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"Malinterpretar"

WooYoung despertó y se encontró con los ojos curiosos de San sobre él. Sonrió medio dormido, se acercó a sus labios y depositó un caso beso en ellos.

— Buenos días, bebé. ¿Dormiste bien?- su voz sonaba ronca.

— Dormí bien, ¿Tú?

— Mejor que nunca- susurró.

El castaño sonrió, se acurrucó en los brazos de WooYoung y suspiró feliz. Sus brazos eran fuertes y grandes, lo hacían sentirse protegidos. Nadie podía lastimarlo si estaba en los brazos de WooYoung. Ni siquiera MinGi.

-— Bebé, debemos levantarnos.

— No quiero— lo apretó más fuerte.

— Bebé— dijo serio pero juguetón.

— Quiero seguir durmiendo, por favor. Llevo muchos días durmiendo mal y ahora dormir se siente bonito— aspiró el dulce olor que desprendía la ropa del rubio.

— Primero desayunemos algo y luego puedes dormir de nuevo— besó su cabeza— yo debo corregir algunos trabajos, pero seré todo tuyo en una hora.

— ¿Tienes trabajo?

— Si pero no es mucho, no te preocupes.

— Está bien, vamos— se paró de la cama y extendió su manita para que el rubio la tomase.

Luego de arreglarse y tomar el desayuno, el castaño decidió ver una película mientras el otro hacia su trabajo. No quería quedarse solo en la habitación durmiendo, era injusto no hacerle compañía al más grande.

Ya comenzaba a aburrirse de lo que estaba en la TV, su mirada curiosa se encontraba en cada detalle de la casa del rubio, hasta que su vista chocó con su entrepierna. Era muy descarado de su parte observar la intimidad de alguien que estaba distraído, pero no podía evitarlo, esos pantalones ajustados le daban una vista magnífica.

— Bebé, ¿Sucede algo?— preguntó el rubio, lo estaba viendo de reojo aunque seguía pendiente de sus hojas. Había notado que San dejó de prestar atención a la película.

— WooYoung... Si hiciera algo atrevido, ¿Te enojarías?— WooYoung frenó todos sus movimientos en seco y giró a verlo.

— ¿De qué hablas, Sannie?

San se quedó en silencio unos minutos, a su cabeza no paraban de llegar los recuerdos de cuando chupó el pene de plástico, y el deseo de que fuera el del rubio. Su boca se llenó de agua al imaginar el miembro del rubio en su boca.

— ¿Bebé?

El nombrado no respondió, se levantó de su sitio y se sentó en las piernas de WooYoung. Juntó sus bocas en un beso necesitado, sus manos se posaron en el cuello del rubio, acariciando su nuca, mientras el contrario las colocó en su trasero, apretandolo con fuerza.

— Déjame hacerlo- susurró.

— Haz lo que quieras conmigo, bebé.

El castaño volvió a unir sus labios en un beso brusco e intenso, sus dientes cochaban en ocasiones, pequeños mordiscos de parte del menor hicieron que el contrario abra su boca, permitiendo el ingreso de su lengua ahí.
Exploraba cada rincón de su boca, comenzaron una pequeña lucha entre ellas, saliendo el rubio victorioso, quien tomó la contraria y la chupó con fuerzas, sacando gemidos al menor.

²Número Correcto [WooSan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora