Capítulo 29 - Hagamos esto.

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Era de noche, casi la una y hacia más frio del que tendría que hacer a estas alturas del año. Incluso cuando usaba un abrigo puesto el frio pasaba a través de este haciendo que me tambaleara y se me hacía difícil caminar en una línea recta con la poca ayuda de los faroles de la calle. Que no funcionaban del todo bien e incluso algunos titilaban y se apagaban.

Luego de lo de Luke. O Félix. O quien haya sido que estaba en su cuerpo. Decidimos buscar respuestas a las preguntas. Tuve que contarles cada cosa con sumo detalle para que no se nos escaparan ninguna pista o algo que nos sirviera de ayuda para tener un camino por el que guiarnos.

Lamentablemente no recordaba nada raro. Bueno, la situación ya era rara en sí pero ese no era el punto. Tenemos que buscar las cosas por nuestra cuenta y eso estamos haciendo. En un principio pensamos mil y un lugares en los cuales podríamos ir. Pero ninguno nos cerraba ya que no había ninguna familiaridad con algo. Entonces ideamos el plan de ir a donde todo comenzó, y el único lugar que hasta ahora le hemos encontrado sentido.

El hospital.

Si nos ponemos a pensar, ahí sucedió todo, Luke, Los chicos, Richard, Félix. Comenzaron las confusiones, los problemas, las peleas. Entre muchas otras cosas más.

— ¿Cómo se supone que vamos a entrar a estas horas? — Ashton que se encuentra en el otro extremo posiblemente lo más alejado pregunta.

Si, aun no habíamos arreglado las cosas del todo. Y ninguno parecía querer dar el primer paso. Yo porque era muy terca y él porque no tenía sobre que disculparse.

— Por la puerta. — Michael contesta y rueda los ojos.

— Hablo de que, posiblemente esté cerrada, ¿Tenemos que buscar un pasadizo secreto o algo así?

— ¿Existen los pasadizos?

— No Mike, no existen los pasadizos. No somos el escuadrón de Scooby-Doo — fruncí el ceño—. Además, ¿Por qué irían a cerrar las puertas? Es un hospital, o eso se supone. Tiene como deber estar abierto las veinticuatro horas. Y tu Ashton —lo señale— . Deja tus comentarios sarcásticos y tu rencor hacia mí fuera de esto y de los chicos. — termine de decir y miro hacia abajo apretando los labios con fuerza para evitar decir algo.

Antes de que alguno de nosotros pudiera protestar o comentar algo más fuimos empujados contra la pared por Calum.

Y yo que creí que se perdió entre las sombras.

— ¿Pero qu...? — Calum callo a Ashton poniéndole la mano sobre la boca para que evitara emitir algún sonido y nos señaló con la cabeza la puerta del hospital.

Estaba... bueno, estaba... la señora alias vieja de recepción que todavía no me sabia el nombre, saliendo. Lucia preocupada, miraba para los costados antes de salir completamente y se aferraba a su bolso como si escondiera algo. No parecía muy segura de querer irse, pero luego de unos segundos cerró la puerta principal con llave.

Igual, no era como que hiciera falta. Tocabas algo y el hospital se te venia encima de lo viejo que era, podían entrar a robar y nadie se enteraría.

Cuando estuvo lo suficiente mente lejos, para no poder vernos. A excepción de Calum, que a él ni se lo veía al pobre. Fuimos sigilosamente hasta la entrada. Que en realidad fuimos corriendo, pero era lo mismo. Todos quedamos con un enorme signo de interrogación y cara larga al ver que la puerta estaba abierta.

— Esto es posiblemente lo menos raro que vimos en todo el día. No sé porque nos sorprendemos. — murmuro entrando— . ¿Por dónde empezamos buscando? — Calum nos hace una seña parta que los sigamos y todos empezamos a hacerlo subiendo las escaleras detrás de él.

¿Estaría mal si le pido a Ashton que me lleve?

"No tenemos que separarnos, traten de mantenerse lo más cerca posible los unos de los otros. Primero iremos a la oficina de Richard, supongo que ahí tiene que haber papeles importantes, además capas encontraremos información sobre Félix. A pesar de no aparentarlo, Richard debe estar tan metido en esto como nosotros. Hagamos esto."

