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OBSERVABA COMO EL DE GAFAS COMÍA el pastel de fresas, relamiendo la crema entre sus labios o acercando la taza a estos para beber del café

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OBSERVABA COMO EL DE GAFAS COMÍA el pastel de fresas, relamiendo la crema entre sus labios o acercando la taza a estos para beber del café... se estaba volviendo loca con un simple extraño en menos de 24 horas y realmente, debía estar mal.

—Kitty, iré a tomar aire—anunció alejándose del mostrador para ir por la puerta detrás de su espalda.

Se encaminó hasta la puerta de atrás, saliendo a pasos apresurados para abandonar el local, apoyando su cabeza contra la puerta tras su espalda. ¿Acaso era una broma?, realmente para ella lo era, es más, le parecía bastante estúpido volver a toparse con aquel joven y que le reconociera de cierta manera... la volvía loca y en estos momentos no de buena manera. Luego de un par de minutos volvió a entrar, caminando nuevamente al mostrador mientras amarraba su cabello en una coleta alta y perfectamente despeinada.

—Bien... se fue—susurró al ver la mesa del chico vacía y siguió con su trabajo.

Las horas habían pasado y se sentía bien, atendiendo a unas personas y observando a otras, algo bastante agradable para ella, le llenaba el corazón cuando el lugar estaba lleno, de cierta manera la hacía sentir menos sola de lo que siempre estaba.

—Mayra, tu turno ha terminado—un chico había llegado a su lado para poder seguir con el puesto de trabajo— y no, no puedes hacer horas extra, es orden del jefe

Asintió para ir a cambiarse y abandonar el lugar, comenzando a caminar bajo el cielo oscuro, sintiendo algo de frío frente al viento nocturno contra sus brazos descubiertos.

—¡Hey, Mayra!—escuchó a sus espaldas, sin embargo, no volteó— ¿me estás escuchando?

Aceleró sus pasos, sintiendo su mente trabajar demasiado rápido para buscar alguna vía de escape frente al extraño que la había llamado.

—Hey, no me ignores...—sintió que tomaban su mano y la jalaban contra algo.

Volteó chocando con un fornido pecho, tocando las telas más suaves que había alguna vez sentido contra su rostro, acompañado de un aroma refrescante y masculino que le hicieron flaquear las piernas. Oh lord, have mercy fue lo que primero se le vino a la mente ante semejante situación.

—¿Estás enfadada conmigo?~—preguntó con un tono juguetón— ¿hice algo mal?

—No no, para nada—dijo tratando de pelear contra el nerviosismo y los latidos descontrolados en su pecho— yo...—y levanto la vista, cruzando miradas con el castaño frente a él.

Se sentía tan pequeña, indefensa y sobre todo, nerviosa... se sentía demasiado inexperta que temía siquiera parpadear.

—Le agradezco su preocupación, pero voy tarde—se alejó del pecho ajeno en contra de su voluntad, sintiendo nuevamente frío.

—¿Quieres que te lleve?—preguntó con una sonrisa ladina, cargada de coquetería.

Su mente había dejado de funcionar y su mandíbula estaba tensándose para no abrirse en una gran "o". Por otro lado, Kavin alzaba una ceja, analizando el lenguaje corporal de la menor, sabiendo como tenerla en donde quería, pero para su sorpresa, nada iba saliendo como quería.

—Mi novio me esta esperando allá—apuntó a un lugar demasiado rápido para que el más alto no pudiera descubrir su mentira— agradezco su amabilidad, pero los viejos con dinero no son de mi gusto—aclaró su garganta— permiso...

Y Kavin se quedó realmente indignado en su lugar, era la primera vez que le llamaban "viejo con dinero" y no había sido demasiado genial, es más, eso le había motivado a darse la vuelta e irse a casa, dar vuelta la página y decirle a Thyme que se olvidará de todo, pero su orgullo era mucho más grande y debía protegerlo, sobre todo de una mocosa.

—¿Tu novio era ese del otro día?—preguntó, pero no lo suficientemente alto para que la chica lo oyera, debido a lo lejos que ya estaba.

Suspiró, sacudiendo su cabello con frustración y fue hasta su auto, subiendo para comenzar a a andar y tratar de seguirla. Era la primera vez que Kavin perseguía y no era muy emocionante, es decir, Mayra Srisawat tenía un rostro muy lindo, pero no era nada comparado con las mujeres que a él personalmente le gustaban.

—Por dios Mayra...—susurró para él, buscándola entre la gente.

Realmente era tarde para que una niña de 16 años con uniforme escolar estuviera caminando por las calles sin cuidado, y esa era una razón razonable para que Kavin estuviera siguiéndola, ¿verdad?.

—Mayra por favor...—gruñó para sí, golpeando el manubrio con frustración al no ver si quiera un indicio de ella.

Si debía recorrer toda Tailandia para asegurarse de que la pequeña niña estuviera bien, lo haría... a malas, pero lo haría. Hasta que la vio, saliendo de una tienda de conveniencia junto a una bolsa con lo que pareciera ser comida y el alivió le llenó el corazón, Mayra estaba sana y salva.

Estacionó en la acera y frente a la fémina, quién sacaba de aquella bolsa un sándwich de crema con fresas.

—Mayra, sube—dijo cuando bajó la ventana.

Y notó la expresión facial de Srisawat, adornada de una mueca de miedo y pánico hasta que se agachó para ver su rostro, cambiando a un enojo demasiado repentino.

—Ya le dije que no es mi tipo, no insista

—Tengo 18 años, ahora sube—aclaró mientras rodaba los ojos, notando de reojo como algunas personas tomaban sus teléfonos para fotografiar y grabar— por favor Mayra... sube tu hermoso trasero al auto

—¿Qué suba mi qué?—frunció el ceño, ignorando las palabras anterior dichas por el más alto— además de viejo verde, degenerado

—Mayra...—suspiró frustrado— voy a contar hasta tres y si no te subes tú, voy a subirte a la fuerza

—Sabe, a mucha gente le gustan los autos deportivos—y le dió una mordida a su sandwich— pero a mi no... me voy—la fémina dio un paso, para alejarse.

—1..—comenzó a contar.

—No me da miedo, en serio

—2...—rascó su frente, ocultando su molestia.

—Uy...

—3...

Cruzaron miradas y cuando Mayra le sacó la lengua para poder alejarse, Kavin bajo, ignorando el montón de cámaras y cuchicheos, caminando hasta la pelinegra para tomarla como una princesa y subirla a su auto, colocándole el cinturón de seguridad y cerrar la puerta. Miró las cámaras por unos instantes y cuando notó que la más baja iba a soltarse el cinturón, subió para asegurar las puertas e irse lo más rápido del lugar.

 Miró las cámaras por unos instantes y cuando notó que la más baja iba a soltarse el cinturón, subió para asegurar las puertas e irse lo más rápido del lugar

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AM I WRONG ;; KAVIN [F4 Thailand]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora