Quédate a pasar la noche

Capitulo 35

Se vuelve más fácil a medida que el grupo desvía su atención de ella y la concentran entre sí. Continúan bromeando de un lado a otro hasta que Mon-El parece acobardarse bajo el peso de la autoridad de Sara y ordena la primera ronda de tragos. Se vuelve más fácil simplemente escuchar la charla del grupo, unirse cuando ella encuentra la habitación y su ansiedad se desvanece cuanto menos afectados parecen todos por su presencia.

Kara permanece apretada contra ella, pero incluso eso empieza a sentirse mucho más normal. Ella se permite reír cuando Barry casi derrama una botella de vodka en el regazo de Alex e incluso se une para burlarse de Kara por no poder tomar su segunda ronda de tragos, Red Headed Sluts, tan rápido como lo hace Lucy.

Más allá de eso, Kara mantiene su copa de champán llena y le sonríe casi amistosamente y Lena se deja relajar centímetro a centímetro. Realmente no es tan diferente de estar con Jack. Aparte de la conciencia que tiene de la forma en que el cuerpo de Kara roza el suyo de vez en cuando, es una noche bastante estándar en el club con un grupo de amigos.

Eventualmente, Sara se levanta de repente, bebe el resto de su quinto trago como si fuera agua y le ofrece a Kara una sonrisa maliciosa. "¿Bailas, KD?"

Kara se ríe un poco, pero mira a su izquierda, como si estuviera mirando hacia la pista de baile. Pero Lena siente que sus ojos se posan en ella de todos modos. Lena se enfoca en parecer desinteresada tan pronto como sucede porque Kara ciertamente no necesita su permiso para hacer nada y a Lena ciertamente no le importa si Kara quiere ir a chocar con Sara Lance.

"Nah", dice Kara, sentándose contra la cabina y dejando caer la cabeza hacia atrás. La línea de su cuello distrae a Lena incluso periféricamente. "Estoy bien."

Los ojos de Sara rebotan un poco entre ella y Lena, su sonrisa se hace cada vez más profunda y Lena quiere golpear a Kara con algo. "Claro", dice ella, volviéndose hacia Alex. "¿Qué pasa con la otra hermana Danvers?"

Alex se ríe en su botella de cerveza. "¿Como premio de consolación?"

Sara arquea una ceja. “Demuéstrame que no lo eres”, desafía, pero hay un hilo de burla entre todos ellos y Lena descubre que Laurel les pone los ojos en blanco con cariño antes de compartir una mirada con Kara que parece indicar que se trata de una conversación familiar.

Sin dejar de reír, Alex toma otro largo trago de su cerveza antes de ponerse de pie y tomar la mano que le ofrece Sara.

Es un borrón de más bebidas después de eso. Eventualmente, Wally y Barry son los primeros en irse, citando su juego de mañana como la razón, y arrastran a Mon-El con ellos en contra de sus fuertes protestas.

“Buen deporte”, comenta Lena mientras sucede y Kara se ríe, un sonido que atraviesa los oídos de Lena para asentarse en su pecho. De alguna manera se han acercado más, con Kara abandonando su chaqueta y subiéndose la camisa por los antebrazos. Le está haciendo cosas a su sistema que su tercera ronda de inyecciones no está ayudando a sofocar.

En poco tiempo, Lena siente los signos reveladores de intoxicación, aunque todavía no es nada amenazante, solo un pequeño zumbido agradable en la parte posterior de su cabeza que sabe que fácilmente se emborrachará por completo si mantiene el ritmo que el grupo está marcando.

Toda la experiencia no es tan incómoda como ella pensó que sería, con Sara ocupada en el suelo con Alex; nadie parece pensar dos veces en su presencia o cree que ella está allí con Kara.

Pero a medida que las bebidas continúan fluyendo, también lo hace esa cálida sensación de excitación que siempre siente cuando está cerca de Kara el tiempo suficiente. El cuerpo de Kara está excesivamente cerca del suyo, el calor de él y el club confunden el cerebro de Lena, y ella sabe que no puede hacer nada al respecto hasta que se vayan.