Capítulo XII.

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El general había informado que los ataques habían disminuido un 40%, Reino Este y Sur ya se habían retirado; El Reino Sur, como era de esperarse, le daba su apoyo incondicional al Reino Noroeste.

—Estamos contra Reino Norte, si vencemos los juegos habrán acabado.

Chenle asintió tragando en seco, siguió limpiando la nueva herida que Jisung se había provocado en la ceja izquierda.

—¿Estás bien?

El Omega asintió sin decir una palabra. Su mirada se perdió, y su respiración pesada lo hizo sudar. En un movimiento inconsciente su cabeza aterrizó en el hombro del príncipe.

—Hey —El alfa agarró su rostro—, mírame.

Con la respiración acelerada, chocó miradas con Jisung, desenfocandola enseguida.

—Estoy... Cansado...

Cerró los ojos y se dejó caer.

Los brazos de Jisung lo envolvieron y agarró el paño que él tenía en la mano.

—No te duermas.

El Omega envolvió los brazos alrededor del cuello de Jisung.

—Tengo sueño, maldi... —Bostezó— Mierda.

Sintió el agarre tensarse.

—Llamaré a Kun...

—Estoy bien, solo tengo sueño.

Jisung agarró su muñeca y le tomó el pulso.

—No, tu pulso es lento. Llamaré a Kun. —Insistió levantándose— Quédate aquí.

El menor lo acostó de la manera más suave y gentil, tanto que incomodó de cierta manera al chino.

—Oye, no soy de porcelana, solo es un poco de debilidad.

El contrario ladeó la cabeza de un lado a otro mientras Chenle perdía su vista en un punto ya ciego para él.

—No seas obstinado. Volveré a un rato.

Chenle giró la cabeza a un lado, confundido.

—¿Qué dijiste?

Las orejas de Jisung bajaron levemente.

—Ya vuelvo.

Al verlo salir, fue al sillón y se acostó ahí.

No sabía lo que le ocurría, pero se sentía débil... Y cansado, casi dormido pero sin poder dormir realmente. No podía concentrarse, era una sensación que lo estaba ahogando con una lentitud desgarradora.

Cuando llegó Kun y el enfermero Ten, consideraba que ya estaba más dormido que despierto.

“Si... Molesta... Me gustaría... Cama... Sillón es incómodo.”

¿Qué había dicho? Lo escuchó perfectamente —Creía Chenle—, sin embargo, tan pronto terminó de hablar se le eliminó todo recuerdo de sus palabras.

No escuchó la respuesta, de repente estaba en la cama.

Abrió los ojos para encontrarse la mirada preocupada de Jisung, y finalmente se desmayó.

[...]

—Envenenamiento —Dijo Kun tan pronto terminó la consulta.

Jisung frunció el entrecejo.

—¿Quién haría algo así?

Wax Masks | JiChen [cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora