Capitulo 14: La apuesta de los maestros

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-Hey, Bitch-chan- Escuché la voz de Laito despertandome- Ya llegamos.

Me había quedado dormida en la limosina, despues del largo viaje que hicimos de vuelta a casa. Me levanté del hombro de Cordelia, quien se rascaba los ojos para despertarse. Todos ya habían bajado y estaban recogiendo sus cosas. Tomé mi maleta y esperé a Cordelia, quien estaba casi arrastrandose.

-Camina floja- Le dije dandole un empujón. Me sacó la lengua, como toda una adolecente inmadura y tomó sus cosas para despues seguirme hasta nuestra habitación. Cuando abrimos la puerta, quedamos impactadas.

-¿Es nuestra habitación?-Le pregunté a mi "hermana"

-No se... se parece y a la vez no.

Mi habitación, que yo creía que era grande, bueno pues ahora es el doble de grande. Las paredes eran blancas, en cada lado de la habitación habían dos camas matrimoniales, una con sabanas rosas y la otra con sabanas azules oscuro. Cada lado tenía su propio closeth y escritorio.

-¿Les gusta? Me aseguré que la nueva miembro de la familia se sintiera mas cómoda- Dijo Reiji detras de nosotras.

-¡Reiji!- Gritó Cordelia de felicidad saltando encima de Reiji para despues darle pequeños besitos en la mejilla. La escena era divertida, puesto que practicamente Reiji estaba cargando a Cordelia por el hecho de que el es considerablemente mas alto que nosotras.- ¡Gracias, gracias, gracias!

-Emmm... no... no hay problema señorita Co...- Tartamudeó- ¡Señorita Cordelia, por favor incorporese!- Ordenó. Cordelia rápidamente se soltó de Reiji y y se paró firme como una dama.

-Disculpe mi modales, joven Reiji- Dijo de la nada una muy propia Cordelia.

Reiji se fue y cuando desapareció de nuestra vista, Cordelia corrió rápidamente a su lado de la habitación y se tiró a la cama.

-¡Si, por fin no me darás patadas mientras duermes!- Exclamó Cordelia.

-¿Yo... doy patadas?- Le pregunté un poco avergonzada.

-¡Chicas!- Llamó Shu en la puerta- No hagan escandalo, deberían de dormir un poco, son las 11 de la mañana- Dijo entrando a la habitación.

-Cierto... hay que irnos acostumbrando al horario nocturno ¿no?- Le dije.

-Si... y Cordelia, tu irás tambien.

-¡¿Que?!- Exclamó - Pero... pero... ¿pero porque?

-No te puedes quedar sola en casa durante 8 horas

-¡Si puedo!- Discutió

-¡Que no!

-¡Soy tu madrastra, y te digo que me quedaré!

-¡Ahora yo soy el que manda!

-¡Pero yo soy esposa de Karl Heinz!

-¡Vas a ir a la escuela y punto!

-¡No, no iré!

-¡Si, lo harás!

-¡¿Y porque?!

-¡Porque yo fui quien calmó tu sed de sexo!

-¡E... Eso no tiene nada que ver!

-¡Claro que si!- Exclamó- "Shu-san, mas fuerte, por favor"- Imitó la voz de Cordelia en estado de excitación. Creo que Shu esta para ser imitador.

-¡No hagas eso!- Exclamó Cordelia con la cara roja como tomate.

-¿Porqué? ¿Acaso ya te estas excitando?- Preguntó más calmado.

Renacer... SedientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora