Desde hacía un tiempo Steve sentía que su matrimonio con Tony no iba nada bien, el castaño llegaba a altas horas de la noche si es que tenía suerte o a veces se quedaba en la oficina, al menos eso era lo que le decía. Cada que lo visitaba en la empresa, Tony no le prestaba atención diciendo que tenía demasiado trabajo, cuando lo invitaba a una cita o le decía que le prepararía una cena para que estuvieran juntos, que pasaran tiempo en pareja, el castaño lo dejaba plantado o llamaba diciendo que otro compromiso o inconveniente con la empresa había surgido.
Steve siempre había estado enamorado de Tony, desde que tenía memoría podía recordar cómo su corazón parecía solo latir por el castaño.
Solo por él.
Tony era su vida.
Era su todo.
Tony era como su dios.
Su universo.
Tony era suyo.
Su vida en un inicio había sido perfecta, un sueño. Pero todo cambió después de aquel accidente en el laboratorio del castaño, cuando se lastimó y estuvo al borde de la muerte, por suerte había sobrevivido, gracias a aquel médico cirujano que lo atendió esa noche.
Desdé ese momento todo fue cambiando. En un inició todo había sido pequeño, pero conforme el tiempo pasaba Tony se alejaba cada vez más de él. Cuando ambos se acostaban Steve besaba su cuello mientras que sus manos recorrían su cuerpo, esperaba alguna respuesta siempre, pero este la mayoría de las veces le decía que no tenía ganas, que estaba cansado o que simplemente no le apetecía hacerlo.
Le resultaba extraño el comportamiento del castaño.
De ser amoroso y atento, pasó a ser frió y distante.
Eso no le agradaba en lo absoluto, por lo que comenzó a seguir al castaño. En un inició todo estaba bien, lo veía entrar a Stark Industries y cuando veía que estaba por retirarse él igual lo hacía, no encontraba nada fuera de lo normal. Creyó que no tenía nada de qué sospechar de su esposo.
Estaba por dejarlo de seguir y mejor hablar con él o pedirle que ambos fueran a una terapia de pareja. Pero cuando estaba por dejar de seguir a Tony fue cuando lo vió. Vió como el castaño salía de la empresa y se dirigía a un elegante restaurante, aguardó unos minutos y fue cuando entró fingiendo querer hacer una reservación, cuando el hombre de la entrada le pidió que aguardara un minuto en lo que iba por el registro de reservaciones, vio el interior del restaurante y lo que vio lo dejó devastado.
En una de las mesas del lugar estaba su Tony junto con aquel médico, en un inicio creyó que tal vez no era la gran cosa, que tal vez eran amigos o que Tony le agradecia por haberlo salvado, pero esos pensamientos se fueron cuando vio como el castaño besaba al doctor.
Se fue rápidamente de ahí y volvió a casa tratando de olvidar lo que había visto, pero le era imposible disipar esa imagen de su memoría.
Quería creer que todo había sido su imaginación.
Quería creer que Tony no lo estaba engañando.
Quería creer que Tony lo seguía amando.
Quería creer que todo era una vil mentira.
Llamó a su teléfono rogando por que contestara, pero simplemente fue recibido por el buzón de voz, lo llamó otra vez y recibió el mismo resultado. Lo esperó toda la noche, pero simplemente el otro nunca llegó. Se sorprendió al ver como al día siguiente su teléfono sonaba y se trataba de Tony, no dudó en contestar.
— Tony
— Lamento no haber respondido antes, pero estaba en el laboratorio y me hacía cargo de un papeleo en la oficina, ¿Qué sucede Steve?
— ¿D-dónde estás Tony?
— Estoy en la oficina, ya te dije que pasé toda la noche aquí ahogado en el papeleo.
— Entiendo — guardó silencio unos segundos, deseando que el castaño le dijera algo, pero simplemente no fue así — ¿Por qué no vuelves a casa? Te prepararé tu comida favorita, te ayudare en lo que pueda y podemos ver una película o podemos hacer cualquier cosa que quieras — Steve quería que Tony estuviera con él, que volviera.
— Lo siento, pero aún falta bastante papeleo y tengo un par de reuniones en un rato, así que no creo que sea posible. Pepper irá a la casa a recoger uno de mis trajes, podrías preparar uno ¿Si, Steve?
— Si
— Gracias, tengo que irme. Estoy ocupado
— Espera Tony, yo te a... — escucho como ya no había nadie al otro lado de la llamada y solo quedaba aquel pequeño ruido ensordecedor.
...
Los meses siguieron pasando y eran raras las veces donde Tony se encontraba en casa, ahora solo iba cuando necesitaba uno de sus trajes o para tomar una ducha rápida y volver a irse. Intentaba ir a su oficina, pero antes de que pudiera entrar, le decían que se encontraba en medio de una junta importante.
De esa forma había transcurrido el tiempo, hasta ese día que se encontraba en casa terminando el cuadro que uno de sus clientes había pedido. Era la imagen de un lago con garzas en la orilla y un par de montañas en el fondo. El paisaje era hermoso.
Dejó el pincel a un lado cuando escuchó el sonido de alguien llamando a la puerta, le resultó extraño pues no recordaba haber ordenado algo. Bajo y abrió la puerta encontrándose con un hombre de traje con portafolio y un sobre en su mano.
—- ¿Es usted Steve Grant Rogers?
— Si ¿Qué se le ofrece? — pregunto cortez, pero el hombre solo le extendió el sobre que llevaba en sus manos.
— Le pido que firme esto en la brevedad posible y lo envié a la dirección que se encuentra detrás del sobre. Si tiene algún inconveniente llame a un abogado — no entendió sus palabras, y aquel hombre solo se fue.
Cerró la puerta y abrió con cuidado el sobre. El aliento se le escapó y su corazón pareció detenerse al ver lo que decía la parte superior de los papeles: SOLICITUD DE DIVORCIO.
Revisó una y otra vez tratando de asegurarse de que estaba viendo esas palabras, quería negarse a pensar que así era, pero cada que veía esos papeles veía esas palabras. Camino hacía la cocina, arrojó los papeles al fregadero para después tomar un cerillo, encenderlo y arrojarlo a donde estaban todos esos papeles.
No planeaba firmarlos.
No lo haría.
No se separaría de su Tony.
Pasó una semana cuando entrada la noche escucho la puerta de la casa abrirse. No se molestó en revisar de quien se trataba, sólo había una persona además de él que tenía la llave de la casa. Continuó pintando sobre el lienzo aquel cuadro que le habían solicitado, el resultado estaba siendo espléndido y maravilloso, sentía como transmitía calma y paz. Algo que él no había logrado conseguir desde que recibió aquellos documentos.
— ¡Steve! — escucho la voz del castaño sonar en toda la casa y oyó sus pasos aproximarse. Dejo lo que estaba haciendo y volteo a verlo cuando entraba a su estudio.
— Cariño, volviste — trato de mostrar una gran sonrisa, pero le era imposible al solo recordar la razón del porque posiblemente estaba ahí.
— Hice que mi abogado te entregara unos papeles. — trato de no mostrar por completo como se sentía al haberlo escuchado — Los papeles de divorcio Steve — el rubio apretó sus puños al oírlo — ¿Dónde están?
— Me deshice de ellos — sintió como el castaño lo fulminaba con la mirada, pero pese a eso se mantenía firme, por que no planeaba dejar ir a Anthony — No me divorciare de tu, Tony.
— Steve nuestro matrimonio ya no funciona, es...
— Pues hagamos que funcione, podemos intentar salvarlo. Podemos seguir estando juntos — dijo mientras se acercaba a él, pero al castaño al ver la mirada del otro retrocede.
— No podemos Steve, por que lo que tu sientes por mi ya no es amor y yo ya no te amo tampoco — Steve con unos pocos pasos se acercó a él y lo sujeto por su muñecas.
— No digas eso Tony, yo te amo. Siempre lo he hecho — el castaño intentaba soltarse.
— Este ya no eres tu Steve, tu ya cambiaste y esto no es bueno para ninguno de los dos, tú fuiste quien intentó matarme esa noche — dijo Tony y Steve solo soltó una falsa carcajada al escucharlo.
— Eso no es cierto, yo no...
— Dijiste que fue un accidente, pero ambos sabemos que no fue así.
— Fue un accidente.
— No lo fue, yo estaba por terminar contigo cuando intentaste matarme, querías que siguiera siendo tuyo, pero no lo soy, ya no — Tony golpeó con su cabeza a Steve y este al sentir el duro golpe en su cabeza empujó al castaño.
Cubrió parte de su rostro para tratar de aminorar el dolor, pero pudo ver perfectamente como el castaño se tropezaba y caía por uno de los costados de las escaleras. Se acercó para ver hacía donde había caído el castaño y lo vio. Estaba acostado en el suelo, su cuerpo estaba en el inicio de las escaleras. Se apresuró a bajar y vio como un charco de sangre comenzaba a formarse poco a poco.
Había una gran herida en la parte trasera de la cabeza del castaño, su cabeza y todo su cuerpo había golpeado contra los escalones. Por la cantidad de sangre que salía a cada segundo Steve no dudaba de que la cabeza de su esposo se había roto, se sentó a un lado de donde se encontraba el cuerpo inerte de Tony.
— Tony... — tomó su cabeza y la apoyó en su regazo mientras comenzaba a acariciar sus cabellos — lo siento, no quería hacerlo.
Cuando la mañana llegó y la señora del aseo llegó a la casa, se encontró con aquella escena y no dudo en llamar a la policía. Steve declaró y dijo que habían tenido una pelea y que Tony intentó irse, que cuando él intentó detenerlo el castaño por impedir ser tocado, giró de más, tropezando y cayendo.
La policía le creyó, porque no tenían nada en su contra y cerraron el caso dejándolo como una muerte accidental.
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ANGSTRUARY
Fiksi PenggemarEspecial mes de febrero, durante 15 días unicamente. Cada día una tematica diferente. 1- "I did it for you": "Lo hice por ti" 2- Ghosting: cuando una persona decide esfumarse de repente sin dar explicaciones de una relación amorosa, afectiva, famili...