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⚜ La cacería ⚜
[Editado]
Pov. Mia
Jace sostenía el colgante de Clarissa con una ceja alzada, la chica estaba bastante alterada y su respiración era muy rápida.
— ¿El te habló? —. Preguntó Jace examinando la joya.
— Si —. Susurró débilmente la pelirroja. — Dijo mi nombre... Y también dijo: "Tu madre por la copa."
Sentí a Alec colocarse a mis espaldas.
— ¿Quién dijo eso? —. Preguntó el ojiazul con molestia. Su cara estaba llena de pereza, seguramente lo habían levantado de su siesta.
Clarissa y Jace se crisparon al oír su pregunta.
— Valentine/Valentine —. Dijeron los dos al mismo tiempo.
Me cerré mi bata de dormir y me senté en la cama de Clarissa, cuidando de no desacomodar lo desacomodado. Este cuarto era un desastre, totalmente digno de una artista.
— El está con mi madre —. Clary se froto la cien con el nudiño de su dedo índice.
— ¿Puede hablarte otra vez por ese collar? —. Preguntó Alec curioso. — ¿En el instituto?
— Es como cuando vi a Dot —. Explicó la chica Fairchild con la vista clavada en el colgante, con sus ojos verdes oscurecidos.
— Tenías razón Jace, es un fragmento de portal —. Aseguré cuando Jace me pasó el collar. Era mas ligero de lo que parecía y se veía igual de apagado que las emociones de todos aquí.
— Puede que por eso tu madre quería que lo tuvieras —. Sugirió Jace mientras se cruzaba de brazos y los pegaba a su pecho.
— Todo lo que sé, es lo que ví —. Aclaró Clarissa cansada de repetir lo mismo una y otra vez. — Mi madre está viva, inconsciente pero viva.
Fruncí el ceño.
— ¿No viste algo útil en la visión? —. Pregunté mientras le volvía a entregar el collar a Jace.
La chica parpadeó un par de veces.
— Se que no te importa mi madre, pero al menos espero que entiendas que no estaba enfocada en si Valentine la tenia en una urna de cristal o un pozo en una alcantarilla —. Gruñó Clarissa con las cejas fruncidas.
Rodé los ojos por su sarcasmo. Si seguíamos así, recogiendo migajas para trabajar, ella seria la que terminaría en el pozo y yo en la urna.
— Dime al menos si viste algo como un cartel, algún sitio particular, un maldito color siquiera Clary —. Le rogué.
— ¡No lo recuerdo!, Fue horrible —. La chica se estremeció.
