VII

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#HighschoolNeverEnds

Con el pasar de los días, Izuku guardó el recuerdo de su interacción con las heroínas en su memoria, y siguió con lo habitual por unos cuantos días. Leyó noticias sobre Katana, que decidió cambiar su modus operandi a uno menos "letal". Simplemente dejo de robar almas a diestra y siniestra.

Izuku quería pensar que no, pero en realidad, él sabía que también existían personas que no podían ser detenidas mediante palabras, así que era bueno contar con alguien que tenía la habilidad de Katana para terminar rápido con un asunto así.

No quería una repetición de su mundo aquí (ya que no quedó de otra mas que aceptar que este no era su mundo.)

Ahora que era Lunes, Izuku volvería a la preparatoria. La noticia llegó ayer, así que tuvo tiempo de preparar las cosas. Dan tenía una mochila que usó en sus años de estudiante, y algunos cuadernos sin usar. Estaban algo viejos y humedecidos, pero era mejor que comprar nuevos.

Izuku también tenía una libreta nueva que Dan le regaló la noche que topó a Katana. Resultó ser el regalo envuelto junto a las flores que traía. Claramente, las flores fueron para Sarah.

Con todo eso, estaba más que listo.

Así que el Lunes, ya vestido con ropas más grandes que su talla, salió despidiendose de la casa de los señores Clover justo cuando Sarah lo detuvo.

-Puede ser peligroso ir por ahi. Este es mi viejo telefono.- ella le tendió un telefono cuadrado y grueso, táctil. Sus ojos brillaron, porque se veia diferente al que tenía de su mundo- Llevalo por si necesitas llamarnos.

-M-muchas g-gracias, ¡lo cuidare!- se inclinó muchas veces.

-Esta bien. Ve tranquilamente. Nos vemos mas tarde en la cafetería.

-¡A-adiós!

A decir verdad, caminar con ropas tan grandes era incomodo, mas cuando se acostumbró a su traje, que era algo pegado. Probablmente o creció, o incremento su masa muscular; algunas zonas vergonzosas se sentían apretadas. Tampoco era para tanto. Estas ropas eran todo lo contrario a su traje. Era super flojo en esas zonas como el pecho, axilas y, sí, la entrepierna.

Sostuvo su mochila, y agradeció que tenía un cinturón, si no, hubiera tenido que ir agarrando el pantalon de mezcilla gris, que en otraora fue negro. Sonrió, porque sus tennis rojas no estaban tan rotas, y aún las podía usar. Pero era difícil verlas con la camisa de azul grande que lo hacia ver mas gordo de lo que era realmente.

Mentiria si dijera que no se perdió; casi llegó tarde, y fue recibido por el director. Era un hombre de cabello canoso y alto. Usaba lentes de pasta y parecía estar permanentemente enojado cuando las líneas de expresión en su frente lo delataron.

No le recordaba a Nezu.

Esperaba que él siguiera dirigiendo la escuela con diligencia. Ojalá que todo estuviera bien con sus amigos.

Ahora, con toda la información, era casi seguro decir que este no era su mundo. Debía de tener especial cuidado. No podían descubrir sus poderes o acciones heroicas.

A pesar de todo, había logrado mantener un perfil bajo en sus vigilancias, y había estado bastante atento de cualquier cosa que delatara a un nuevo "héroe" con los civiles. Su acento perfectamente disfrazado para el oído. Su máscara bien puesta, a pesar de lo rota. Siempre se fijaba que no hubiera camarógrafos o muchas personas con celulares durante la noche.

Lo que no podía parar eran los rumores. Se tuvo que informar bien de estos tras su encuentro con las Super Hero Girls.

Los rumores de un héroe nocturno que vestía de verde, veloz cual relámpago y cuyos pies tenian garras capaces de cortar acero. Iniciaron en los barrios bajos de Metrópolis, comparandolo con Batman, o incluso diciendo que era el mismo Batman. Pero sus orejas eran más largas y su traje parecia estar más descuidado, por lo que incluso pensaron que era una copia.

DC Super DekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora