Capitulo 41

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EE. UU. se clasifica para la ronda eliminatoria y, aunque nadie parece particularmente sorprendido por esto, Kara está innegablemente emocionada.

"¿No deberías estar celebrando con tus compañeras de equipo?" Lena pregunta mientras caminan por un pequeño callejón en el corazón de uno de los distritos para beber de Shinjuku, Golden Gai.

"Nadie está realmente celebrando", dice Kara, riendo suavemente mientras mira a su alrededor en busca de un bar adecuado para detenerse. "Casi todos esperaban salir de los grupos".

Se las arreglan para encontrar un lugar que no está ya lleno y no parece desanimarse por la entrada de dos extranjeros. El bar, como la mayoría de los de esta zona, es increíblemente pequeño. Tan pequeño que Kara tiene que agacharse un poco cuando entra detrás de Lena. Se acomodan en dos taburetes de la barra hacia el final y piden bebidas.

Es reconfortante estar escondido en un pequeño rincón muy cerca de Kara. Se siente un poco como su pequeño escondite. Solo hay otros dos clientes, eso es todo lo que puede caber en el lugar, y están enfrascados en una animada conversación con su cantinero.

Deja a Kara y Lena solas y Lena disfruta de la suave sensación de estar sentada en compañía de Kara y bebiendo un gin tonic bien hecho.

"Por la ronda eliminatoria", pronuncia Lena, levantando su vaso.

Kara choca su propio ron con cola contra el de Lena y sonríe. "Por la victoria."

Hay algo en la forma segura de sí misma en que Kara siempre habla sobre el baloncesto que ha comenzado a volverse cotidiano para Lena. La forma en que su sonrisa se vuelve hacia arriba, el pequeño guiño ridículo con el que acentúa los vítores, todo hace que el cuerpo de Lena se sienta cálido y no tiene nada que ver con lo cerca que están sentados juntos.

Kara debe darse cuenta de sus pensamientos, la alegría sombreando su expresión mientras toma un sorbo de su bebida. "Sabes, no tengo que estar en ningún lado hasta mañana al mediodía", dice casualmente, su tono bajo, casi reservado.

"¿Así?" Lena responde, luchando contra la forma en que sus mejillas se calientan incluso después de todo este tiempo. "¿Algún gran plan esta noche entonces?"

Kara se ríe, una de sus manos encuentra el camino hacia el muslo de Lena en un gesto que logra cruzar la línea entre casual y sugerente. "Todavía preparando todo, te lo haré saber".

"Ya lo creo que lo hagas," murmura Lena, la ginebra en su sistema le permite a sus ojos demorarse demasiado en la mirada cada vez más oscura en los ojos de Kara y la forma en que su camisa tira contra sus brazos mientras toma su bebida de la barra.

Al final, Lena logra regresar a su habitación de hotel antes de agredir físicamente a Kara, pero está cerca.

Se tambalean en el umbral, Lena tira de Kara cerca de las solapas de su camisa y Kara logra cerrar la puerta de una patada detrás de ellos y sigue besando a Lena en su viaje hacia la cama.

Se tropiezan consigo mismos antes de llegar allí, sus piernas se enredan, descoordinadas por la forma en que están presionadas juntas y Lena se ríe contra la boca de Kara cuando caen sobre el colchón.

"Eso podría haber sido más delicado", admite Kara, riéndose junto con Lena.

"No te preocupes", bromea Lena, con las manos en los bíceps de Kara y las caderas empujando hacia arriba. "Todavía estás teniendo sexo".

Hace que Kara se ría más fuerte esta vez. "No estaba preocupada", dice y cuando lo registra, Lena se burla, ofendida.

"Grosera", se las arregla para murmurar, pero todo lo demás se pierde cuando los dedos de Kara encuentran la cremallera de la falda que había estado usando y comienzan a deslizarla hacia abajo.

Quédate a pasar la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora