Quédate a pasar la noche

Capítulo 57

El silencio cae a su alrededor y no es la primera vez que Kara hace un comentario como ese, no es la primera vez que le recuerdan a Lena sus sentimientos mutuos, pero justo en ese momento se siente como toda la tensión que se ha estado acumulando entre ellas durante semanas con solo chasquidos.

Al menos para Lena lo hace. Su cuerpo simplemente reacciona a la mirada en el rostro de Kara y su proximidad y esto se acumuló de deseo en la boca del estómago y se están besando. Empuja su taburete y encaja entre las piernas de Kara y está ociosamente muy agradecida de que Kara haya dejado de comer durante su conversación porque no hay nada que impida la forma en que sus bocas se inclinan juntas.

La sensación impacta tan rápidamente en el pecho de Lena que se le escapa el aliento y sus manos acercan a Kara por la barbilla. Las manos de Kara aterrizan en sus caderas y se siente tan bien que Lena no está segura de por qué alguna vez quiso resistirse.

Hasta que la razón vuelve a apoderarse de su conciencia y se aparta bruscamente, con los pies caminando hacia atrás hasta que casi tropieza con el taburete.

Kara respira con dificultad, la mira con los ojos muy abiertos y los labios brillantes, y a Lena le gustaría mucho volver a besarla, pero su cerebro funciona a mil por hora con todos los complicados razonamientos en los que se ha metido desde que esto había empezado.

"Lena", dice Kara, rompiendo el silencio primero.

"Lo siento", dice Lena, sacudiendo la cabeza. “No sé por qué hice eso”.

Kara se queda callada por un momento, pero se pone de pie, con las manos en las caderas y la barbilla levantada ligeramente. "Creo que lo sabes."

“No debería haberlo hecho”, dice Lena, aferrándose a los últimos vestigios de su resistencia mientras iguala la postura de Kara. "Eso fue impulsivo".

Kara suspira, el sonido duele debajo de la caja torácica de Lena. Se miran durante largos segundos, Kara se balancea de un lado a otro sobre sus pies y Lena se acercaría para sostenerla si pudiera confiar en sí misma para tocar a Kara sin tocar a Kara.

"¿Podemos hablar de eso?" Kara pregunta en voz baja y le duele la garganta a Lena.

"¿Acerca de?" Lena pregunta sabiendo muy bien de qué está hablando Kara.

"¿Por qué crees que no deberíamos estar juntas cuando ambas claramente queremos estarlo?", dice Kara con total naturalidad.

El instinto tiene a Lena lista para protestar, pero antes de que la negación pueda salir de sus labios, la expresión de Kara se oscurece. "Sé honesta", ordena de una manera que Lena es incapaz de no obedecer. "Yo solo quiero entender."

Tomando solo un momento para ordenar sus pensamientos, Lena toma un respiro. “Toda tu vida es el baloncesto”, dice ella. “Así como la mía es mi empresa”.

“Lo sé”, dice Kara, pero Lena levanta una mano para detenerla.

“Hablamos de esto la primera noche”, continúa Lena. “Simplemente no hay mucho espacio para las relaciones. En cualquiera de nuestras vidas”.

Los labios de Kara se adelgazan con descontento. "Estás hablando como si no hubiéramos logrado encontrar el tiempo la una para la otra durante meses".

Es cierto. Lena no puede negar eso. A pesar de sus trabajos, habían encontrado tiempo para verse de una manera que Lena hubiera creído imposible antes. “Porque era casual”, dice ella.

La risa que Kara suelta es más una burla que otra cosa. "Claro", dice ella inexpresivamente, sonando sarcástica.

“Lo fue ”, insiste Lena. “Y cualquier cosa más que eso significa compromiso, significa quitar tiempo de las prioridades más importantes. No voy a ser algo que te aleje de tu primer amor”.