NCT Fics

ten

hecho en tumblr por lebrookestore

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"Te amaré como la desgracia ama a los huérfanos, como el fuego ama la inocencia y como la justicia ama sentarse y observar mientras todo sale mal" - Lemony Snicket

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Un fuerte golpe en la puerta te hizo estremecer, cerrando los ojos con exasperación porque sabías lo que estaba por venir. Lo mismo una y otra vez, estabas acostumbrada. Honestamente, no era nada nuevo, pero su estupidez, lo obvio estaba frente a él, pero ¿escuchó?
Por supuesto, no lo hizo.

Una figura entró en la habitación, una mata de cabello negro desordenado con reflejos marrones adornando su cabeza. Era bastante largo en este punto, su flequillo le llegaba a los ojos. Esos ojos malditos, charcos derretidos de color marrón chocolate que parecían taladrar tu alma. Esos ojos te miraron con remordimiento ahora, mientras se dejaba caer a tu lado, envolviendo sus brazos alrededor de tu estómago y enterrando su rostro en tu espalda.

Suspiraste. "¿Otra vez?", Preguntaste, pasando tus dedos por su cabello mientras él tarareaba una respuesta. "Otra vez", repitió, confirmando tus sospechas. Levantó la vista, sus ojos se encontraron con los tuyos.

Odiabas sus ojos.

Consiguió que hicieras cualquier cosa por él con solo una mirada. Sin duda eran tu debilidad, cuando se veían tristes, o cuando se convertían en una sonrisa, que instantáneamente alegraban tu día.

"Parece que no puedo hacerlo bien, ¿verdad?", Preguntó, buscando tus ojos como si tuvieras todas las respuestas a su turbulenta vida amorosa. Te burlaste, "No podrías haber hablado en serio sobre esa chica, Ten, la conociste hace tres semanas, y ella fue simplemente una noche para ti."

"Gracias por el apoyo."

"Estoy siendo realista, no te apoyo."

Rodó los ojos, haciendo un puchero. "Pero me gustaba ella", se quejó. Le diste una mirada mordaz, "Por favor, solo querías a alguien con quien estar, si no para co-"
"Oh, Dios mío, cállate."

Sonreíste, volviendo tu atención a tu computadora portátil, donde el ensayo que habías estado tratando de escribir te devolvió la mirada.

"Solo quiero a alguien que me entienda", continuó Ten, sin dejar de mirarte. Lo miraste.

Te entiendo , pensaste, estoy aquí.

Ten siempre había sido así, saltaba de chica en chica, rompiéndose el corazón varias veces porque era demasiado indulgente con él. Quería amar, siempre había romantizado la idea. Honestamente, pensaste que él también necesitaba amor, pero estaba tomando todos los caminos equivocados.

Y tenías que estar allí cada vez para recoger los pedazos.

"Lo sé", dijiste a medias, mordiéndote el labio inferior. Apoyó la barbilla en el puño, observándote a ti y tu mirada concentrada. Tecleaste, deseando desesperadamente terminar con este trabajo, en el que habías estado trabajando durante unos tres días.

"¿Crees que alguna vez haré algo bien?", preguntó. Te congelaste, empujando hacia abajo lo que querías decir. Fue difícil tener que lidiar con los esfuerzos del corazón de Ten, como él los llamaba. El término correcto sería 'hacer mierda al azar y romper el corazón de las chicas', pero por supuesto, rechazó ese título pegadizo. Suspirando, apagaste tu computadora portátil, sabiendo que no harías nada ahora que él estaba de mal humor.

"No has hecho nada malo."
"Tampoco has hecho nada bien".

Tomaste su rostro entre tus manos, "No has hecho nada malo, eres increíble, ahora deja de deprimirte, voy a pedir pizza".