Capítulo XI.

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Tres meses después...

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Los juegos habían comenzado, llevaban un mes perdiendo personas del ejército pero el Reino Noroeste seguía primero y ganando.

La guerra había arruinado la casas y condominios cerca de la frontera, intentaron entrar al castillo pero aún con eso las personas actuaban con normalidad, las Reinas siempre tenían un plan adelantado, y al terminar la construcción que se ubicaba en el extremo de la ciudad y asegurarlo, las personas se hospedaron ahí y reconstruyeron la zona destruida.

Chenle masajeó el cuello dolorido del contrario.

—Auch...

—¿Cuándo terminará?

El murmuro resonó en la silenciosa habitación mientras terminaba de secar la sangre del hombro de Jisung.

—Esa flecha pudo hacerte más daño... —Añadió desechando el pañuelo para recoger otro y mojarlo en alcohol.

—El Reino Norte sigue volviendo con más soldados... Y tenemos que mantenernos fuertes.

—Mmm... También deberías dormir un poco, tienes ojeras.

La cabeza del alfa se apoyó en su hombro.

—Estoy cansado, lo admito, pero no puedo descansar aún.

Chenle acarició la blanca cabellera y las orejas sobresalientes.

—¿Puedo ayudar? No seas aguafiestas, dime qué sí.

Se encontró con la mirada del alfa, este le sonrió, sus ojos brillaban, su iris era dorado... Chenle inevitablemente se acercó y unió sus labios contra los del príncipe.

Jisung acunó su mejilla con una mano y correspondió al beso.

—Tengo miedo de que algo pueda pasarte, es mejor que te quedes aquí.

Chenle hizo un puchero, resignado.

—¿Por qué? He practicado contigo varias veces.

—No creo que eso sea suficiente para enfrentarte a un ejército con todo tipo de armas.

El Omega sonrió.

—Soy capaz de muchas cosas, Park Jisung.

El príncipe alzó una ceja.

—¿Dónde está la formalidad, pequeño Omega?

—Formalidad una mie... ¡Hey! ¡Yo no soy pequeño! ¡Soy más alto que otros omegas aquí!

—¿En serio? Últimamente te veo más pequeño.

—¡Ash! ¡Estás creciendo, es todo! ¡Los alfas crecen rápido!

—Mmm —Dijo el menor relajado para luego mirarlo de la misma forma—, tú creces muy lento. La maldad te está dejando pequeño.

Chenle lo miró indignado, Jisung rió dándole un pequeño beso. El Omega con un suspiro lo devolvió...

—¿Príncipe?

El Omega se cayó del regazo de JiSung, sorprendido por la interrupción y se alejó varios metros del menor.

—Adelante.

Seohyun pasó mirando a Chenle de reojo, el cual sonrojado estaba sentado en el piso con los pañuelos ensangrentados en una mano mientras que con la otra los limpiaba.

Wax Masks | JiChen [cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora