Renacer... Sedienta

Capitulo 2: Clases particulares

-Chichinashi- Susurro en mi oído despertándome - Chichinashi... despierta.

Yo solo me moví un poco y me puse acostada boca abajo.

Oi, despierta- ordenó agitándome.

-Mmmm... No quiero- Le contesté con la cara contra la almohada.

-¡Floja, Levántate carajo! ¡Llevas unas 10 horas durmiendo! - Me agito aún más fuerte.

-No Es verdad, nos dormimos Temprano, a las 2 de la madrugada ¿no? - pregunté perezosamente.

-Exacto ¡Son las 4 de la tarde! ¡Llevas 14 horas durmiendo! ¡Ya levántate! - ordenó

-¿Y Si no quiero -? pregunté Aun con mi rostro contra el colchón.

Comienzo una Sentir unas manos acariciando mi espalda, Pasando por mi cintura y finalmente llegando a mi trasero. Ayato se puso sobre mí y yo no podía levantarme.

-¡Ayato-Kun! - Exclamé- ¡No hagas eso!

-Voy a castigarte pequeña- Dijo para después morderme en el cuello.

Ya no sentía dolor como cuando era humana, ahora sentía placer., Me había transformado en una masoquista. De mientras el continuaba succionando mi sangre, me dio una fuerte nalgada a lo que respondí con un pequeño chillido

-Ayato-Kun, detente- Le pedí entre gemidos- Ya voy a levantarme, por favor detente.

Saco sus colmillos de mi piel, Pero no se movió

-Ya estás muy excitada. Tenemos que terminar con lo que empezamos- Me susurro.

-No, No- Negué nerviosa- Nada de eso.

-Si no lo hacemos, vas a estar urgida más tarde

-¡No! ... Voy a estar bien.

-Bueno, está bien- Se levantó- Pero no me andes suplicando más tarde... Aunque no me molestaría que lo hicieras- sonrió y se dirigió al baño.

Me levante de la Iron Maiden, la cual debo admitir que es muy cómoda. En ropa interior salí de la habitación de Ayato y corrí a la mía. El cambio de una vampiresa humana es grande ya que el cuarto de Ayato está lejos del mío, pero llegué como si estuviese enfrente. Observe el reloj: 4:36 pm. Aún faltaba mucho para irnos a la escuela a las 6. En eso ciento un escalofrío que ni siendo vampiresa se me quita. Solo uno de los germanos puede causarme un escalofrío así.

-Mmmm... Perra-Chan -Susurro cierto chico con sombrero detrás de mi- Ayer que te hice mía, había  dicho que tenías un cuerpo precioso ... pero esto es demasiado sexy, y no digo solo por esa hermosa ropa interior que traes puesta

-¿De qué hablas? - pregunté sonrojándome.

El tiró de mi brazo e hizo que me viera en el espejo de cuerpo completo que tenía en mi habitación.

-Obsérvate- Me pidió mientras colocaba sus manos en mis hombros- Tu condición de vampira te hizo más sensual... mas apetitosa. Tienes un hermoso rostro angelical. Tus pechos crecieron poco Pero lo necesario para seducir a alguien. Tu cintura de volvió más pequeña. Tus caderas crecieron y... coño... tu trasero es enorme... me dan ganas de comerte- Dijo mientras baja sus manos de mis hombros hasta mis caderas

Él tenía razón... Mi cuerpo cambió... demasiado.

-Demonios... Ayer te deseaba, Pero con esto harás que me vuelva loco- dijo comenzando a tocarme.

-Laito-Kun- Exclamé- Espera.

-¿Porque? Ya estás muy mojada

En un Intento desesperado de apartarlo, lo empujo y, literalmente, salió volando al otro lado de la habitación y al golpear la puerta y esta se destruye