Capitulo 1

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⚜ La copa mortal ⚜

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⚜ La copa mortal ⚜

[Editado: 25/05/23]

Pov. Mia

—¡Mia! ¡Isabelle! ¡vámonos!—. Nos gritó Alec desde el otro lado de la puerta.

Isabelle soltó una risita contenta mientras aventaba la peluca azul de sus manos hacia el otro lado de la habitación.

—Vamos Cissy—. La apuré mientras me levantaba acomodando el dobladillo del vestido que me había obligado a usar.

Isabelle me guiñó un ojo y nos dispusimos a avanzar hasta la sala principal del instituto.
El instituto de New York era donde residíamos mis hermanos y yo, sede y herencia de la familia Lightwood por todos los años que mi familia había estado dirigiendo el lugar.

—Mia, ¿no crees que deberías usar una peluca también?—. Isabelle me sugirió después de colocarse más brillo labial en sus labios en forma de corazón. — Tal vez una roja, te verías bien.

No le contesté, sabía que una vez iniciara una conversación la morena no se callaría hasta llegar al Pandemonium así que sólo seguí caminado. A Isabelle no pareció molestarle, se veía muy cómoda corriendo hacia nuestro hermano mayor con la peluca en mano.

—Hola hermano mayor—. Saludó Isabelle al plantarse frente al ojiazul con una sonrisa de oreja a oreja, estirando el brillo de sus labios.

El ojiazul frunció sus cejas como de costumbre apenas vio a la morena. Isabelle, ahora a mi lado, rodó ambos ojos exasperada, seguramente por la actitud de Alec. Tal vez era su cara estirada.

—¿Es enserio?—. Susurró Alec para nosotras mientras señalaba la peluca de Isabelle, y seguramente el diseño de mi vestido.

—¿Es demasiado, cierto?—. Me inspeccioné un poco. El vestido estaba ajustado y tenía la espalda descubierta, ni siquiera recordaba en que momento Isabelle había conseguido meterme en el o como es que cupe.

Alec no contestó, solo miró a Isabelle con una ceja alzada esperando una explicación.

—¿Qué puedo decir?—. Se alzó de hombros la morena. —Los demonios aman a las rubias—. Hizo una pequeña pausa y pasó delicadamente su mano por mi espalda desnuda. — Y debes admitir que Mia se ve de infarto.

Alec pareció reconsiderar lo que iba a decir, buscando las palabras correctas como siempre lo hacía antes de hablar.

—Vamos a ir a un club de subterráneos, y eso...—. Señaló los vestidos. —Por lo menos, ¿no deberían ser... aerodinámicos?

—¿Aerodinámicos?—. Preguntó Isabelle casi escandalizada. —Me pasé la vida entrenando a Mia para usar esta ropa—. Señaló los vestidos con el índice para luego cruzarse de brazos realmente molesta. — Ahora dime niño bonito, ¿Tu que haz hecho aparte acabarte mi gel para que tu cabello no se despeine?

The Morgensterns (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora