Capítulo 33: El ataque de las brujas Wavespell (Hinami & Sara)

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Subaru's POV

-¡¿Donde está?!- Gritaba Ayato por toda la mansión- ¡Chichinashi! ¡CHICHINASHI!

-Ayato-kun, llevamos buscándola por media hora, creo que ya es claro que ella no está aquí- Decía Laito, acostándose en el sofá.

-Tsk... esto se está volviendo muy extraño...

-¿Por qué lo mencionas?- Preguntó Carla, quien intentaba pasar un nivel de Candy Crush.

-Ha estado saliendo de casa demasiado frecuentemente. A esas "citas". No sabemos a donde... no sabemos con quien... la única que sabe es Cordelia.

-Bueno, bueno... quizá ella quiera salir más, no creo que sea divertido para ella estar encerrada todo el tiempo- Decía Shin.

-En parte... Ayato tiene razón... a parte de que ha estado saliendo demasiado, nos evita... ¿Cuando fue la última vez que tuvieron una conversación con ella? Creo que como siempre... no se está alimentando tampoco- Dije, citando la atención de todos.

-¡VEN! ¡SUBARU SE A DADO CUENTA! ¡¿Y YO SOY EL LOCO, LAITO?!

-Nunca dije que estabas loco... dije que estabas celoso- Decía Laito con la mirada hacia el techo.

-Celoso de que quizá le esté dando sangre a otro vampiro por ahí... si- Dijo Ayato.

-¡¿Qué?! ¡Nunca lo había pensado así!- Laito se levantó de golpe- ¡Hermano! ¡Hay que buscar pistas!

-¿... soy al único que... no le importa lo que esté haciendo Yui-chan?- Preguntó Kanato.

-No... no eres el único- Contesté.

***

El timbre de la escuela sonó. Tocaba receso. Después de eso, Matemáticas, mi peor materia.

"Mejor no entro"

Salí del salón y me dirigí a la cancha. A esa hora estaba totalmente vacío. Hacía más frío de lo normal. Enfrente de la cancha había un bosque. Dicen que uno no debe de meterse ahí, ya que hay magos y brujas de Wavespell capas de transformarte en No vivos. Mientras pensaba eso, me acercaba al mismo bosque.

"Bravo Subaru, bravo"

El aire se volvía frío. Cada 30 segundos volteaba, ya que tenía una sensación de que en cualquier momento los arboles se moverían y me cerrarían el paso de vuelta a la escuela. Es estúpido, pero era una sensación rara.

De pronto, sentí un escalofrío subiendo por mi espalda, como si alguien estuviera detrás de mi.

"No voltees, no voltees, no voltees"

La sensación se fue, miré sobre mi hombro y nada.

-Debo estar volviéndome loco.

Cuando volví a mirar hacia enfrente, ahí estaba una chica albina, muy delgada. No pude evitar asustarme y caerme a causa de eso.

-... ¡No hagas eso!- La regañé.

-Lo siento... es la costumbre... casi nadie escucha mis pasos... Siento mucho haberte asustado.

-No te preocupes... y no me asustaste- Dije esto último levantándome.

-Claro...- Sonrió- Es normal que mi presencia cause escalofríos. No todos los días ves a un espectro enfrente de ti.

-La verdad, tu padre me da más miedo... por cierto ¿Que haces aquí?

-Yo debería preguntar eso... este es el bosque... es mi territorio y puedo matarte si lo deseo.

Renacer... SedientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora