DC Super Deku

XI

#Thunder

Diana estaba avergonzada. No. Eso era subestimar la realidad. Estaba mil veces mas que eso. Y si era así, Zee estaba muriendo de pena. Incluso Jessica sentía remordimiento ahora mismo. Todo esto contrastaba con la felicidad de Babs y de Karen, quienes miraban con extrema alegría el letrero al otro lado de la calle.

"Centro de Rehabilitación," habían leido en su mente. De hecho, llegar ahí había sido curioso. Diana lo recordó abochornada.

"-¡Dime, guerrero verde! ¿Dónde están tus víctimas?

Tres segundos. Ese tiempo fue el que Deku les sostuvo la mirada antes de atraparlas con un sus apéndices negros en un movimiento fugaz que no vieron venir. Sintiéndose apretada en el agarre, Diana vio a Deku con confusión.

-Las llevaré con ellos."

-No soy un asesino. No tengo víctimas.- Deku, que estaba al lado de Zee y al lado de Karen, habló. Zee me miro con una mezcla de pena y desconfianza- Los criminales que atrapo- alzó el dedo señalando- van ahí a recibir la ayuda que necesitan.

Cierto. A pesar de que esta ciudad fuera una de las más inseguras, el crimen más terrible reportado habían sido asaltos a mano armada a algún banco, con cero fallecimientos, solo heridos. Eso había sido hace un semana, y él lo había intervenido.

A pesar de ello, no descartaba que pudiera suceder algo peor.

-¡Pero ellos deben pagar por sus crímenes!- dijo Babs con confusión en su voz.

Deku bajó su mano- Y lo harán. Este centro tiene un convenio con las autoridades. Una vez que vienen aquí, son convencidos de entregarse voluntariamente. El centro se encarga de llevar su proceso de rehabilitación aún cuando cumplen su condena, y luego les ayuda a reubicarse en la sociedad como miembros funcionales.

-Oh...

-La mayoría de los crímenes no son tan violentos. No aquí al menos.

-¿Qué quieres decir?- preguntó Jessica.

Deku decidió no responder y dio un paso atrás, ganándose la atención de las heroínas- Adelante. Vayan y pregunten por mi. Así sabrán que no les miento.- Deku dió media vuelta, y se alejó al otro extremo de la azotea. Sin embargo, se detuvo abruptamente, y decidió que no iba a voltear- Mi nombre es Deku por cierto. Espero poder trabajar con ustedes.

Y con eso, Deku inició un camino que lo hizo desaparecer entre las edificios a los segundos, bajo la mirada de las heroínas que se preguntaban que había al otro lado de la calle.

Sabía que no necesitaba limpiar su imagen con ellas, ni con nadie, siempre y cuando no pensaran que quería destruir la ciudad. Tampoco necesitaba que pensaran bien de él, o que lo tuvieran en alta estima. Izuku les había revelado esto porque necesitaba su confianza, para así poder obtener respuestas. Si lograba ponerse en su lado bueno, podría obtener lo que buscaba sin necesidad de violencia y ya. Trabajar juntos podía ser un bonus, obviamente, pero no estaba listo para hacer de eso algo diario. Tal vez sí puntual, pero no cotidiano. Con este razonamiento, Izuku se alejo hasta su nuevo destino.

...

-Entonces viniste.

Livewire volteó hacia Deku, quien estaba a su espalda. Extraño, considerando que fue el primer lugar al que vió cuando llegó. A pesar de ello, se tragó su sopresa e inquietud y se acercó hacia Deku. Su caminar era tranquilo, y no había ninguna pizca de hostilidad. Ni siquiera su confundido rostro. El de verde no le quitó la mirada, y ella se detuvo a un par de metros.