Capitulo 4; Extra

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27 de agosto del 2001

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27 de agosto del 2001. Alacante, Idris.

Flashback.

Pov. Mia

El sonido de los grillos y hadas me sacaron una sonrisa. Mi madre Maryse me había pedido que le diera otra repasada a las runas de glamour diciendo lo muy importantes que eran para mí, así que aquí me tenían, sentada en un banco afuera del instituto de Idris dibujando las runas a partir de la guía de mi libro de texto.

Mi lengua rozaba mi labio inferior mientras giraba mi brazo finalizando la tercera runa.

— Mia —. Escuché la voz de mi hermano Jace.

Alcé la vista y una ceja al ver qué este estaba totalmente sonrojado y una rosa púrpura pendía de su mano.

— ¿Qué? —. Dije fríamente.

Jace tembló ligeramente en su sitio y se acercó lentamente.

— Es que.. Yo.. —. Balbuceó el pequeño rubio.

— ¿Tu... Qué? —. Pregunté inquieta.

El chico se crispo un momento y finalmente se sentó enfrente mío. Traté de no hacer una mueca de molestia, odiaba que me interrumpieran cuando estaba estudiando.

— Que lindas coletas —. Susurró el chico señalando mis ligas con flores sujetando mechones de pelo al azar.

— Gracias —. Agradecí débilmente mientras empezaba a trazar otra runa —. Me los puso Alec.

Escuché un jadeo del rubio y volví mi vista hacia el muchacho.

— Siempre pasas mucho tiempo con Alec —. Dijo con un tono reprochante —. Me gustaría que tú y yo pasáramos más tiempo juntos.

Sonreí ladidamente al ver su pequeño puchero.

— Si quieres —. Ofrecí alzándome de hombros —. Pero justo ahora yo...

— Justo ahora tengo algo que preguntarte —. Soltó el chico.

— ¿Qué cosa? —. Dije volviendo alzar mi ceja.

— Este... Esto es para ti —. Me tendió la rosa el chico.

Nisiquiera alce una mano viendo como la flor se encontraba peligrosamente cerca mío.

— Jace, es hermosa pero... —. Traté de explicarle —. Soy alérgica a las rosas.

El chico se sonrojó violentamente y aventó la flor lo más lejos que pudo mientras se paraba y trazaba la runa de fuerza. Solté una carcajada enternecida y lo mire sonriendo.

— Muchas gracias —. Le agradecí.

Jace sonrió bobamente y asintió mientras volvía a tomar asiento.

— Bueno, en realidad me gustaría otra cosa —. Confesó el chico Wayland.

— Te escucho —. Dije centrándome en el por completo.

The Morgensterns (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora