Quédate a pasar la noche

Capitulo 32

A la mitad del almuerzo del día siguiente, suena su teléfono (la pantalla muestra un número desconocido) y Lena suspira profundamente antes de contestar.

“Una llamada en las horas del día. ¿A qué debo el placer?”

La risa de su hermano baja por la línea, suave y tranquila. —“Las horas de luz del día para ti tal vez ”—dice él y ella pone los ojos en blanco, sus dedos jugando con un bolígrafo en su escritorio distraídamente.

"Es bueno saber que estás disfrutando de tu exilio", responde ella secamente.

Lex se ríe de nuevo, como si no le importara nada en el mundo y, a veces, Lena envidia la actitud relativamente tranquila de su hermano. Él siempre había sido el que se encogía de hombros antes de ir a hacer algo atrevido o peligroso. Y nunca se había preocupado demasiado cuando los resultados eran malos. Caso en punto.

“Considero esto unas vacaciones, Lena. No un exilio. Que palabra tan sucia. Como si fuera una especie de Eduardo Octavo”.

“Me parece recordar que fue él quien abdicó del trono y dejó a cargo a su hermano menor al borde de una crisis”, señala Lena en un tono poco impresionado.

“Por amor ”, argumenta Lex con un exagerado sonido de rectitud que hace reír a Lena.

“Por lo general, unas vacaciones tienen una fecha de finalización”, dice ella, tratando de mantenerlo encaminado antes de que se distraiga con las virtudes de sus asuntos. 

“No te preocupes”, dice y de repente su voz suena un poco más seria, pero no menos misteriosa. “Tengo algo en proceso. No te dejaría en una estacada por mucho tiempo ahora, ¿verdad?”.

Los ojos de Lena van hacia el cielo por un momento. "Espero con gran expectación".

"Sin embargo, eso no es por lo que estaba llamando".

“Por favor”, dice Lena, sus ojos revoloteando a un televisor que ha montado contra la pared lateral que está pasando las noticias del mediodía. Se muestran clips del partido inaugural de la temporada de los Harriers, incluido un punto bajo bastante divertido de Mon-El que falla una volcada. "Iluminame."

“Tenía curiosidad por saber cuánto tiempo has estado durmiendo con Kara Danvers. ¿Es algún tipo de privilegio de propietaria del que no estaba al tanto antes?”

La ansiedad cae como una roca en el estómago de Lena y siente que todo su rostro pierde calor. "¿Perdón?" Es un milagro que no se atragante con su propia lengua.

Esta vez, la risa de Lex es divertida y baja. "Todavía tengo Internet donde estoy", dice. “Y según todos los expertos, Kara Danvers ha estado saliendo con una nueva mujer. Una mujer que sospechosamente se parece exactamente a mi hermanita”.

Después de solo otro momento de parpadear hacia la pared del fondo de su oficina, Lena se aclara la garganta y recupera la compostura. "¿Crees todo lo que hay en Internet ahora?"

“Creo que vi una imagen muy tierna de Kara Danvers en un palco en el Teatro Lincoln. Los asientos que sé con certeza pertenecen a Luthor Corp y al lado de una…”

"Lex", interrumpe Lena con un suave aclaramiento de la garganta.

"¿Sí?"

“No es lo que piensas”, dice ella y casi se enfrenta a lo trillado y patético que suena. ¿No es eso lo que dice la gente cuando es exactamente lo que piensa?

Lex se ríe. "No es gran cosa, Lena", dice, sonando genuino y suave. “Solo quiero saber cómo te va. Parece que me estoy perdiendo bastante”.

"No lo estás", ella niega y lo escucha suspirar en respuesta.