En medio de un bosque, toda la población del Planeta Namekusei había llegado a la Tierra. Todos los namekuseijin, incluidos Dende y el Gran Patriarca estaban allí, Vegeta, Bulma, Gohan, Ken y Raditz también aparecieron sanos y salvos.
Todos los que no habían presenciado la aparición de Porunga se veían muy confundidos, particularmente Bulma.
Bulma: "¿Dónde estamos? Esto no parece Namekusei".
Raditz: "En la Tierra, si Porunga hizo bien su trabajo".
Mientras Raditz acariciaba a Ken, Gohan corrió en su dirección para abrazarlo.
Gohan: "¡SÍ! ¡Regresó, tío Raditz!"
Raditz: "Heh, de alguna manera u otra no iba a quedarme muerto para siempre".
Bulma: "Ay, al fin nos libramos de esa trampa mortal. Alienígenas, monstruos, dictadores espaciales, y para rematar: Una inundación masiva. Que viaje tan ajetreado".
Piccolo también se unió al grupo, y Gohan estuvo muy feliz de verlo de pie y caminando. Dende también hizo aparición, para sanar las heridas de todos.
El único al que Dende ni se molestó en atender fue a Vegeta, quien estaba parado contra un árbol tratando de no hacer contacto visual con nadie. El joven namekuseijin se negó a tener algo que ver con el príncipe después de lo que había hecho, y Vegeta era demasiado orgulloso para aceptar la ayuda de alguien cuando esto realmente no lo beneficiaba. Aun con una buena parte de sus heridas cicatrizadas, no estaba de humor para agarrar una pelea contra nadie, ni siquiera contra Raditz.
El Gran Patriarca estaba sentado en el medio de todos, muy cerca de su final por causas naturales. Les explicó a sus hijos lo que había pasado, donde y porque estaban donde estaban, y lo cerca que estaba su descanso eterno.
Algunos seguían teniendo sus dudas.
Bulma: "¿Goku sigue... en Namekusei?!"
Raditz: ''Así es. Kakaroto tomó la decisión de quedarse para castigar a Freezer. Intenté convencerlo para que lo reconsiderara, pero eso era lo que quería, no hubo forma de hacerlo cambiar de idea".
A Bulma no le alegró mucho oír esa respuesta, pero al menos se le dio una. Todos miraron al cielo, preguntándose si Goku seguía allí con vida. Todos voltearon la mirada al escuchar al anciano toser con fuerza de nuevo.
Gran Patriarca: "Mis niños, esta etapa de mi vida casi se completa. Una nueva era para la historia de nuestro pueblo iniciará pronto".
Esto abrió los ojos de casi todos los presentes, ¿acaso era ese el momento del Gran Patriarca? De pronto, 7 rocas de tamaño considerable cayeron de cielo, estrellándose contra la tierra. Eran las inactivas esferas de Namekusei, las cuales habían seguido el camino de su creador.
Gran Patriarca: "Moori, ven aquí por favor".
El jefe de la aldea de Dende le hizo caso, y caminó hacia el Gran Patriarca, dispuesto a escuchar lo que tenía para decir. El anciano simplemente agarró su mano, generando una luz alrededor del cuerpo del jefe namekuseijin, y le otorgó así su conexión con las Esferas del Dragón. Moori se convirtió en el nuevo Gran Patriarca de la raza namekuseijin.
Gran Patriarca: "Es hora de que los deje... recuerden ser fuertes y nunca perder de vista a los demás. Usen las esferas con sabiduría y vivan en paz".
Soltó de esa manera su último aliento, para luego desaparecer hacia la otra vida, por fin pudiendo descansar en paz.
Todos los namekuseijin estaban llorando por la muerte de su anciano padre, así como los demás luchadores, estos también dieron sus respetos (menos Vegeta).
