Quédate a pasar la noche

Capitulo 29

Terminan en la enorme suite de Lena, la misma en la que se alojó antes, pero esta vez Kara ni siquiera parpadea ante la cancha de baloncesto o cualquiera de las otras lujosas comodidades de la habitación. En cambio, se concentra en quitar la tela de la piel de Lena, en guiarlos hacia la superficie horizontal más cercana: el sofá frente al banco de ventanas del piso al techo.

La conexión se siente eléctrica a pesar de que ha pasado menos de una semana desde que hicieron esto. La espalda de Lena golpea los cojines del sofá y Kara se presiona rápidamente después. Hace que su espalda se arquee y los muslos se separen más.

"Me gusta Las Vegas", murmura Kara, los labios calientes contra el cuello de Lena mientras continúa haciendo cosas ridículas con los dedos.

Lena intenta soltar una carcajada que se queda sin aliento cuando los dedos de Kara cortan dentro de ella y un tercero se une a los dos primeros. "Kara", suspira, su mano agarrando el bíceps de Kara con tanta fuerza que está segura de que le saldrán moretones.

"Lo sé", susurra Kara, el sonido confiado de su voz hace que las entrañas de Lena se vuelvan líquidas.

No se intercambian más palabras mientras los dedos de Kara se vuelven más insistentes y sus labios presionan firmemente contra los de Lena. Sus besos se vuelven frenéticos y descuidados y Lena levanta las rodillas para darle a Kara un mejor apalancamiento y Dios Lena está segura de que este sentimiento nunca pasará de moda.

Cómo va a sacar esto de su sistema, no tiene idea.

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La habitación del hotel está en silencio aparte del sonido de ambos tratando de recuperar el aliento. A lo lejos, puede escuchar el sonido de Las Vegas Strip debajo de ellas, el ajetreo de los casinos y la gente en la calle. Los dedos de Lena se deslizan ociosamente contra su propio estómago, arriba y abajo, arriba y abajo mientras parpadea hacia el techo y trata de hacer que sus músculos funcionen de nuevo.

Es Kara la que acaba rompiendo el silencio.

"Sabes, no me voy a acostar con nadie más", dice Kara en voz baja. Las palabras se arrastran lentamente por la mente de Lena, pero cuando las registra se tensa un poco y la lánguida sensación del resplandor se aleja de ella.

"Está bien", dice arrastrando las palabras. Su corazón se siente como si fuera a comenzar a latir con fuerza, pero no puede decir si es un sentimiento bueno o malo.

Kara se apoya en el colchón para mirar a Lena. "No lo digo así, solo quiero decir". Kara niega con la cabeza, mira hacia otro lado. "Quiero ser sincera, no he estado durmiendo con nadie más recientemente. Así que para que no haya ninguna confusión".

Lena traga saliva contra la repentina oleada de espesor en su garganta. "No me importa con quién te acuestas", dice suave y lentamente, aunque le hace pensar en las fotos que ha visto de Kara, diferentes mujeres sonriéndole como si hubiera colgado la luna y las estrellas.

Cuando mira los ojos de Kara, son duros y serios y Lena tiene que obligarse a no retroceder.

"Creo que es importante ser clara al respecto", dice Kara. "Me gusta practicar sexo seguro y todo".

Lena casi se ríe, pero hay algo en el rostro de Kara que hace que sea fácil sofocar ese impulso. "Yo tampoco me acuesto con nadie más", dice y hace una breve pausa antes de agregar. "En este momento."

Kara asiente, sus ojos asustados. "Está bien, es bueno saberlo".

Un pensamiento atormenta el fondo de su mente por un momento y casi hace una pregunta que definitivamente dará la impresión de que le importa con quién se acuesta Kara. Cosa que a ella no. Afortunadamente, Kara se levanta de la cama y tira de su ropa esparcida por el suelo antes de que las palabras salgan involuntariamente de la boca de Lena.