Los siguientes días continuaron de la misma manera, aún que comenzaba a hacer caso a las palabras de mi tío Bruno, no textual a lo que él se refería.
Seguía ayudando a la gente de la aldea cuando me lo pedían, eso provocaba los dolores en mi cuerpo, y por consecuente llegaba agotado a casa. Cada día compartía menos con mi familia, y cada día estaba más irritable, discutiendo a cada momento con Mirabel. En realidad, sólo respondía a los malos comentarios que ella hacía de mí. Pero bueno, en realidad era mi culpa, en vez de ignorarla y dejar el asunto hasta ahí, añadía más leña al fuego.
También, había otra cosa que me irritaba, los comentarios de los aldeanos. Yo siempre era "Camilo, el chico obediente", "El niño con muy buena disposición", etc. Por una vez quisiera decirles no a todos ellos y tener tiempo para mí.
Y como gran final, Mirabel viajaría a la ciudad con los Martínez por unos días. En realidad, no era tan lejos, sólo irán a Salento. Pero Dolores me comentó que ella insistió porque necesitaba estar unos días lejos de mí, al parecer nuestras discusiones ya le estaban generando una migraña.
Si, yo soy Camilo Madrigal. El gran idiota que en lugar de disculparse con su prima logra espantarla y hacerla querer viajar uno días lejos de él.
Luego de ayudar a algunas personas, comencé a caminar por la aldea. La señora Ozma me encontró y me pidió que la siguiera.
— Vamos José ¡Apúrate! — En ese momento me di cuenta que no había vuelto a mi forma, pero por miedo a cambiar y sentir nuevamente los dolores preferí seguir así — Necesitamos llevar estas frutas al mercado, ayúdame por favor — Estábamos cargando varias canastas con frutas en una carretilla — Si Camilo estuviese aquí le pediría ayuda — En ese momento pensé en decirle que se trataba de mí, pero me interrumpió — Aún que tampoco es que su don sirva mucho — Me congelé — Sería más útil si pudiese transformarse en Luisa y además copiar su don, o en Isabella y ayudar a germinar los cultivos. Pero sólo se dedica a cuidar de bebés o los más pequeños —
— ¡Pero Ozma! Sólo es un niño — Intentaba imitar la voz de José para que no me descubriera — Además el no escogió su don —
— José, deja de defenderlo. Yo sólo digo la verdad — Dejó un canasto en la carreta y volvió por otro, yo la seguí — Ese chico no es de mucha ayuda por sí sólo, y con su don tampoco — Yo estaba desconcertado, hacía lo posible por mantener un rostro neutro y que ella no se diera cuenta de con quién estaba hablando — Sólo sirve para entretener a los niños, y las madres con recién nacidos sólo lo tratan bien para pedirles relevo cuando están cansadas — Yo no sabía que responderle —
— ¡Señor José! — Se trataba de Antonio, estaba llamando desde la otra esquina —
— ¿Qué pasa Antonio? — Pregunté cuando se acercó —
— Lo siento señora Ozma, pero necesitamos la ayuda de José en la granja —
— Ah, bueno. No hay problema, puedo con esto sola —Le entregó una sonrisa a Antonio y el rápidamente tiró de mi ropa. Una vez nos alejamos se detuvo —
— Ya sé que eres tú Camilo — lo miré sorprendido —
— Pero, ¿Cómo? — No entendía mucho de la situación —
— Las ratas me dijeron que necesitabas ayuda, pero tampoco explicaron mucho — Me quedé esperando a si decía algo más, me preocupaba que Antonio supiera lo que habló la señora Ozma de mí — ¿Estás bien? Pareces distraído —
— Ehh, no. Todo está bien — Sin querer dejé escapar una risa nerviosa. Inmediatamente me miró extrañado —
— ¿Quieres venir conmigo a la granja? — Rápidamente negué con la cabeza, creí que, si hablaba, él notaría alguna otra cosa extraña — ¿Y por qué aún no te transformas de vuelta a tu cuerpo? —
— Pueeess — Creo que mi voz sonó mucho más aguda, me tomé un tiempo para toser antes de continuar — Quiero aprovechar de hacer algunas travesuras antes de que sepan que José no está acá — Sonreí —
— Bueno — Sonrió y se fue en compañía de los animales. Suspiré pesado, por un momento pensé que los animales le habrían dicho de la conversación con la señora Ozma —
No me sentía bien, estaba conmocionado por lo que había escuchado hace un momento. Me dolía que quizás todos en la aldea pensaban igual. Si comparaba mis dones con los de mis hermanos o mis primos, en realidad el mío si era el menos útil, por no querer aceptar que no servía en realidad.
Dolores podría saber dónde se encuentra alguien perdido, incluso el de Antonio podría ayudar en una situación así. Isabella y Luisa, tal y como dijo la señora Ozma, claramente son muy útiles. Mi tío Bruno, si bien no le gusta su don, no deja de ser de ayuda; y mamá y mi tía Julieta, sirven mucho para el día a día de la aldea.
Inclusive Mirabel, sin tener un don mágico, es de más ayuda de lo que yo puedo aportar.
Si, la señora Ozma tenía razón.
Caminé hasta alejarme de la aldea e ir al claro donde estaba hace varios días atrás, necesitaba estar sólo. Lo pensé varias veces hasta tomar el valor para volver a mi forma real, rápidamente sentí múltiples punzadas por todo mi cuerpo, perdí el equilibrio. Me apoyé contra un árbol antes de dejarme caer al suelo.
~ O ~
Ok, perdón por hacer sufrir tanto a Camilito, él no lo merece (Pueden dejar su comentario de descargo AQUÍ).
Tengo un pequeño conflicto con el nombre de la señora Ozma, porque al googlear aparecen más fotos de la señora Guzmán. Así que lo dejé totalmente confiada de lo que indicó Daniela Sierra en su tiktok.
Cómo había mencionado en el capítulo anterior, ya comienza la cuenta regresiva para el gran clímax, que oficialmente será en el cap. 13, y que de hecho será larga duración.
También, les confirmo que habrá una segunda parte sin tanto drama. Ahora estoy trabajando en lo que serían los últimos capítulos de este libro para dejar un pseudo final abierto.
Yyyy, eso. Como en todos los capítulos, muchas gracias a quienes votan o dejan sus comentarios. Y también a quienes comienzan a seguirme y/o agregan esta historia a sus listas de lectura. Los amo mucho, porque todas esas pequeñas cositas me motivan a seguir y a sacar cada capítulo lo antes posible.
Los leo.
Bye~ <3
ESTÁS LEYENDO
Discúlpame (Camilo y Mirabel - Relación familiar)
FanficTodo parecía perfecto. La magia había regresado, y los lazos familiares estaban más fuertes que nunca. Era el momento ideal, ya no quería ser el chico que todo lo toma a broma, sólo quería ser el primo que quería mucho a Mirabel, quería que su relac...