"-¡Srisawat Mayra es el nuevo interés amoroso de Kavin!"
MAYRA SRISAWAT era la menor de los hermanos Srisawat, la cual nunca había tenido una vida completamente normal, y no fue porque sus padres habían fallecido cuando apenas pudo ser consciente y...
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KAVIN HABÍA DECIDIDO SEGUIRLA, MIRANDO UNOS SEGUNDOS EL BOTE DE BASURA donde unas zapatillas nuevas estaban todas rotas y supuso que Mayra se las había comprado a su hermano, sintiendo algo de culpa recordando la emoción cuando ella le había comentado sobre la compra de los zapatos.
—Mayra por favor, detente —pidió acelerando el paso, sin embargo, no era capaz de alcanzarla.
—Ni se te ocurra dirigirme la palabra, Kevin—gruñó la chica.
—Es Kavin, Kavin
—Eso es lo que menos me importa ahora—exclamó molesta, volteando para encararlo— ¿Cuándo ibas a decirme que conocías a mi hermano?
—¿Qué?—exclamó confundido— ¿estás molesta por qué no dije que conocía a tu hermano, May May?
—No, estoy molesta porque él estaba sufriendo de agresiones a mi espalda y ni siquiera tu o tu otro amigo fueron honestos conmigo—gruñó molesta.
—Oh vamos, que iba a saber que Somchai era tu hermano
—Somos los únicos Srisawat del sector, además, no hay que ser detective para darse cuenta
—Bueno, lo sabía... solo no quería incomodarte con decirte que lo conocía—dijo obvio— ¿además, hubiese cambiado en algo?
—Si, en saber en que demonios estaba él para no arriesgar mi maldito pellejo por cosas que el no dice
—Mayra, sabes que el mundo es duro... Darwin dice que los débiles mueren y los fuertes sobreviven, si tu hermano no te dice algo es por obvias razones
—¿Crees que esto es gracioso?, ¿ni siquiera pensaste en hacer algo al respecto?
Kavin hizo una línea con sus labios, ver a Mayra en ese estado le estaba haciendo caer cada tarjeta roja y cada humillación con baldes de agua fría, podía ver la ira en aquellos orbes oscuros.
—No, nunca lo he hecho
—¿Ni siquiera cuando supiste que es mi hermano?, ¿ni siquiera cuando me viste trabajando y enterarte que trabajamos para sobrevivir?
—No.
—¿Y MJ?
Sintió algo en su pecho apretarse y su estómago revolverse con desagrado, causándole un sabor amargo en su estómago con solo escucharla decir ese nombre.
—¿MJ?, ¿qué demonios tiene que ver MJ aquí?—su ceño se frunció.
—Tiene mucho ver, ¿lo hizo o no?
—No, ninguno de los dos lo ha hecho...
—Bien...—y volteó para simplemente alejarse.
Se sentía señalado y culpable, como si le dieran el peor castigo del mundo, quizás porque los de Mayra eran tan honestos que ver la ira y la decepción en ellos había sido una sentencia mortal.