Ahora las cosas se veían complicadas, con el nuevo anuncio de su Maestra de canto, la sorpresa causada sabiendo que era la ex de Erick, Angelina se sentía abrumada y confundida. Aún así, su determinación no caería, ella sabía que podía soportar cualquier situación...
-Erick, no es nada fácil para mí lo que sucedió esa noche, la verdad desde ese momento que no me siento nada bien, he pensado las cosas y aún así no estoy segura de que es lo mejor para ambos- fueron las duras palabras que salieron de su boca. Y Erick ciertamente las esperaba pero no sabía que se sentirían tan duras.
-cometí un error mi Angel, debí haberte hablado desde el inicio de mi pasado amoroso y no haber hecho como si eso nunca pasó- él tenía razón, su error fué haber pensado que con no hablar de su pasado amoroso estaba bien.
-tienes razón, y esa parte la entiendo pero me produjo un mal sabor de boca su aparición tan repentina. Erick, ahora no estoy segura de esto, al parecer te afecta su presencia y de ser así lo mejor será que no continuemos con esto- el silencio abrumó la sala.
Sus palabras invadieron el corazón de Erick y no pudo articular palabra o gesto alguno, Erick sintió mucho miedo en ese momento.
-Mi Ángel, dame tiempo de demostrarte que ella ya no me importa- suspiró pesadamente esperando una respuesta, pero Angelina se volteó y comenzó a caminar para que el no viera como sus lágrimas caían por sus mejillas, a lo lejos volteó y dijo
-todo el que necesites-
Y se marchó tan rápido como pudo.
*****
Pasaron los días y Angelina trataba de no pensar en cómo iba a ser su relación con Marie, siendo ella la maestra de canto asignada por la directora de la institución y la ex de Erick, sentía que las cosas podrían mezclarse y salir mal. Primer día de clases y ya estaba a punto de tirar la toalla.
-vamos! Ya deja de pensar! YAAA!!- decia para si misma.
-Angelina, Angel! Al fin! Vengo corriendo detrás de ti y al parecer ahora eres sorda!!- dijo una Emili con muy poca respiración... -por dios! Deberías ver qué cara traes!- su cara de asombro hacía notar que el aspecto de su amiga estaba muy por el suelo.
*Suspira* -no tienes que decirme algo que ya he visto, tengo espejos en mi casa Lily- voltea los ojos en señal de molestia.
Al fin llegan al salón y los nervios de Angelina se avivan, está a solo una puerta de ver a Marie. *Toc toc*
-adelante!-
Y ahí estaba ella, con su aspecto de Prima Donna, su impecable cabellera rubia suelta sobre sus hombros y que decir de su vestimenta muy a la moda Parisina; sin duda, ella era una chica perfecta, se notaba que lo tenía todo y más aún tenía algo que Angelina quería y no era precisamente Erick.
-que gusto verlas chicas, me moría de ganas de poder escucharlas, mi adorada Maestra me ha contado tantas cosas de ustedes que tengo muchas espectativas- lejos de lo que pensaba Angelina, fue muy cordial al recibirlas pero de igual manera estaba en modo defensivo por si se le ocurría sacar sus garras.
-ya se que nos conocimos la otra noche, quizá no fue la mejor impresión pero descuiden, soy muy profesional, me gusta que mi trabajo fluya de la manera correcta- eso tranquilizó un poco a ambas.
Los pensamientos de Angelina estaban muy dispersos, necesitaba enfocarse o sería un total fracaso y con esa oportunidad no podía darse ese lujo, ella sabía perfectamente que necesitaba escalar, así que no podía retroceder en ese momento o su carrera nunca avanzaría.
Marie comenzó a explicarles un poco de lo que ella haría con cada una, les contó un poco de su carrera profesional, sus experiencias, su modo de trabajar las voces, todo a fin de que puedan crecer vocalmente y hasta ese punto las dos entendían que debían trabajar duro y que estaban en buenas manos.
-debo enfocarme, mientras sea mi maestra no debo verla como enemiga- y con ese pensamiento comenzó a ser guiada por Marie.
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Pasiones Armónicas
RomanceCuenta historias donde los sentidos se conectan a través de la música, enlazando así a todos sus personajes mientras la pasión los lleva a una cadencia desenfrenada de emociones. Jóvenes que por amor son capaces de todo, por pasión harán las locuras...