frunció la frente
-Ay, que gruñón - reí 

Me lio fue bajar del árbol, se me hacía demasiado alto – no medí la altura -, Alex me ayudo a bajar era súper alto – no tanto – pero me llevaba 1 cabeza más que yo, realmente me consideraba una chata; una ya ves abajo me largue a correr a mi casa sin antes de despedirme de Alex.
Mi corrida se convirtió en pequeños trotes hasta que dar caminando, afuera de mi casa se encontraba el carro de su padre, mi corazón latió aceleradamente sin motivo alguno, me recrimine a mi misma haciendo creer que era odio, será que me engañaba a mí misma, realmente no lo sabía. Mis pasos fueron lentos como en un funeral, me encontraba en frete de la puerta con las llaves en mis manos dudando si debería entrar o no. 
Un pequeño sonido se oyó, las llaves entraron por la perilla de la puerta principal un pequeño gira y esta se abrió, camine silenciosamente por el comedor y puede escuchar algunos susurros de pate de mi madre y el padre de Zack. Me mentalice en mi caminata pero fui sorprendida inmediatamente.

-Jadiss – exclamo mi madre – ven aquí
-Mamá – sonreí. – Señor Robert.
-Jadiss, mírate muchachita que grande que estas - me abrazo como un cómodo saludo. 
- Gracias.
-Y ¿cuál es el motivo de su visita? – mi curiosidad me gano.
- A darles la bienvenida, querida.
Mi alma volvió a mi cuerpo – literalmente – se encontraba el solo, sin acompañantes ni nada. 

-Y también – repuso – para invitarles a cenar a ti y a tu madre.
- Nos encantaría – hablo mi madre.
- ¿Qué? – Grite

Me encontraba con el destino en contra mío, con la persona que no quería ver en vida, se suponía que iba a cenar en algunas cuantas horas más tarde.
Y con el marcador a favor de Zack, el obtenía 1 punto mientras yo aun seguía en un 0, sabiendo que este juego tendría para rato, hasta que gana alguien y se nombre al triunfador.