Capítulo 45: Adán

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Narradora

Quedaba una hora para el gran día: 21 de julio, cumpleaños de Yui Komori. Esas últimas semanas no fueron nada buenas para ella. La pérdida de Cordelia fue más de lo que los demás esperaban. No salía de su habitación, no hablaba con nadie y cada tres días algunos iban nadamás a alimentarla. Ya no se resistía a su naturaleza, no solo vampírica , tambien demoníaca. El poder que nunca salió en Cordelia, pudo salir el día en que ella murió, pero en Yui. Ella lo sabía. Cada tanto miraba las manos con las que mató a Azula. No sintió remordimiento, ni miedo, sino placer y satisfacción... y eso le aterraba, puesto que no sabía de que era capaz. Lo más preocupante aparte tambien era... que su corazón no latía. Despues de lo que pasó, su corazón no volvió a latir.

Los chicos estaban preocupados. Aún cuando algunos no sentían amor por ella, les preocupaba porque era una gran amiga. Era increible como KarlHeinz estaba preocupado tambien, aunque éste solo por su propio beneficio, pues no sabía si iba a elegir correctamente a su futuro rival.

Los chicos... los candidatos... los "verdaderos" candidatos, aquellos 5 vampiros, estaba asustados. A ese punto ya no les importaba el poder, la sangre, el trono. Sus corazones estaban latiendo por esa chica de, casi, 18 años.

Nunca celebran los cumpleaños... de hecho, pasaron los de los trillizos y nadie nunca se dió cuenta, nisiquiera Cordelia.

Iban a hacer una excepción. Tratarían de hacer ese día lo más feliz que se pudiera a esas alturas.

Yui despertó muy tarde.Eran las 11:45 de la noche del 20 todavía. Se vistió con una blusa celeste y una falda blanca. Se colocó unos zapatos de tacón y finalmente cepilló su cabello.

Notaba un silencio en el lugar, pero sabía que no estaba sola. Se dirigió al origen de los latidos y llegó a las puertas del comedor. Estaba cerradas. Escuchó el sonido del reloj, marcando las 12 y abrió las puertas.

-¡Feliz cumpleaños!- Se escuchó, seguido de confeti y aplausos. Todos los hermanos estaban ahí.

Yui pudo sonreír con eso. Sus ojos opacos brillaron y las lagrimas los invadieron.

-¡Oi, chichinashi, no es necesario llorar!- Ayato habló.

-Muchas gracias... nunca me habían hecho una fiesta sorpresa antes- Dijo emocionada.

Recibió abrazos de todo el mundo... todos al mismo tiempo. Fue como un ataque te ternura.

-¡Chicos!¡Nos vamos a caer!- Exclamaba, pero nadie le hizo caso. Todos terminaron en el suelo.

-Me están aplastando...-Decía Yui con unos 200 kg encima.

-De acuerdo ya...- Reiji fue el primero en levantarse- Es hora de la cena.

Todos se sentaron en sus lugares.

-Emm... ¿y su padre?- Preguntó temerosa.

-Vendrá en unas horas- contestó Reiji.

El silencio era incómodo... no era tan ruidoso como siempre con Kanato peleando por pastel o Reiji gritando sobre los modales.

-Opino que... vayamos a algún lugar... el que Yui quiera- Sugirió Carla, sonrojado.

-Es una buena idea- Shin continuó.

-Hay un parque de diversiones cerca de aquí...- Mencionó Kanato- Podrían ir ahí... aparte, trabaja 24 horas

-Ehh... ¿"Podrían"?- Preguntó Laito.

-Vamos, los verdaderos candidatos son Ayato, Shin, Carla, Ruki y tú- Dijo Subaru-Nosotros no tenemos posibilidad.. y honestamente... me alegra... no es que Yui no me agrade... es solo que me gusta alguien más.

Renacer... SedientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora