²Número Correcto [WooSan]

7

"Dilo"

— ¡Bebé!

San suspiró y se dió vuelta— Ya te dije que no me digas así, MinGi.

La sonrisa de MinGi se desvaneció, tomó a San del brazo y lo guió a una esquina para que nadie los escuche.

— Te diré como yo quiera, ¿Entendido?— sintió un escalofrío en su cuerpo.

— Si, MinGi.

— ¿Por qué ya no me dices amor?

— L-lo siento— agachó la cabeza.

— San— tomó su mentón y subió su cara— te amo.

"¿Qué cambió? ¿Por qué ahora?" Pensaba.

— ¿No te parece muy pronto para eso?—preguntó nervioso.

El pelirrojo se mostró molesto ante ese comentario. Inconscientemente apretó la barbilla de San haciendo que haga una mueca de dolor.

— Que yo recuerde, eras tú el que estaba desesperado por oír un te amo de mi parte.

— Es que...— trató de safarze de la mano del rubio— MinGi duele...

No se percataron que un profesor nuevo los estuvo mirando desde que comenzaron a hablar. Pero al ver que el castaño sentía dolor se acercó a intervenir.

— ¿Ocurre algo aquí?

— Nada que le interese, profesor Kang.

— Señor Choi, ¿Se encuentra bien?— San no contestó. Estaba mirando el suelo.

— Él está bien, no se preocupe. ¿Verdad, San?.

El mencionado no levantó la mirada en ningún momento. Asintió de forma rápida y MinGi lo tomó de las manos llevándolo lejos.

Kang dió un suspiro mientras los veía alejarse. Debía decirle a WooYoung.

📱📱📱📱

La clase de psicología había llegado a su fin, San, como le había dicho su profesor, dejó su mochila escondida bajo su silla y salió con SeongHwa.
Estaban por llegar a la puerta cuando SeongHwa se dió cuenta que algo le faltaba.

— Siento que te olvidas de algo— frunció el ceño.

— ¿De qué?

— Tu mochila, Choi. ¿Dónde tienes tu cabeza?— San tocó su espalda y notó el vacío. Formó una pequeña "O" en sus labios.

— Mierda— susurró— Adelantate, ya vuelvo.

— ¿No quieres que te acompañe?

— ¡No!— dijo alterado— digo...cúbreme con MinGi— se alejó.

SeongHwa lo miraba desde la puerta, seguramente WooYoung estaba detrás de todo esto, siempre estaba cuando debía cubrirlo.

— ¿Pasó algo, Park?— el nombrado dió un brinco del susto

— ¡Dios! Señor Kang— puso su mano en su pecho calmando sus latidos— ¿Siempre aparecerá así de la nada?