a toxic finale [lahey] a toxic saga³

Capítulo 47. Conflicto.

El oficial no dejaba de mirarme, parecía morirse por hacer una pregunta. Lo mire atenta.

- ¿Puedo... Puedo tutearte, Angeles? - Soltó mi nombre con precaución.

Oh, cariño. Puedes hacerme lo que quieras...

Sacudí la cabeza. Maldita chica hormonal.

- Si usted me dice su nombre, oficial... Puede hacerlo.

El hombre de ojos verdes me sonrió y asintió de acuerdo con las condiciones.

- Jordan Parrish, a su servicio señorita.

Le sonrei divertida. Me recargue por la mesada.

- Puedes tutearme, Jordan.

- El historial de tu familia... - Se me borro la sonrisa. - Todas esas muertes, lo que hacen... ¿Allison y tu se sienten seguras estando ahí? ¿Con tu padre?

Lo mire fijamente inexpresiva. Me ergui un poco en la mesa.

- No se que de estas hablando.

- Hablo de lo que se dedican...

Si, nos dedicamos a salvar este maldito pueblo de todo lo sobrenatural. De nada.

- Mira, Jordan. - Sonrei recuperando la compostura. - A lo que "nos dedicamos" como dices, es algo a lo que no cualquiera podria dedicarse. Ayudamos de formas que nadie podría comprender y lo hacemos bien.

- ¿Ni siquiera un oficial de la ley capacitado como yo, Angeles? - Sus ojos trataron de relajarme. Entre coqueto y serio.

Lo medi con los ojos. Por lo poco que oi del sheriff, Parrish era uno de sus mejores, si es que no era, su mejor hombre. Pero no estaba en mi poder arrastrar a gente a nuestro mundo.

Un mundo de pesadillas.

- No soy la indicada para opinar sobre eso, Jordan.

Sonrió de boca cerrada. Note que quiso seguir con la conversación pero de pronto un hombre de aspecto tosco y rudo dejo un papel en la recepción, justo a mi lado. Jordan dejo de sonreír y observo al sujeto con el papel.

- Todo listo... - Gruño este.

Lo vi de reojo y me entro el pánico al darme cuenta de que lo conocía. Su nombre era Severo. Jordan escaneo confundido mi reacción pero se dedico a controlar el papel que le tendió el cazador.

Por que si, Severo era un cazador. Y si el estaba aquí, significaba que...

- Que gusto verte de nuevo, Angel.

Soltó mi nombre con su singular español. Detrás de Severo, una mujer pequeña, probablemente en sus 60 de pelo corto y rojizo se acerco a mi con una sonrisa de lo mas tierna.

- Araya... - Susurré.

No, no, no. Ella no podía estar aquí...

- Ven y saluda correctamente a una anciana, mija. - Dijo extendiendo sus brazos.

Hice caso encogiendome un poco para besar a la mujer en ambas mejillas. Sus brazos me apretaron con fuerza y tuve que contenerme lo mas posible para que mi expresión de pánico no sea tan notoria. Severo me observo atras con impasibilidad pero Jordan parecía confundido.

- ¿Que hace u-usted aquí? - Dije cuando me separe. - Estan muy lejos de casa...

- Nada como hacer un favor a tu padre. Entre colegas debemos ayudarnos, Angel. Es parte del oficio...

Estaba usando un montón de palabras específicamente establecidas para que Parrish no pueda comprender nada. Pero para mi estaba mas que claro.

Dejenme aclararlo para ustedes.