Calliope
La reunión había sido desesperante, estaba llena de basura que no iba acorde con mi compañía. En conclusión, el plan de Christopher era una gran mierda. Ni loca aceptaba tal contrato, ni mucho menos quería verlo en mi empresa. Sabía que Arizona se sentiría incómoda si lo ve, y ella es, por mucho, la más importante.Ordené algunos papeles en mi escritorio, esperando a tener la reunión con mis demás socios y Arizona, estaba pensando en buscar a la rubia un poco antes y poder hablar.
Sentí mi puerta prácticamente ser echada abajo, como si una tormenta hubiera entrado a mi oficina sin tocar. Levanté mi mirada apenas y me encontré con el huracán rubio.
— Justo a la persona que quería ver.— sonreí apenas.
Arizona tiró sobre mi escritorio unos papeles y me observó con dureza.
— Renuncio.— se limitó a decir
Sentí mi presión bajarse, palidecí en ese instante, y estaba segura de que mi cara no era de las mejores.
— ¿Q-que?— tartamudee.
— Ahí tienes todo mi papeleo y las llaves de mi oficina, no quiero verte nunca más.— gruñó.
Toda mi mente estaba en corto circuito. ¿Qué rayos le pasaba a esta mujer?
Hace algunos días estaba besándome y ahora prácticamente estaba abofeteándome con un par de papeles. Todo salía mal hoy.
— Pero, ¿Qué te ocurre?— me puse de pie y me acerqué a ella apenas.
— Aléjate de mi.— se pegó contra la pared.
— Arizona, ¿Qué mierda te pasa?— intenté tomarla en brazos pero se salió abruptamente.
Ella pasó sus manos por su rostro, frustrada por la situación. Estaba roja de la furia que le daba todo esto.
"Girl, your such a backstabber
You're such a backstabberRun your mouth more than anyone I've ever knownAnd everybody knows it"— Eres una traidora. Que te jodan.— gritó y salió de la habitación.
Salí corriendo detrás de ella y le tomé el antebrazo, frenándola y acercándola a mi.
— Joder. ¿Qué te he hecho para que estés así?
Prácticamente la arrastré hasta mi oficina nuevamente y cerré la puerta tras nosotras.
— ¡Suéltame!
— ¡Arizona, cálmate!— la tomé con ambos brazos.
— ¡Contrataste a Christopher!— dejó escapar un grito desgarrador— ¡Eres una puta traidora!
Quedé en blanco al instante. ¿Cómo sabía que él estaba aquí?
Tal vez se habían encontrado, pero era imposible. No se suponía que esto pasara.— Y-yo no... No sabía que lo habías visto.— me disculpé.
— ¡Intentó abusar de mi! ¡Tú lo humillaste frente a toda la escuela y ahora lo quieres de socio! ¡Vete a la mierda!
— ¡No voy a contratarlo!
La Arizona que estaba llena de ira, desapareció al instante, suavizándose al instante. Frunció las cejas con pena. La rubia pasó sus dedos por mi mejilla, con algo de cariño.
— Lo siento... Realmente lamento haberte gritado así.
Asentí. Bajé con mis manos hasta su cintura y la acerqué a mi. Necesitaba sentir sus labios sobre los míos por segunda vez, aunque supiera que lo nuestro era imposible. Junté nuestras frentes, sintiendo su aroma.
— No hagas esto...— susurró— Sabes que lo nuestro es imposible.— acarició mi mejilla.
— Solo déjame arreglar las cosas.
¿Cuántas veces nos tenemos que perder
Para poder bajar la guardia y encontrarnos?
¿Cuántos besos quedan en el aire?
¿Cuántas veces vamos a intentarlo?
Otra boca no me sabe igual— Ya no hay nada que arreglar.
Acerqué a Arizona de repente, juntando nuestros labios en un beso lleno de pasión y amor. Mis manos fueron a pasar a su trasero, atrayéndola a mi, mientras la pegaba contra la pared.
— Callie.— gimió.
— Dime...— sonreí apenas contra su cuello.
— No podemos hacerlo aquí.
— ¿No quieres?— junté nuestras pelvis.
— S-si, pero no aquí, cualquiera podría entrar.— susurró.
Volví a besarla con fuerza, mientras ella recorría mi cuerpo con sus ansiosas manos. Mi rodilla fue a parar entre sus piernas, haciendo circulas, sacándole gemidos. Arizona subió apenas mi camisa, dejando mi abdomen a la vista.
— C-callie.— la rubia se alejó de mi.
— ¿Qué?— pregunté confundida.
— Tu abdomen.
Sus ojos bajaron hasta este, y solo en ese momento, noté lo que ella observaba tan detenidamente. Su mirada se transformó.
— Lo sabía.— susurró.
Mi mente daba vueltas y vueltas, me parecía todo tan extraño. Pero también me daba curiosidad saber por qué había empezado por esa zona.
¿Arizona lo sabía desde antes?
— ¿Tú sabías qué?— fruncí el ceño.
Ella me observó por algunos segundos, entonces lo supe. Arizona había planeado todo esto para comprobar su punto. La rubia lo sabía desde antes y solo me había besado para poder llegar a esto, para humillarme.
¿Fue por lo de Christopher? ¿Fue todo esto premeditado desde antes de volver aquí?
— ¿Has estado manipulándome para ver esto?— tapé mi abdomen al instante.
— Callie...— susurró.
— Lo hiciste, ¿No es verdad?
La puerta sonó y por ésta ingresaron mis amigos, todos parecían tener cara de perro mojado, por lo que me dejaron más que claro que ellos estaban con ella.
— Todos son unos traidores, me importa una mierda por qué han hecho esto... Me humillaron, usando a Arizona de carnada.
Tomé mi abrigo y caminé hacía la puerta.
— Debes hacer algo al respecto.— dijo Arizona.
En cuanto la escuché decir eso, toda la ira se acumuló en mis venas, dejando salir lo primero que se me ocurriese. En esto momentos la odiaba.
La odiaba por ilusionarme, la odiaba por besarme sin realmente quererlo, la odiaba por hacerme sentir mal creyendo que prefería a George, la odiaba por gritarme en la cara que era una traidora cuando la única traidora aquí, era ella.
— Vete a la mierda, idiota. Crees que puedes venir aquí y humillarme solo para sacar lo que quieres de mi. Mueve tu puto trasero y sácalo de mi vista.
— ¿Cariño sucede algo?— preguntó George detrás de mi.
— Absolutamente nada.
Apreté la mandíbula, tomé la mano de mi prometido y salí de allí.
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¿De qué team son por ahora? jaja
El cap fue dedicado a Ana Karen que esta de cumpleaños <3
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Same Old Love
Fanfiction- ¡Te necesito! - Yo a ti - sonrió mientras limpiaba sus lágrimas. [Esta es la segunda parte de "Hold on", si todavía no la has leído, podes encontrarla en mi perfil]