Todos nos miramos entre si y asentimos para continuar al terminar de leer el mensaje de Calum.

Las escaleras parecían muchísimo más empinadas y difíciles de subir en la noche sin luz, las paredes parecían cerrarse a tu alrededor queriendo asfixiarte y el suelo parecía querer hacerte caer para tragarte a un pozo sin fin.

Para nuestra suerte, la puerta de la oficina estaba abierta y eso fue un punto a favor.

— ¿Esto no es ilegal? — pregunté mientras buscaba entre los cajones del escritorio.

— ¿No es ilegal que personas muertas te persigan? — mientras buscaba entre una estantería llena de carpetas Ashton pronuncia.

-No porque, estan muertas pero buen punto — señalo mientras leo algunas cartas de los impuestos para pagar, nada interesante— . ¿Encontraron algo? — todos tienen la misma cara de frustrados que yo.

— Nada que nos pueda servir por ahora.

— Claro Michael, porque vas a encontrar mucha información en una revista de comidas caseras. -pero nunca se cansa de comer, dios ayúdame.

— ¡Chicos, chicos, creo que he encontrado algo! — mientras mira algo sonriente y empieza a leer el enunciado de un diario Ashton se acerca a nosotros— . Es un diario de mil setecientos setenta y cinco. Y no van a creer esto —hace una pausa y vuelve su vista a el papel que sostiene entre sus manos sin poder creerlo—. Tiene a Félix como tema principal. —gira el diario para que quede frente a nosotros y es verdad. Hay una foto de Félix en él. Y lo peor de todo es que luce exactamente igual como lo hace ahora.

—¿Qué dice? —logro articular ya que todos nos encontramos medio anonadados y con muecas de confusión en el rostro.

—Uhm... —duda unos segundos antes de hablar—. "El gran delincuente más buscado Félix Collins ha sido encontrado muerto con una herida de bala en el pecho afueras de la ciudad. Se lo acusaba de brujería y de una comunidad secreta en la cual hacen pactos con el diablo. Aunque algunas personas dicen haberlo visto rondando lo más normal por el pueblo, aún no hay nada confirmado sobre eso. Seguirán las investigaciones."

Todo queda en silencio unos segundos y solo se escucha nuestras respiraciones y como el viento choca contra las ventanas haciéndolas chocarse contra el marco de estas.

—Y eso no lo es todo —asegura—. Dice algo más, pero no puedo leerlo, esta como gastado o como si le hubieran tirado café encima.

—El diario en si ya parece haber estado metido en una taza gigante de café, no puedo creer que aún se pueda leer algo de lo que tiene escrito —giro sobre mis talones y empiezo a mirar con detención cada parte de la habitación buscando algo más que pueda servirnos. Eso no puede ser todo. Eso nos deja con más preguntas de que con las que vinimos y estamos buscando respuestas, no más preguntas a respuestas que no conseguimos—. Hay algo que no termina de cerrarme aun, ¿Por qué Richard tendría guardado esto? Tendría que haberlo quemado, o guardarlo en un lugar más seguro. Y, ¿Por qué querría conservarlo? Si quería que lo encontráramos lo tendría sobre su escritorio o en otro lugar, o simplemente...

—Ya Madeleine, déjalo así. ¿No te había dicho Luke o bueno, Félix que ellos ya tenían todo planeado? —Ashton me mira con impotencia—. No podemos hacer nada más, solo seguir sus órdenes— suspira—. Solo nos queda esperar y ver lo que nos espera.

Quiero gritarle mil y una cosas en la cara. ¿Cómo es posible que este tan relajado? Pero por otro lado me las guardo mientras aprieto los dientes con fuerza para no decir nada. Porque en una manera tiene razón, él mencionó que ya tenían todo planeado y nosotros solo tenemos que acotar sus órdenes.

—Bueno... ellos dicen que tienen todo planeado, ¿verdad? —pregunto y ellos asienten mientras se encojen de hombros y se miran confundidos—. Debemos demostrarles que, podemos jugar su juego pero con nuestras propias reglas.

—No te entiendo, ¿Qué estas insinuando? —mientras guarda sus manos en los bolsillos de su abrigo Michael pregunta.

—Vamos a poner todo a nuestro modo, y seguir nuestro propio camino. Demostrémosle que podemos hacer nuestro propio camino cambiando el suyo.



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